Un grupo de taxistas y remiseros de Río Gallegos realizaron este viernes una protesta por los costos de la inspección anual del transporte público, la renovación de patentes, la caída de la actividad y la competencia con el servicio de transporte ilegal.
El jueves presentaron un petitorio al Municipio de Río Gallegos donde exigen mejoras y garantías para prestar el servicio en la ciudad y definieron llevar adelante una serie de reclamos que incluirá la paralización total del servicio.
Los taxistas señalaron que se trata de preservar la fuente laboral e indicaron que la demanda se redujo hasta un 25% de los viajes diarios.
El jefe de Gabinete de la Municipalidad de Río Gallegos, Diego Robles dijo que “el petitorio habla de las cuestiones que se hicieron de público conocimiento, que por la situación económica y por la baja de actividad que están atravesando se tomen más obligaciones y controles”.
“Le propusimos a los taxistas avanzar en un esquema de una plataforma como están haciendo en otras ciudades. Se necesita avanzar en una regulación normativa, que mejore el transporte público”, añadió el funcionario.
En tanto, la secretaria de Gobierno municipal, Sara Delgado sostuvo que “el municipio no obliga a nadie a tener una patente. Los choferes decidieron llevar adelante una asamblea y avanzar en la definición de medidas de fuerza y la entrega de un petitorio”.
“Mientras mantuvimos un dialogo de buena fe, ellos eligen el conflicto y la amenaza. Si quieren parar pueden hacerlo tranquilamente, eso no va a hacer que la gente elija subirse a un taxi o a un remis, porque en el fondo, lo que está pasando es que la gente no lo puede pagar”, argumentó Delgado.
Sobre el pedido de suspensión de la inspección anual de unidades, aseguró que “es nuestra obligación como Estado controlar los vehículos y mantener un determinado estándar para los usuarios. Ahora, chofer que no hace la inspección quedará fuera de servicio”. (Agencia OPI Santa Cruz)