El juez designado por el presidente Javier Milei, Manuel García-Mansilla, renunció este lunes a su cargo como ministro de la Corte Suprema de Justicia, apenas días después de que el Senado rechazara su nombramiento. García-Mansilla había sido designado por un decreto presidencial, lo que generó un amplio rechazo en el Congreso. El rechazo en el Senado fue contundente: 51 votos en contra y solo 20 a favor, lo que reflejó una fuerte oposición principalmente de los tres bloques kirchneristas y de gran parte del radicalismo.
El rechazo de los legisladores fue notoriamente más fuerte que el que se había registrado en la votación de Ariel Lijo, otro de los jueces designados en comisión por el presidente Milei. En ese caso, si bien también hubo desacuerdo, la oposición no se mostró tan unificada. Sin embargo, el pliego de García-Mansilla enfrentó un rechazo casi total del interbloque peronista, lo que marcó la diferencia.
El voto favorable al nombramiento de García-Mansilla provino principalmente de la coalición de libertarios, algunos legisladores del PRO, dos senadores de la UCR y varios bloques provinciales que se alinearon con el Gobierno Nacional. Este escenario evidenció la división y la tensión política que envolvió la designación, que se sumó a las crecientes críticas sobre el mecanismo por el cual el presidente Milei nombró a García-Mansilla a través de un decreto. (Agencia OPI Santa Cruz)