Llaryora exigió castigos ejemplares por ataques a efectivos en Córdoba

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El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, reclamó penas más severas para quienes agredan a efectivos policiales durante actos de servicio, al distinguir públicamente a dos agentes heridos en operativos de control. Durante un acto en el Centro Cívico, Llaryora reconoció el accionar del cabo Mauricio Ferreyra y del sargento Héctor Heftif, quienes sufrieron violentos ataques mientras cumplían funciones en distintos procedimientos vehiculares.

El mandatario cordobés estuvo acompañado por el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros; el ministro de Justicia y Trabajo, Julián López; y el subjefe de la Policía de Córdoba, Marcelo Marín. En su discurso, Llaryora enfatizó la necesidad de modificar el marco legal para endurecer las sanciones contra quienes atenten contra las fuerzas de seguridad. “Estamos aquí para reconocer públicamente el valor en el cumplimiento del deber y la prestación de servicios que hicieron ambos efectivos. Les agradecemos en nombre de los cordobeses por su entereza”, expresó.

El gobernador solicitó al Congreso nacional que avance en una ley que contemple penas más duras para quienes “atacan o resisten la fuerza de la autoridad“, y destacó que se debe “cambiar de paradigma“, afirmando que “los buenos son los de azul”. Además, pidió a fiscales y jueces que apliquen las penas máximas previstas por la legislación vigente en este tipo de delitos, con el fin de garantizar mayor protección a quienes velan por la seguridad ciudadana.

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Por su parte, el ministro Juan Pablo Quinteros señaló que desde su asunción recibió instrucciones directas del gobernador para “estar en la calle junto a nuestra policía y defender el buen accionar de la fuerza“, en un claro respaldo institucional a los uniformados.

El caso del sargento Héctor Heftif generó conmoción en enero, cuando durante un operativo de control de la Policía Caminera en la Ruta 20 intentó detener a dos personas que transportaban estupefacientes. En medio del procedimiento, quedó colgado del vehículo y fue arrastrado por más de seis kilómetros hasta ser arrojado en plena ruta E-5, a la altura de Alta Gracia.

El cabo Mauricio Ferreyra, en tanto, fue víctima de un hecho similar el pasado 8 de abril en el barrio Güemes de la ciudad de Córdoba. Al intentar identificar a un conductor, terminó colgado del capot del vehículo y fue arrastrado varias cuadras. El responsable, un chofer de la aplicación Uber, fue detenido y se encuentra a disposición de la Justicia.

Ambos episodios reavivaron el debate sobre la protección legal de las fuerzas de seguridad en la provincia y el rol de la Justicia en la aplicación de penas ejemplares frente a estas agresiones. (Agencia OPI Santa Cruz)

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