El kirchnerismo concentró los cuestionamientos contra la Corte en un día cargado de tensión

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Alberto Fernández anunció que se canjeó el 99% de la deuda y buscó relanzar su Gobierno

Por: Santiago Dapelo

La línea de acción se decidió y bajó desde el Instituto Patria, casa matriz del kirchnerismo duro. Los encargados de cuestionar a la Corte Suprema fueron la directora de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort; el senador Oscar Parrilli, y el secretario de Justicia, Juan Martín Mena. Los tres responden directamente a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

En la Casa Rosada, en tanto, hubo silencio durante casi todo el día; solo por la tarde algunos colaboradores del presidente Alberto Fernández dieron explicaciones. Es que al inesperado fallo de la Corte Suprema, se le sumó la confirmación del aumento de la pobreza, dos golpes para el gobierno nacional.

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“No es el mejor momento. En las malas nadie se quiere hacer cargo”, graficó un integrante del círculo íntimo de Alberto Fernández, quien, como hacen todos los días, habló con Cristina Kirchner.

El Presidente y gran parte de su equipo estuvieron replegados en la quinta presidencial de Olivos, donde se analizaron el impacto de la resolución del máximo tribunal y se hizo un monitoreo sobre las respuestas que dio el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, único integrante del gabinete nacional que habló públicamente. Hubo algunos reproches y mucho mal humor.

Por la tarde, en una charla virtual con la Pastoral Social de la Ciudad de Buenos Aires, Fernández afirmó que “la pobreza sería peor si el Estado no hubiera auxiliado como lo hizo durante la pandemia”. En el Gobierno no hubo sorpresas por el dato que dio a conocer hoy el Indec, que informó que la pobreza subió cinco puntos y medio en un año y afectó a 40,9% de los argentinos.

En el Gobierno insistieron en que la decisión de la Corte Suprema de aceptar el per saltum que permitió suspender el traslado de los camaristas Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli no es definitiva. “Todavía falta la resolución final”, sostuvo un hombre de máxima confianza del Presidente.

Pese a que aún guardan expectativas por un fallo favorable, en la intimidad de la residencia oficial hubo un tibio mea culpa por la forma en que el jefe del Estado cuestionó a la Corte en general y a su presidente, Carlos Rosenkrantz, en particular.

En algunos despachos oficiales se agarraban la cabeza. “Para qué nos peleamos el viernes, venía todo bien”, dijeron fuentes oficiales. Cerca de Alberto Fernández admitieron que esos cuestionamientos le permitieron a Rosenkrantz tender un puente con Ricardo Lorenzetti y Elena Highton.

Ese día, el mandatario se preguntó: “¿Qué es lo que está buscando el presidente de la Corte? Me lo pregunto porque cualquiera que haya estudiado derecho sabe que esto es un escándalo jurídico”, lanzó. Fue en ese momento que el Presidente asumió como propia una batalla que hasta ese momento le pertenecía a la expresidenta.

Mientras tanto, el kirchnerismo salió en fila a cuestionar a la Corte Suprema, a la espera de que finalmente resuelva a su favor. Según fuentes cercanas a la vicepresidenta, “los traslados [que firmó el expresidente Mauricio Macri] no cumplieron lo que marca la legalidad y el Senado actuó conforme a derecho”. Y agregaron: “Esperamos que la Corte resuelva sobre la base de la Constitución, ni más ni menos. La lógica indicaría que deben ir por ese lado”.

“No hubo una decisión sobre el fondo. Vamos a ver qué resuelven. Una opción es que la Corte diga que Macri hizo bien los traslados, pero que otros presidentes no pueden. No creo que lleguen a eso. Si la Corte dice que los traslados estuvieron bien hechos, pasaríamos a tener dos tipos de jueces: unos por dentro y otros por fuera de la Constitución”, dijo Peñafort.

La abogada de la vicepresidenta, en diálogo con El Destape, buscó también desdramatizar la decisión del máximo tribunal. “Ni la república estaba en riesgo, ni el fallo de la Corte la pone en riesgo. Pero sí el próximo, en el que resuelvan los traslados”, manifestó.

Fiel a su estilo, Parrilli fue más enfático a la hora de criticar a los cinco magistrados que integran la Corte. “El termómetro que utilizan para medir la gravedad institucional es, por lo menos, suspicaz. No tiene nada que ver con la Constitución”. Según expresó, el tribunal solo actúa en contra de “lo que afecte sus intereses corporativos” y de lo que “los medios hegemónicos agiten el parche”.

Además, cargó contra los camaristas Bertuzzi, Bruglia y Castelli. “Estos tres jueces se sublevaron contra la Constitución y los mecanismos”, lanzó el senador nacional. (La Nación)

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