Tras la muerte del operario René Borquez por envenenamiento en la Usina de 240 Mw en YCRT el miércoles a las 19:00hs, desde la empresa y la contratista RAFA SRL, informaron que se aprestaron lo medios para preservar el lugar donde se envenenó el operario y de acuerdo a la información suministrada por la propia empresa, se dio participación a la justicia ordinaria de Río Turbio y a la policía provincial.
Por un medio de la cuenca habló el Subgerente de Seguridad y Medioambiente de YCRT Lic Facundo Casas quien dio detalles de lo sucedido pero hizo hincapié en que el operario intoxicado no murió en la planta de la Usina, sino en el hospital.
Efectivamente, cuando dimos la primera información señalamos que René Borquez fue llevado al hospital en una ambulancia y las fuentes aseguran que cuando llegaron al nosocomio, el operario habría entrado en paro. Oficialmente se dice que falleció una hora después de arribar.
Paralelamente un medio de la cuenca quien había dicho que Borquez murió en la Usina, el jueves rápidamente salió a enmendar su error, asegurando que no falleció allí, sino en el hospital de esa localidad.
Siempre de acuerdo a las fuentes, este dato es sustancial, porque no es lo mismo que el operario haya muerto dentro del ámbito de la usina o fuera de ella. De hecho, el tema jurisdiccional, tanto de la justicia como de la policía, es uno de los grandes planteos que por estos momentos generan las principales dudas respecto de la investigación posterior a los hechos.
El suceso luctuoso ocurrió mediando la manipulación de sustancias químicas altamente peligrosas, pero sin embargo, estuvo ausente la participación de la Policía Federal y el cuerpo de bomberos y/o Gendarmería,quienes están capacitados para lidiar con estos problemas. Eso, hoy es todo un cuestionamiento sin respuesta por parte de la empresa. Desde sectores más críticos dentro e la empresa, especialmente sindicales, se sostiene que hay un interés por dejar todo dentro del ámbito jurisdiccional de la provincia y desconfían de los datos “oficiales”, sobre la hora y lugar de la muerte del trabajador.
Sin seguridad
De acuerdo a lo que se ha podido recabar, sobre los detalles de lo sucedido allí el día miércoles 13, se sabe que la hidracina se encontraba dentro de un bidón de los usados para el agua de consumo, que reparte una distribuidora local en oficinas y empresas, el recipiente estaba sobre una tarima frente a un contenedor (abierto y similar al de la foto) que en su interior posee almacenado distintas sustancias químicas. Todo esto en un galpón el cual permanecía abierto como el contenedor y sin seguridad.
René Borquez ni siquiera trabajaba en el sector químico de la empresa. Era albañil y ese día, según el relato de sus propios compañeros de la UOCRA, se encontraba hormigoneando una calle lateral dentro de la Central 240 Mw. Cuando ya se retiraba de su trabajo y caminaba hacia el obrador de la empresa distante a unos 150 metros de su lugar de trabajo, en el camino observó, dentro de un galpón abierto, un bidón de agua (también abierto) de los utilizados para brindar agua en las oficinas publicas, aparentemente con agua en su interior, sin ningún rútulo ni algún aviso de que adentro había una sustancia tóxica.
Venía con sed, ingresó, habría tomado un vaso (en realidad un botella recortada que utilizaban de vaso) bebió y de acuerdo a algunos compañeros se habría quejado por “el gusto raro del agua”.
Posteriormente de beber la hidracina se sintió mal, se lo hizo saber a sus compañeros, comenzó a vomitar y a los pocos minutos comenzó a hacer convulsiones en el piso. Llamada la ambulancia, que tardó aproximadamente 15 minutos, René Borquez fue retirado de allí en muy grave estado, hasta que oficialmente una hora y media después se comunicaba su muerte en el hospital local.
La UOCRA ha realizado manifestaciones de indignación por la falta de seguridad e hicieron responsable a las autoridades de YCRT y han prometido no bajar los brazos en la lucha por justicia para su compañero, señalando que esperan que la justicia actúe rápido y de manera clara, encontrando a los responsables de esta evidente falla de seguridad en el sistema de resguardo y manipulación de elementos químicos altamente tóxicos.
En ese sentido, una de las fuentes del gremio le dijo a OPI “Es una vergüenza como la empresa mantiene esos químicos en un galpón sin seguridad a muy corta distancia del río. No hace mucho, moviendo los contenedores con una máquina, casi se produce un derrame de los mismos en el agua, por un accidente que no pasó a mayores. Esto no tiene ningún control y de esas fallan, nadie dice nada”, concluyó la fuente. (Agencia OPI Santa Cruz)