El dictadorzuelo con el mazo dando, el poder usurpando y con los colectivos matando

(Por: Rubén Lasagno) – No existe en el mundo, una caricatura del absurdo y el ridículo más grande que Nicolás Maduro, pero a su vez, no hay otro tan peligrosamente armado como el lider del narcoestado venezolano, que transformó a un hermoso país en una republiqueta al mejor estilo de aquel benemérito país bananero que inmortalizó Alberto Olmedo.

En nuestro editorial anterior dije que la opción del último domingo era “Civilización o Barbarie”. Los venezolanos eligieron ser civilizados, pero los bárbaros insisten en quedarse a contramano del mundo y de los principios básicos de humanidad.

Nicolás Maduro es un payaso, eso lo sabemos, pero no el que hace reír a los niños; éste ha salido de las profundidades de “It”, la obra emblemática de Chase Palmer; el payaso diabólico y malvado, solo que  se encuentra usurpando el poder en un país bello y rico, al cual ha vaciado de riquezas, dignidad, habitantes y transformado en un ghetto de narcotraficantes, terroristas colectivizados en bandas civiles que asolan las calles, una policía que encarcela a cualquier disidente y un SEBIN que es, en la actualidad, el órgano de tortura y desaparición de personas más sofisticado y efectivo de latinoamérica, superior a cualquier dictadura militar de los países de la región en la década de los ´70 y con “un master” hecho en las catacumbas de la revolución cubana, escuela de sociópatas, criminales y terroristas, que Chávez y Maduro prepararon para momentos como el actual, cuando la sociedad harta decide que no los quiere ver más.

El dictadorzuelo venezolando, el domingo perdió pero ganó, debería haberse ido pero se quedó y tras haber prometido “un baño de sangre”, está preparando su fuerza delictiva para resistir a lo Pirro y llegar a las últimas consecuencias, porque su status quo se ve amenazado y el nombre Maduro es epónimo de muerte, narcotráfico, corrupción, persecusión y tortura.

Un atorrante salvaje, alienado y desequilibrado como Maduro, que da vergüenza ajena solo escucharlo hablar, pone en contradicción el sentido común, cuando reflexionamos sobre cómo todo un pueblo tan hermoso como el venezolano, le rehuye a la lucha para expiar a este energúmeno que tiene su bota sobre la cabeza de cada ciudadano, los cuales están reaccionado, pero no lo suficiente en cantidad y calidad. Maduro los está asesinando a mansalva en esta reacción a cuenta gotas que algunos grupos de ciudadanos inició desde el lunes.

Estaba leyendo los grupos de parias y organizaciones de todo tipo que le dieron su apoyo al dictadorzuelo y entre esa pléyade de analfabetos sociales y políticos, figura la izquierda vernácula, La Cámpora y ATE Capital. La madrina putativa del genocida, Cristina Kirchner, hace un saludable silencio desde El Calafate, para preservarse de las esquirlas.

No me sorprende, son de la misma especie solo que más cobardes, porque mientras elogian, vitorean y ensalzan al régimen del dictadorzuelo venezolano que vitorea a Perón, cobran, comen y viven en la Argentina; obvio, en Venezuela o serían cómplices de la dictadura (como seguramente sucedería) o estarían presos, muertos o desaparecidos. 
Por eso les resulta fácil ladrar desde aquí, “hacer presencia en las redes sociales” y desparramar ideología barata, mientras están a resguardo del capitalismo que tanto dicen despreciar, pero al que están aggiornado como los mejores “burgueses” que son y dicen despreciar. (Agencia OPI Santa Cruz)

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