Los límites corridos de un Gobernador peligroso. Mandó a la policía con armas de guerra cargadas y apostó francotiradores (sniper) con un observador en el techo de la Legislatura

(Por: Rubén Lasagno) – “La limitación es esencial a la autoridad, pues un gobierno sólo es legítimo si está efectivamente limitado” escribió Lord Acton escritor inglés. Ayer, el gobierno de Santa Cruz pasó todos los límites.

Ayer jueves 12 de diciembre, en el operativo de seguridad que desplegó el gobierno provincial alrededor de las legislatura, para asegurar el lugar, dado que esperaban la llegada de los gremios en protesta por la aprobación del RIGI, la policía, por órdenes del Ministro de Seguridad, quien a su vez respondió a un pedido expreso del gobernador Claudio Vidal, vulneraron los más elementales principios de una institución como la Cámara de Diputados de la provincia, que no es un edificio del gobierno provincial ni propiedad del gobernador o de su partido: es un lugar donde el pueblo ejerce sus derechos, entre ellos, el de manifestarse y pedir explicaciones.

El pueblo, tratado como enemigo

La policía fue desplegada como una verdadera fuerza de tarea táctica, con tiradores apostados cubriendo el área ¿De quién y de qué?.. Un operativo similar (en otros lugares de la Argentina), he presenciado oportunamente cuando asistí en algún momento a la llegada al país de algún presidente norteamericano e inclusive hace muchos años, con el arribo al país del Papa se aplicó este protocolo. Luego de esos casos puntuales, dificilmente recuerde haber presenciado el despliegue de francotiradores y menos aún en un acto público civil y mucho menos en Santa Cruz.

En esos pocos casos que mencionó, el operativo de seguridad dividido en “anillos” se desplegaba para asegurar sectores de proximidad al/las personalidades y fuera del perímetro inmediato, las distintas Fuerzas (de acuerdo a su área de actuación, Federal, provincial y/o extranjera) poseen una retícula asignada que es de su competencia y responsabilidad. 

En la última línea, especialmente en áreas más alejadas del objetivo, estratégicamente dispuestas para evitar el fuego cruzado, pero contemplando todo el escenario en los ángulos críticos desde donde pueda ser atacado el blanco (la personalidad), se colocan, sobre lugares elevados, tiradores especiales, munidos de rifles de alto poder con apoyo, potentes miras telescópicas y a su lado actúa el que se denomina “observador”, un asistente del tirador que con visores telemétricos, mide distancia con el potencial peligro, alerta al tirador de su existencia y le ayuda a “adquirir el blanco” rápidamente, para que los tiempos de respuestas sean mínimos y que el sniper o francotirador, pueda actuar con eficacia haciendo un tiro de precisión.

Una demostración en vivo de la tarea efectiva de un francotirador y su asistente de tiro u Observador, ocurrió hace poco en el atentado contra Donald Trump en campaña, donde se pudo ver el video en el cual un sniper asistido por su observador, pudo abatir al atacante sobre una azotea a más de 100 metros anulando la amenaza.

Otra intervención policial de los francotiradores de la policía, suele ser necesaria cuando ante la toma de rehenes y/o secuestros, bajo órdenes específicas y en determinadas situaciones, deben disparar (desde mediana o larga distancia) para suprimir al delincuente que amenaza la vida de personas inocentes.

Explico todo esto porque el Gobernador Vidal, primero, el Ministro de Seguridad, después y el jefe o Subjefe de Policía luego, deberían explicar y fundamentar (en lo posible coherentemente) los motivos, el objeto y el propósito de francotiradores armados con fusiles y un observador sobre el techo de la Cámara de Diputados el jueves 12, mientras afuera de la legislatura, los gremios trataban de manifestarse pacíficamente contra la aprobación del RIGI.

Los responsables políticos de tomar esta decisión, debieran explicar en cuál de los ejemplos que mencioné se encuadran las temerarias acciones policiales implementadas ayer en Río Gallegos y aceptar la responsabilidad que les cabe. No hacerlo, con la cantidad de videos y fotografías que existen tomadas por drones, donde se ven los efectivos, las armas y hasta las maletas de transporte de las armas dispuestas en los techos, nos llevará a pensar que estamos ante un gobierno peligroso o que intenta infundir miedo e imperar por la fuerza más allá de los límites razonables.

Y debemos aclarar que exceptuando el Jefe o Subjefe de policía que toman las decisiones y las autoridades políticas que lo ordenan, ninguno de los policía que participaron en esos despliegues, son responsables per se de ese operativo; ellos, simplemente, cumplen órdenes.

No hay quien responda ¿Ni quien pregunte?

Estos tres integrantes del poder político provincial deberían responder al menos a la siguientes preguntas:

¿Cuál fue el propósito de desplegar tiradores con fusiles de largo alcance en un lugar elevado (techo de la Legislatura), apuntando hacia la gente civil desarmada que se juntaba en la calle?

¿Qué órdenes tenían los policías del cuerpo especial, que están asignados a la tarea específica de batir blancos a largas distancias?

¿Cuál era el “peligro inminente” que corría la Cámara de Diputados, los legisladores y el personal de la legislatura, que hiciera necesario y/o imprescindible que efectivos fuertemente armados con armas largas, cargadas y listas para disparar, apuntaran a la multitud desarmada, poniendo en riesgo la vida de civiles?

¿Cuál es y cómo se arma el protocolo de seguridad para eventuales casos de este tipo, donde, el gobierno ya no solo utiliza una fuerza disuasoria (legal y proporcional), sino que se consuma una amenaza letal, real y concreta por parte de la policía hacia civiles desarmados?.

De balas de goma a munición encamisada

Todos sabemos que la policía ante eventuales hechos de desbordes, disturbios, etc está autorizada a reprimir. Hasta aquí hay una convención tácita entre los que protestan y llevan sus acciones a un extremo y quienes son colocados para salvaguardar el orden o un edificio público. 

Ayer ,el gobierno, que tenía entre sus posibilidades amurallar la Legislatura no solo con las vallas que puso por todos lados, sino con personal petrolero como lo habían manifestado en la previa; finalmente decidió hacerlo más formal y usar preventivamente a la policía (como corresponde).

En otros momentos de la historia reciente de Santa Cruz, efectivos han repelido a los manifestantes frente a la Cámara de Diputados, usando gases y munición antimotines (no letal) y lo hemos registrado varias veces a lo largo de los últimos 25 años. Pero ayer, la policía subió a los techos de la Cámara usando las escaleras internas del edificio, pertrechados con armas largas y munición de guerra, lo cual está plasmado en varios videos que se han viralizado.

Denuncia

OPI ha tomado conocimiento de la existencia de una denuncia radicada ayer ante la Fiscalía N° 2 de Río Gallegos por diputados de la oposición, sin que hasta el momento hayamos podido tener acceso al contenido de la misma, pero en principio, las fuentes indican que podría estar relacionada con los hechos ocurridos ayer con el despliegue policial con armas letales en la legislatura provincial.

Sin embargo, la gravedad institucional que implica las circunstancias que describimos aquí, respecto de la actuación de la policía armada en los techos de la Cámara de Diputados, debería ser motivo de un pedido de informes a la autoridad respectiva, la radicación de denuncias penales por parte de los gremios, la ciiudadanía y la viralización de esta información para que se conozca a nivel nacional, la forma en que el gobierno provincial actúa vulnerando principios fundamentales de un Estado democrático. (Agencia OPI Santa Cruz)