09:50 – Anuncian que seguirán las conversaciones por la desnuclearización del país asiático.
El líder norcoreano Kim Jong-un y el presidente de Estados Unidos Donald Trump mantuvieron este jueves la segunda jornada de su cumbre en Hanói, la capital de Vietnam, y no lograron un acuerdo para coordinar el plan de desmantelamiento nuclear del país asiático.
La reunión tuvo un cierre abrupto y antes de lo previsto.
“A veces hay que irse, y esta es una de esas veces”, declaró Trump a la prensa, inusualmente pesimista al término de la reunión. “Básicamente querían el levantamiento de todas las sanciones y nosotros no podíamos hacerlo.”
“No era apropiado firmar un acuerdo en el día de hoy”, dijo el mandatario estadounidense. A pesar de que el cambio de planes llevó a finalizar la cumbre de manera anticipada, aseguró que ambas partes continuarán las conversaciones.
Trump dijo que no estuvo dispuesto a levantar todas las sanciones existentes sobre Corea del Norte, tal como había pedido Kim. Y ventiló que hubo diferencias en torno a la propuesta de desnuclearización realizada por su contraparte.
En la segunda jornada, ambos mandatarios se volvieron a encontrar en el hotel Sofitel Metropole de la capital vietnamita a las 8:55 (22:55 del miércoles en la Argentina) para dar paso a una primera reunión cara a cara que duró 40 minutos.
Al comienzo, Trump aseveró ante la prensa que no tenía apuro en su proceso de negociación con el líder norcoreano porque lo que quería era alcanzar “el acuerdo correcto” sobre la desnuclearización de Corea del Norte, y rebajó las expectativas para la cumbre.
“La velocidad no es importante, lo importante es que lleguemos al acuerdo correcto”, dijo el presidente estadounidense.
Por su parte, Kim Jong-un apuntó que “aún es pronto” para valorar si el actual diálogo bilateral producirá un acuerdo exitoso, aunque al mismo tiempo se mostró optimista.
“Es demasiado pronto para saber (si será un éxito). Pero no puedo decir que ahora mismo sea pesimista. Tengo la sensación de que saldrá un buen resultado”, dijo Kim al responder a un periodista acreditado por la Casa Blanca, en la que se cree que es la primera respuesta del mariscal a una pregunta formulada por un medio extranjero.
Luego, Kim aseguró que no hubiera viajado a Vietnam si no estuviera dispuesto a avanzar con la desnuclearización y manifestó que se alegraría si Washington decide abrir una oficina de enlace (una delegación diplomática de bajo nivel) en Corea del Norte. “Eso sería genial. Probablemente sea la mejor respuesta que haya oído jamás”, devolvió un entusiasmado Trump.
A las 9:35 (23:35 del miércoles en la Argentina) Trump y Kim salieron de la sala donde se reunieron a solas y caminaron por el patio del hotel mientras charlaban animadamente, con sus dos traductoras justo detrás de ellos.
En el otro extremo del patio los esperaban el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, y el principal responsable de la inteligencia norcoreana, Kim Yong-chol, mientras la hermana del líder de Corea del Norte, Kim Yo-jong, observaba la escena unos pasos más atrás.
Los fotógrafos estadounidenses pudieron captar a Trump y Kim sentándose en otra sala para una reunión bilateral junto a sus asesores.
El almuerzo previsto para el final de la jornada se canceló debido a que su segunda reunión se extendió más de las 2 horas originalmente previstas. La Casa Blanca informó además que la rueda de prensa de Trump se iba adelantar casi 2 horas, lo que generó dudas acerca de si se firmaría la tan esperada declaración conjunta.
Finalmente, fuentes de la Casa Blanca confirmaron que no hubo acuerdo entre ambas partes.
Se esperaba que la declaración que resultara de esta cumbre, la segunda después de la histórica de 2018, sirviera para impulsar el proceso de desnuclearización que se planteó en Singapur y que apenas cosechó avances ante la falta de una hoja de ruta.
En la declaración conjunta, Estados Unidos Unidos aspiraba a que Corea del Norte ofrezca un desarme parcial centrado en su complejo nuclear de Yongbyon, donde produce su combustible para bombas atómicas, situación a la que Kim sólo accedería a cambio de “medidas correspondientes” de la Casa Blanca.
Una de los pedidos del líder del régimen sería la firma de un tratado de paz que garantice seguridad en la península una vez finalizado el desarme.
Al finalizar el cónclave, Sanders calificó de “muy buenas” y “constructivas” las reuniones entre Trump y Kim, pero remarcó que no hubo acuerdo entre las partes.
“Los dos líderes conversaron sobre varias formas de impulsar la desnuclearización, y sobre conceptos basados en la economía”, indicó en su breve comunicado.
Tras el final abrupto de la cumbre, Donald Trump se subió a un avión presidencial de los Estados Unidos y emprendió el regreso a Washington.
Por su parte, a Kim le espera un largo viaje en tren de regreso a Corea del Norte, en el que atravesará parte de China. Podría reunirse con Xi Jinping en Beijing. (Clarín)
Querer alcanzar la parte del león en reuniones de este calibre como seguramente lo anhela estados unidos, no es cosa fácil de alcanzar, y nunca será para alguna de las parte un buen acuerdo. En el equilibrio del trato entre naciones por algo en particular, es necesario que ambos países cedan algo de sí, para en el futuro cercano apreciar sus beneficios.
Que un gobernante en forma apresurada aborde su avión y vuelva a su país, no solo hace presumir que sus planes no salieron como esperaba, sino que es la actitud de un arrogante sin respeto alguno para con sus anfitriones.
En situaciones tan delicadas como tratar temas de armamento atómico, nadie se puede dar el lujo de dar un portazo e irse con arrebato de la reunión como lo hizo truamp. Tal vez sería mejor que diplomáticos experimentados traten de encontrar la forma de limar las asperezas y que ambos vuelvan a la mesa de negociaciones, pero con el beneficio para ambas partes y para tranquilidad del mundo.