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No es suficiente para convencernos

Durante la asunción del nuevo Ministro de Economía, el Gobernador Daniel Peralta vertió una expresión tan llamativa como novedosa; refirió indirectamente a una nota de OPI en la cual bajo el título “Campillo, el ministro de las sombras”, opinamos que el Contador Juan Manuel Campillo ha sido durante doce años o más, una suerte de Ministro de Economía encubierto en funciones subalternas, oficiando de mascarón de proa casi siempre otro funcionario que no tenía voz ni voto en las decisiones de fondo de la cartera.

Fue durante el acto celebrado en casa de gobierno cuando el mandatario provincial dijo “Juan Manuel (Campillo) no fue nunca un ministro en la sombra, fue siempre un soldado del proyecto que lleva adelante Santa Cruz durante todo este tiempo”.

Después el propio Contador, luego de calificarnos despectivamente de “alguna prensa” reafirmó la encendida defensa que de él hizo Peralta y señaló “Nunca estuve en las sombras, yo siempre tuve cargos formales. Empecé en Vialidad en el año 1995 como Jefe de Departamento Administrativo Contable y nunca salte un escalón; después fui Director, Director General, después Subsecretario, Secretario de Estado y ahora soy Ministro. Son trece años, nunca estuve en las sombras”, aclaró por si algún distraído interpretó que llegó ayer a la función pública.

En realidad creemos que tanto el Gobernador como el Ministro han interpretado equivocadamente nuestro título o no supimos explicarnos suficientemente en el texto.

La metáfora utilizada para referir al señor Campillo como la persona que ha desarrollado por estos años las estrategias claves para aplicar en la provincia un modelo económico que no se ha aparatado del decálogo del ex presidente Kirchner, tal vez sea confusa para quien quiera confundir su significado, pero está muy claro a qué alude.

Nadie le resta al ahora Ministro aptitudes profesionales ni se lo acusa de haber usufructuado cargos informales. Nadie le cuestiona su paso por la administración pública ni se le reclama haber saltado estadios en su carrera administrativa dentro del Estado y por el contrario nadie pone en duda que ocupó cargos de relevancia que abarcan desde una Dirección en el área contable hasta la propia Secretaría de Hacienda. Nada de eso indica la nota. Cuando hablamos que por 12 años fue “ministro en las sombras”, nos referimos a la tarea silenciosa y de bajo perfil que desarrolló estos últimos años, donde otro tenía la firma como Ministro de Economía y él manejaba la billetera.

El concepto de ministro en las sombras entonces no tiene nada que ver con el oscurantismo proveniente de una situación no regular dentro del estado o de una función simulada, en absoluto. Ese concepto está aplicado a la acción preponderante que desarrolló Campillo todos estos años oculto detrás de un hombre que figuraba como el responsable de la economía provincial y en realidad solo ponía la cara para la foto y las firmas ordenadas en los expedientes que hasta le llegaban foliados a su escritorio. Hoy aparece como lo que siempre fue: el verdadero Ministro.

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1 COMENTARIO

  1. Con todo respecto y sin ánimo de ofender, creo que OPI, con quien generalmente estoy de acuerdo, está sobrecargando las tintas en una discusión bizantina. Ello, porque coincide con Peralta en cuanto a las aptitudes profesionales de Campillo y no pone en duda que la carrera administrativa del mismo ha sido correcta. Tal vez, los que no sabemos muy bien de qué se trata, quedaríamos más en claro si se DEMOSTRARA que el hombre “manejaba la billetera” mientras el ministro ponía la cara y la firma.

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