Cuando la realidad no es la única verdad

12/05 – 10:05 – En el país de los dirigentes del agro están convencidos de que la administración K se resquebrajó. En el otro país, que si se tocan las retenciones, la estabilidad y el modelo tambalean. Hoy los ruralistas se reúnen con Scioli y Schiaretti.

Durante el fin de semana, el conflicto entre el gobierno nacional y las entidades agrarias dibujó el contorno de dos países. Mientras los dirigentes rurales se muestran confiados en que ya lograron resquebrajar el frente oficial y sumar a sus reclamos a los gobernadores de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, en el gobierno nacional afirman que los mandatarios provinciales se mantienen alineados y responden a una estrategia diseñada entre la Quinta de Olivos y la Casa Rosada.

Los dirigentes rurales toman como indicios que avalan su lectura las reuniones que mantendrán hoy con el gobernador Juan Schiaretti en Córdoba y con Daniel Scioli en La Plata, y la que tienen agendada para el jueves con el socialista Hermes Binner.

Pero en la Casa Rosada repiten que ningún gobernador “saca los pies del plato”, más allá de que cada uno afronta una realidad particular en sus distritos y elabora estrategias de negociación acordes con la situación.

En poco más de 48 horas, Néstor Kirchner tendrá en sus manos un mapa certero de los aliados con los que cuenta, dentro de su partido, en su batalla contra el campo. El miércoles próximo, el ex presidente les tomará lista a los gobernadores e intendentes peronistas de todo el país en el acto de su asunción como jefe del PJ. Ese día, en la cancha de Almagro, quedará claro quiénes son los mandatarios que cumplen con el alineamiento incondicional que reclama la Casa Rosada. “Van a estar todos y se van a acabar las fisuras”, aseguró a Crítica de la Argentina un funcionario con despacho en Balcarce 50.

Lo más dificil es aventurar en qué punto volverán a encontrarse las partes en conflicto. Nadie se anima a anticipar qué deberá suceder para que se retomen las negociaciones. Mientras el campo afirma que no hay diálogo si el Gobierno no está dispuesto a rever las retenciones móviles, desde el oficialismo repiten que si consienten el reclamo agrario en ese punto, “tambalea el Gobierno”. “Si tras cinco meses de asumir, cedemos con las retenciones al campo, mañana tenemos a las petroleras y a las pesqueras reclamando lo mismo. Nos pegan en la base del sistema”, dijo ayer una alta fuente gubernamental.

Los voceros del Gobierno consultados por este diario coincidieron en que los gobernadores que tienden puentes con los productores agropecuarios en sus distritos responden a la estrategia diseñada por el matrimonio K.

Desde la perspectiva oficial, la gran mayoría de los gobernadores está consustanciada con el proyecto y nunca intentó siquiera gestiones que contradigan la mirada de la presidenta Cristina Fernández y de su esposo. Por eso, anuncian que este miércoles en Tres de Febrero dará el presente incluso el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, a quien consideran el más autónomo de los mandatarios provinciales.

La Casa Rosada insiste en que, por ahora, tiene todo bajo control y para sustentarlo afirman que la Presidenta estaba al tanto de los encuentros que tendrán hoy el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli con los dirigentes de CARBAP y Schiaretti con las entidades agrarias de su provincia. El cordobés continúa tomando decisiones que no siempre agradan al matrimonio presidencial. “No pide permiso para hablar pero responde al Gobierno nacional”, afirman a su lado. Sin embargo, en Balcarce 50 reconocen que el ex secretario de Industria de Domingo Cavallo comunica siempre los pasos que va a dar y “pide comprensión”, algo que a veces logra y a veces no.

A ojos de la Rosada, Scioli se encuentra entre los gobernadores que consultan cada paso trascendental que van a dar. El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, lleva la lealtad a su máxima expresión y se comunica varias veces por día con los ministros del gobierno nacional para pedir indicaciones. Lo mismo afirma de Jorge Milton Capitanich, el gobernador de Chaco que soporta también un alto grado de conflictividad en su provincia a causa de los reclamos de los productores agrarios.

Un operador presidencial reconoció ayer que el oficialismo advierte que comienza a insinuarse un bloque opositor hacia el interior del peronismo que no desemboca, necesariamente, en el armado de los hermanos Rodríguez Saá y el ex presidente Carlos Menem. En ese pelotón ubican al ex gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, y al jefe del peronismo provincial, Norberto Nicotra, un duhaldista histórico que el viernes último salió a respaldar con vehemencia el reclamo agrario. Pero también al ex gobernador de Entre Ríos Jorge Busti y a sectores del PJ cordobés entre los que se cuenta el padrino de Schiaretti, José Manuel De la Sota.

En la mayoría de los casos, la lectura de la Casa Rosada señala que se trata de dirigentes que están jugando su propio partido y buscan posicionarse. “Lo mejor que nos podría pasar es que ese bloque de descontento lo capitalice Duhalde porque es el que mejor personifica el pasado”, afirmó un funcionario de Presidencia.

De cualquier manera, el matrimonio presidencial no subestima el potencial que pueden tener el bloque opositor del pejotismo si continúa creciendo. Por eso, no rompe el diálogo con nadie y continúa enviado emisarios que buscan contener de alguna manera a los díscolos.

El escenario contrapuesto que sustentan el Gobierno nacional y las entidades agrarias volverá a medirse en quince días, cuando se celebre un aniversario de la Revolución de Mayo. Según el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, “el 25 de mayo habrá un acto de la san puta” en Rosario. Ese mismo día, el Gobierno nacional pretende sentar las bases del Gran Acuerdo del Bicentenario y el relanzamiento de Cristina Fernández. (Crítica de la Argentina)