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La parodia innecesaria

El recurso del escrache público utilizado ayer por los que se dicen “defensores de la libertad de prensa”, no es solo contradictorio, sino execrable. Sin embargo, a juzgar por los resultados, muy lejos estuvieron sus organizadores y su impulsor o ideólogo, de conseguir el propósito buscado. Los medios adictos que intentaron magnificar y reproducir los grotescos contenidos de la pantomima, fracasaron, son los que menos raiting marcaron y están a la cola en las preferencias públicas.

El gobierno nacional no pudo disimular su directa intervención en la actividad payasesca, sin aceptación ni participación popular, impulsada por el instrumento de choque utilizado por Néstor Kirchner, la otrora defensora de los derechos humanos Hebe de Bonafini. La posición incómoda que debieron adoptar los diputados nada menos que en la Comisión de libertad de expresión, faltando a la obligación democrática de no avalar la iniciativa neofascista de Kirchner y sus acólitos, por miedo a las represalias de su patrón, puso a estos legisladores en el escalón más bajo de la vergüenza y la indignidad.

Muchos de ellos, sin ninguna duda que si el acto payasesco de la ex defensora de los DDHH hubiera sido una acción autónoma y sin guiño político, no habrían dudado en repudiar aquella estupidez escenificada al aire libre; pero como todos saben que detrás de esa parodia insensata y procaz está la mano del pingüino regente, tuvieron que acatar sus mandamientos o perecer en el purgatorio K.

Como era de esperar todo transcurrió sin ningún tipo de repercusión pública ni mediática. El gobierno – contrariamente a lo esperado – desistió a último momento de mover a sus peones asalariados para que hicieran presencia en el acto, precisamente por la repulsa generalizada previa que se levantó desde el arco político (opositor y propio), además de las descalificaciones que sufrió la propia presidenta cuando desde algún micrófono suelto, se le pedía opinión al ciudadano común.

Pero eso no bastó para que por asociación directa, se llegara a interpretar que la parodia estrafalaria de la anciana desbocada, que supo ganar buenos millones al amparo del derechoso kirchnerismo, respondía a una consigna planificada hasta en sus sesgos más fascistoide, impartida por don Néstor.

La estructura mediática del poder, que dice combatir el monopolio privado para imponer el monopolio del gobierno, estuvo disponible en su totalidad para dar el golpe de efecto que buscaban desde la Casa Rosada, pero que una vez más, fue un rotundo fracaso.

“La Corte” producciones y las huestes del suicidado mediático Diego Gvirtz, estuvieron “al palo” en el “acontecimiento” que para ellos significaba el eje del universo sobre el cual giraba el resto de la realidad del país en el día de ayer. Craso error. A muy pocos le importó la grotesca parodia que ensayó la abuela rica, de escarchar a renombrados periodistas argentinos, con quienes uno puede o no estar de acuerdo desde lo ideológico, pero que como trabajadores de prensa y como personas, se los debe respetar.

Nuevo periodismo K por NIK

Los carteles de tantos periodistas honestos que tenían la boca cruzada por un billete el día de la marcha por la ley de Medios, fue la prueba más abyecta del pensamiento K en materia de libertad de prensa. La contribución que hizo Mariotto cuando se sinceró ante las cámaras, puso blanco sobre negro la intención de este gobierno hacia los comunicadores sociales que no se aferran al libreto chavista que quiere imponer el FPV.

La muestra más evidente y palpable del fracaso mediático que tuvo la payasesca pantomima pública impulsada por NK y Hebe de Bonafini en el día de ayer, está reflejada en la medición de IBOPE. Los programas 6,7,8 de Canal 7 y Duro de Domar en la subsidiaria Canal 9, no midieron más de 3,4 de audiencia y figuraron al final de la tabla de preferencias, de un televidente que está harto del chupamedismo periodístico y evita consumir el mensaje abominable y adoctrinador que impulsa el gobierno a través de sus testaferros ideológicos. Obvio, Argentina no es Venezuela y jamás las recetas del dictademócrata latinoamericano, podrán cultivar simpatías en nuestro país.

Anoche Telefé, Canal 13 y América ocuparon el podio en la grilla y después apareció Canal 9 y al final Canal 7, toda una respuesta popular al delirio oficial de meter a presión temas que son de su estricto interés político y que a la mayoría de la gente no les importa nada.

Mientras los panelistas de 6,7,8 reponían la saga de “El ojo del Amo”, cuna del basilisco oficialista que como Carozo y Narizota, fundaron Carmona y Millán desde la pantalla del Canal 2 de Rudy Ulloa en Río Gallegos, un endurecido Tognetti con panelistas que se suelen olvidar la letra que les pasa Gvirtz y están obligados a repasarla en pantalla, ametralló al televidente con imágenes del caricaturesco “juicio a periodistas”, para regocijo de los pocos que en esos momentos querían disfrutar de la patriada del productor que desde hace un tiempo rescindió su creatividad por la obediencia debida; y así se convalidó lo que yo llamo una suerte de masturbación ideológico-partidaria, que gozan en total soledad, quienes solo creen en sí mismos.

No les alcanzó, es cierto; pero al menos lo intentaron. El sábado TVR (históricamente con entre 8 y 11 puntos de raiting, hoy tiene 2,5), el otro ex buen programa que ya nadie mira (personalmente hace mucho que dejé de verlo y sintonizo Zaping) volverá a la carga con el escrache, Clarín, los hijos de Noble, el periodismo del proceso, etc etc pero jamás va a volver (como en un principio) a recordar las miserias políticas, las denuncias de corrupción, los ridículas actitudes de algún funcionario o mostrar las contradicciones del gobierno (excepto que sean las de la oposición). Son tan obvios y obsecuente que han sepultado el mayor capital que tiene un programa de televisión: la elección del público, o el gusto público por lo que muestran en la pantalla.

Simplificando y concluyendo: de algo sirvió esta burda escenificación de Bonafini; en principio para saber qué es lo que pretende el gobierno cuando habla de imponer con fórceps la Ley de Medios y por otro lado para desnudar la particular operación de prensa que arman, con la complicidad de productores televisivos, periodistas, comentaristas, conductores y panelistas, con el fin de arrastrar a la opinión pública al terreno de la pelea con los que hasta ayer comieron en la misma mesa, acordaron operaciones mediáticas e hicieron buenos negocios, como es el caso del Grupo Clarín. (Ruben Lasagno/OPI Santa Cruz)

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3 COMENTARIOS

  1. “el ojo del amo” se usa para los envenenados, en el hospital les dan eso y largan todo en3,5 segundos, sale un vómito paroxístico que se desplaza con un ángulo de 38º y una velocidad de 40 m/seg.
    El ojo del amo salva gente. Sobre todo a los suicidas de esta gris y deprimida provincia.

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