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Las puertitas del señor Álvarez

(Por: Rubén Lasagno) – 30/11 – 19:30 – Si algo tiene el kirchnerismo y sus desviaciones, es el uso de la mentira para explicar incontrastables verdades. Sin embargo, sostenemos algo que se cumple sistemáticamente en el caso de los políticos del actual oficialismo: son tan burdos y ordinarios para atacar, que es muy fácil contrarrestar sus efectos y devolverles el golpe multiplicado por cien, luego de lo cual, ya no tienen respuesta. El último gran apostador del ridículo es un diputado provincial, de nombre Leonardo Álvarez, que no puede mirar su propia historia sin avergonzarse y habla de nosotros, fundiendo el relato que le ordenan con la realidad que lo somete.

Si ser idiota diera plata, habría muchos en política, que tendrían fortuna suficiente para no trabajar en toda su vida”, reza un dicho de autor anónimo, con el cual comulgo en parte, porque pienso que estando en política en la Argentina de hoy, ya es suficiente para tener fortuna sin haber trabajado nunca. De todos modos, no es el significado de esta frase, sino un eufemismo para explicar que la persona a quien va dirigida esta nota, es lo suficientemente poco sagaz como para meterse en un terreno que no le es propicio, excitar una discusión cuyos términos no le van a ser favorables y destapar una historia que lo va a poner en ridículo.

Nos referimos al diputado provincial Leonardo Álvarez, una rara especie de advenedizo político santacruceño, que se permite estar de los dos lados del mostrador: es legislador, integra la Comisión de minería, sobre la cual influye y legisla y en su vida privada posee flota de camiones que hacen transporte para las mineras. Si esto fuera poco, es el principal ideólogo e impulsor del rechazo, junto a sus compañeros de La Cámpora, del gravamen que el Ejecutivo le quiso poner a la transferencia de los yacimientos entre las empresas multinacionales, que hacen sus “compra-venta” sin aportar ni un peso, al menos para la provincia.

Es, además, actor principal en una historia vergonzosa de ribetes escandalosos que lo mantuvo cautivo en Buenos Aires, travestido de hombre común, pero debiendo conservar la impronta de la ética que se supone, debe rodear las acciones públicas y privadas de un legislador y ahora (como si fuera poco), se lo descubrió asociado a la, podemos decir, empresa “Cámara de Diputados de Santa Cruz S.A, Agencia de Empleos”, donde a partir de su asunción a fines del año pasado, puso como “asesores” de su inestimable gestión a cuatro personas: una, la esposa del Intendente Nelson Gleadell de San Julián, (la localidad de donde proviene el diputado) Cecilia Guillermina Barría (DNI 18.517.572), quien gana un sueldo de 10.427,64. Y también entre esas cuatro personas, está el señor Carlos Roberto Pierroti (DNI 11.724.000), sindicado como ex Agente del Batallón 601 en la época del proceso militar.

¿Qué pasó?

Sucede que ayer 29 de noviembre, OPI publicó una nota confeccionada a título de colaboración por el periodista Héctor Barabino, donde bajo el título Diputado de “La Cámpora asesorado por ex agente de inteligencia” el colega expresa que el legislador posee entre sus asesores a un participante del staff del Batallón 601, otrora un ícono de la represión en épocas del Proceso Militar, unidad que fuera desmantelada en épocas del gobierno alfonsinista.

Dicho esto y leído por el diputado de La Cámpora, quien no tiene gran simpatía por nosotros, debido a que lo pusimos al descubierto con el negocio minero y su participación de lobysta minero en la Cámara de Diputados, enfurecido y sin razonar ni reflexionar (como corresponde a todo buen hombre K), el legislador dio a conocer su punto de vista en un comunicado, donde, no solo no explica lo que está en duda: lo niega y que saca a relucir la impotencia que lo embarga ante la falta de argumentos para rebatir tan irrebatible información y entonces ataca a mansalva, mezclando las cosas, subiéndose a la extraordinaria mentira que inventó la presidenta y sus operadores de C5N y diarios truchos como Tiempo Argentino y Telam, para vender que OPI espía a la mandataria y es socio vitalicio del gobernador Peralta, junto a quien pergeña todo tipo de maldades en contra del gobierno nacional, hasta, inclusive, su desequilibrio que es más mental que institucional.

Sin que pueda ejercer una defensa genuina sobre los hechos que lo rodean, el diputado eligió atacar al medio y a mí, personalmente, para contrarrestar, de alguna manera, la avalancha de información negativa que se cierne sobre él como personaje que no deja de trastabillar en la opinión pública, remedando al pato y transformándose en pinocho, a la vez que dejando su honorabilidad muy mal trecha, lugar donde no cabe, ni por asomo, la ética perdida en algún rincón ignoto de la desvergüenza.

Álvarez abrió las puertas de un ida y vuelta mediático que de ninguna manera lo favorece, pero ignorante supino de las consecuencias, destapó la caja de Pandora tratando de llevarnos al barro de la infamia y la calumnia, lugar donde tenemos experiencia en pelear, porque la ortodoxia kirchnerista nos ha querido pegar varias veces y nunca ha podido, sino fortalecernos y meternos en la contienda que más nos gusta, obligándonos a buscar información revelable de aquellos que se cree impolutos, hasta el grado de redactar un sacrosanto comunicado, sin saber que también nosotros lo vamos a leer e inmediatamente le vamos a contestar, como corresponde a quien no tiene nada que esconder y mucho que decir.

Puerta 1

La nota que hizo pública el departamento de prensa del diputado dice en sus inicios:

Respecto de la nota publicada en medios virtuales de la provincia de Santa Cruz y el diario La Nación que vinculan a un presunto ex agente de inteligencia como asesor del Diputado del FPV Leonardo Álvarez, el legislador Provincial desmintió que el Sr. Roberto Pierotti pertenezca a su nómina de asesores.

Pierotti forma parte del personal del Bloque del Partido Justicialista de la Cámara de Diputados de Santa Cruz desde 19 de abril de 2010. Leonardo Alvarez asumió su cargo en diciembre de 2011.

Desafíó a los emisores de la noticia a que encuentren un recibo de sueldo de Pierotti refrendado por mi”, sostuvo Álvarez. Cabe destacar que Dicho método administrativo se utiliza para certificar la labor del personal de la Legislatura”.

Haciendo la exégesis de Álvarez, más o menos quiso decir: “Periotti estaba antes de que yo llegara a la Cámara, lo contrató el bloque del PJ y yo no tengo nada que ver con este tipo”.

Efectivamente, por Expte 028701/10, Roberto Carlos Periotti fue dado de alta a partir del 19 de abril de ese año en lugar de quien estaba en ese cargo, Noelia Ayelén Ríos. De hecho el hombre figura en el listado de personal de la Cámara que OPI publicara hace una semana atrás. Sin embargo, eso no significa nada, porque Periotti pasó a desempeñar el cargo de Asesor de Álvarez, cuando éste asumió en la Legislatura en diciembre de 2011.

Entonces es cuando Álvarez infla el pecho y desafía a “los emisores de la noticia” (léase: OPI) a que encuentren un recibo refrendado por el Legislador; que es lo mismo a indicar: no lo conozco, jamás compartí un café con este señor.

Bien, nosotros no tenemos ningún recibo firmado, pero tenemos, además de la inclusión de Periotti en el listado de pago de la Legislatura, un audio tomado del programa radial “Periodismo sin pauta” de Fm Abril en la cual Leonardo Álvarez es entrevistado y reconoce expresamente que entre los cuatro asesores que posee, está Periotti.

El lector no tiene más que escuchar el fragmento del audio que se inserta aquí:

Puerta 2

Así como Álvarez abrió la puerta 1, con una mentira flagrante, abre la segunda con más mentiras y difamaciones, montadas en el relato que le dictó la presidenta, cuando inventaron la conspiración en contra del gobierno nacional, como si la Casa Rosada estuviera habitada por inmaculados angelitos, dedicados a hacer el bien y pontificar sobre malvados incorregibles que se juntaron en Santa Cruz para ofender a la mandataria y mansillar la memoria del finado.

En esta parte sostiene que es una maniobra de difamación contra él, pergeñada entre quien esto escribe y el Gobernador Peralta, tomando este calificativo de mis palabras cuando denominé de “sicario mediático” al inefable peón de operaciones oficialistas, Eduardo Feinmann y que sin mucha idea y menos originalidad Álvarez me las devuelve tratando de lesionar mi honorabilidad, que está a muy buen resguardo de este tipo de estupideces vomitadas por un inimputable como el legislador que de “trampas” sabe mucho y de inventar excusas para que lo salven sus amigos cuando se queda sin plata, también.

La pluma disparatada de Álvarez, con el mismo rigor que dijo al principio del comunicado que “desmentía que Periotti fuera su asesor” y se lo puede escuchar recociéndolo, embate contra una supuesta e inventada sociedad entre OPI, el Gobernador Peralta y su padre, en el 2007, desde donde procedimos, según él, “a la destrucción de todo aquello que el pueblo de nuestra Provincia logro durante las gestiones del ex Presidente Néstor Kirchner al frente de la Gobernación”.

Claro que no vamos a defender al gobernador ni a su padre, simplemente decimos que a ninguno de ellos conocemos, como tampoco conocemos al diputado Álvarez. Pero eso no es lo importante, porque son mentiras sin poco vuelo, con escasa probabilidad de sobrevivir más allá de un par de minutos; lo curioso de todo es que Álvarez pretenda atacar con el latiguillo de la dictadura militar, cuando él, personalmente, contrató como asesor a un hombre, nada menos, que del Batallón 601.

Para que el lector no crea que buscamos debajo de la alfombra, para magullar la destartalada imagen pública del sanjualinense, vamos a transcribir una nota que sobre Periotti, publicó el portal Sora Digital, donde, de alguna manera, cuenta su periplo por distintos cargos, inclusive como hombre de confianza del Intendente Nelson Gleadell y posteriormente como asesor del propio Álvarez, en la Cámara de Diputados.

El Secretario General del Concejo Deliberante (Carlos Periotti) renunció en la mañana del lunes 19 de abril a su cargo, aduciendo motivos estrictamente personales. El cuerpo le aceptaría la renuncia y se le complicaría al sector del Intendente Nelson Gleadell nombrar a un allegado en dicha función.

El verdadero motivo de la renuncia, pareció ser la incómoda situación que se planteó cuando Roberto Pierotti apareció vinculado al Batallón 601 en la época de la dictadura militar como “agente de reunión” es decir recopilando información. A pesar que el Intendente Nelson Gleadell intentó sostener políticamente a un hombre de su riñón y estricta confianza, ya que Pierotti se desempeñó en los primeros años de la gestión del jefe comunal en la estratégica Dirección de Tránsito y Comercio, la situación se habría vuelto insostenible, sobre todo por las declaraciones formuladas a FM Bahía, en el programa de Oscar Castro, por el Secretario de Derechos Humanos de la Provincia, Humberto Quiñones, donde cuestionó duramente que alguien vinculado al Batallón 601 en época de la dictadura, ocupara un cargo político en época democrática.

Por su parte los ediles de la oposición, Roberto Aristimuño, Ariel Sarasa y Darío Giménez habían solicitado la información oficial sobre las listas publicadas en Febrero de este año por la revista “Veintitres”, para tomar una determinación acerca de la compleja situación.

En las elecciones del 2007, cuando consiguió su reelección el Intendente Nelson Gleadell, había logrado incorporar dos ediles de su propio lineamiento (Juan Manuel Pereyra y Cecilia Barría, esposa de Gleadell) sumando desde el Justicialismo a Darío Giménez que también llevó la boleta del Jefe Comunal. Mediante estos tres ediles Gleadell logró colocar a Roberto Pierotti en la estratégica Secretaría General del Concejo Deliberante.

Con el correr del tiempo la relación entre Gleadell y Giménez se fue desgastando ostensiblemente, y el Intendente perdió de esta forma la mayoría en el cuerpo deliberativo, en muchos temas sensibles. De esta forma y ante la renuncia de Pierotti, el Concejo debió nombrar un reemplazante, para lo cual se necesitaban por lo menos 3 votos, por lo que el grupo de ediles críticos con la gestión del Intendente, estarían en condiciones de consensuar una persona no identificada con el sector político del Intendente Nelson Gleadell. Un rumor que circuló en las últimas horas era la posibilidad que Roberto Pierotti volviera a ocupar la Dirección de Tránsito, Comercio e Inspecciones de la Municipalidad, reemplazando a Ricardo Méndez, es algo improbable por el alto costo político que debería pagar el jefe comunal.

Puerta 3

Leonardo Álvarez, en vez de despegarse del problema, logró el efecto inverso y la identidad de un hombre que tal vez no tenga nada de que dar cuenta, porque quizás nunca tuvo una actividad como la que se sospecha o la que le imputan, solo por haber pertenecido a la comunidad de Inteligencia en un momento histórico del país, lo pone en la discusión pública de un modo brutal e innecesario, hecho que podría haber evitado si, además de defender lo indefendible, no hubiera mentido como mintió, ensombreciendo todo tipo de aclaración futura sobre este particular.

Nadie más que el diputado es el culpable de todo este escándalo que lo tiene como protagonista central, porque respondiendo genuinamente al “modelo K”, atacó sin reparar que sus palabras se volverían en contra de sus propios intereses. ¿Quería pruebas el legislador, por parte de los “emisores de la noticia”?. Aquí las tiene. (Agencia OPI Santa Cruz)

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