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Capitanich admitió la inseguridad pero apuntó a las provincias

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich - Foto: Presidencia
17/03 – 09:30 – Dejó expuesto a Scioli y a su ministro de Seguridad, que había pedido más policías en una nota con Clarín.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, admitió ayer que la creciente inseguridad que se vive en el país se ha convertido en “un problema”, pero también insistió con un mensaje que el Gobierno viene dejando en claro desde hace tiempo: las provincias deben hacerse cargo de los problemas de inseguridad.

Capitanich aseguró que la inseguridad “no es mayor” a la que había en “2001 o 2002” y manifestó que los hechos de violencia “no se resuelven con más policías, con más patrulleros o con más cámaras”, a contramano de los dichos del ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, en una entrevista publicada ayer por Clarín, cuando dijo que “el déficit número uno es la falta de policías”.

Luego de las fuertes declaraciones del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, quien manifestó que “se viven horas dramáticas” por la inseguridad, Capitanich afirmó ayer en América TV que la problemática se da en torno de un “fenómeno de carácter mundial”.

“Esto es algo que sucede en todo el mundo porque la tasa de urbanización ha crecido en las sociedades modernas y los procesos de inequidad distributiva también impactan”, evaluó el funcionario.

“El gobierno nacional puede hacer lo que hace, en el sentido del refuerzo, hacerse cargo de las competencias específicas en los lugares que corresponden y el fortalecimiento en intervención en el marco de la Ley de Seguridad Interior”, planteó el jefe de ministros.

En cuanto a las responsabilidades, Capitanich dijo que aunque “la percepción popular sea hacer cargo al gobierno nacional”, la seguridad pública “es competencia de las provincias” porque “así lo dijo la Corte Suprema”. Y consideró que “para que exista un tema de seguridad tiene que haber equidad distributiva y esto se resuelve con más inclusión social”, por lo que evaluó que el problema no se supera con “más policías, con más patrulleros o con más cámaras”.

En la resolución de esta problemática se deben involucrar “al gobierno nacional, al provincial, al municipal y a la Justicia”, concluyó.

El de Capitanich no fue el único contrapunto entre miembros del gobierno nacional y del gabinete de Scioli.

El viernes, tras el asesinato de un chofer de la línea 56 mientras manejaba un colectivo en La Matanza, el ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, había dicho que quien debía ocuparse de ese tema -por el asesinato del colectivero- era Daniel Scioli.

Granados le respondió a Randazzo. “Fue una chicana política. Nada más que eso”, consideró el ex intendente de Ezeiza en la entrevista con este diario.

En los últimos días, preocupado por las encuentas que indican que los bonaerenses consideran a la proliferación del delito como el costado más débil de la gestión bonaerense, Scioli decidió poner a la lucha contra la inseguridad en el centro de su gestión. “Vamos a estar todo el tiempo con eso”, avisó a su equipo.

El kirchnerismo duro, que mira desde hace años a Scioli con desconfianza, detectó esa preocupación, y por eso sus principales dirigentes salieron a hostigarlo. Ayer, por caso, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, se mostró partidario de una “profunda reforma en las policías provinciales por estar corrompidos los mandos superiores”, a la vez que reclamó una “mayor agilidad” de la Justicia, en línea con el pedido que hizo Cristina Kirchner ante el Congreso. (Clarín)

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