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El socio de Boudou en el centro del Caso Ciccone

El empresario Alejandro Vanderbroele - Foto:
20/05 – 11:00 – En el expediente por la compra de la imprenta hay cada vez más pruebas que implican al socio y amigo del vicepresidente en el armado de la operación. El cruce de llamados es revelador.

Por: Omar Lavieri
José María Núñez Carmona es el mejor amigo de Amado Boudou. Son socios, fue su testigo de casamiento y se conocen desde hace años. Amigos de ambos señalan que fue “Nariga” quien ayudó económicamente al vicepresidente hasta que la varita mágica del kirchnerismo tocó a Boudou y la cosa se invirtió.

El domingo por la noche cuando Boudou -luego del revés judicial de la Cámara de Casación- estuvo en el programa 678 de la TV Pública, tuvo algunas palabras duras para su alter ego. Para el hombre que siempre lo ha acompañado. Cuando fue consultado acerca de las sospechas que rodean a Núñez Carmona en el Caso Ciccone, Boudou declaró: “Lógicamente me perjudicó y las explicaciones las tendrá que dar Núñez Carmona en el marco de la causa porque ya excede una conversación de amigos. Tiene que ver con una cuestión jurídica. Desde el punto de vista de mi relación con él, obviamente, lamentablemente es muy difícil mantener lazos con tantas sospechas dando vueltas”.

¿Se rompió la relación entre dos hombres que eran como hermanos y son socios en un grupo de varias empresas? Las palabras de Boudou sonaron a ruptura. Lo cierto es que ambos están defendidos por el mismo estudio de abogados, con lo que no se presume que tengan estrategias judiciales enfrentadas. Por lo menos por ahora.

Boudou dice que no tiene relación alguna con la compra de Ciccone. Que a quien dirigió la empresa, Alejandro Vandenbroele, no lo conoce. Pero el nexo entre ambos es Núñez Carmona.

Según pudo reconstruir Infobae a partir de fuentes judiciales, los llamados telefónicos de Núñez Carmona, volcados en el expediente, revelan que fue el eje sobre el que giró la operación de adquisición de la imprenta apta para hacer billetes. Los investigadores determinaron que Núñez Carmona se comunicó con Nicolás Ciccone, uno de los dueños de la empresa calcográfica. También habló más de 50 veces con Guillermo Reinwick, yerno de Nicolás Ciccone. Y además habló con Olga Ciccone, hija de Nicolás Ciccone y con su esposo Pablo Amato.

Ese cruce de llamados refuerza por una vía independiente el relato que hicieron los integrantes del clan Ciccone ante el juez federal Ariel Lijo quien investiga al vicepresidente por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública.

Los Ciccone habían dicho que hubo reuniones en las que participaron Boudou y Núñez Carmona en las que se habló de la compra de la empresa. Y que el vice, cuando era ministro de Economía, puso al mando de la operación a su hombre de confianza: “Nariga”.

Pero el cruce de llamados no sólo ubica a Núñez Carmona en diálogo franco con los Ciccone. También se detectaron llamados con Rafael Resnick Brenner, otro de los imputados en la causa. El socio de Boudou hablaba asiduamente con quien era Jefe de Asesores del director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) Ricardo Echegaray. Resnick Brenner fue una pieza clave en el entramado del Caso Ciccone porque firmó dos dictámenes favorables para que la “nueva Ciccone” presidida por Vandenbroele recibiera planes de pagos por parte de la AFIP con beneficios extraordinarios. ¿Por qué estaba interesado Núñez Carmona en hablar con el hombre clave de la AFIP?

El socio de Boudou también se comunicó con el abogado Oscar Bareiro quien representó a la “nueva Ciccone” en el expediente de la quiebra en un juzgado comercial. ¿Para qué?

El cruce de llamados revela que Núñez Carmona no tenía una relación previa ni con los Ciccone ni con Resnick Brenner, ni mucho menos con Bareiro. Comenzó a llamarlos cuando la “Operación Billetes” había comenzado a gestarse.

Núñez Carmona, empresario dedicado el negocio publicitario, vinculado con la organización de espectáculos, tuvo un repentino interés en comprar Ciccone. La empresa que iba a ser contratada por la Casa de Moneda para imprimir billetes de 100 pesos. Esa repartición pública que imprime el papel moneda en la Argentina depende y dependía en 2010 -cuando fue la adquisición de Ciccone- del Ministerio de Economía. Boudou, socio de Núñez Carmona, estaba a cargo del Palacio de Hacienda. Por eso el vicepresidente está complicado judicialmente. Porque salvo que se diga que Núñez Carmona hizo un negocio por su propia cuenta y a espaldas de su mejor amigo, las sospechas judiciales están dirigidas a Boudou, el poderoso e influyente kirchnerista que fue ministro de Economía primero y vicepresidente después.

Esa es la hipótesis judicial sobre la que trabaja el juez Lijo. Para el fiscal del caso, Jorge Di Lello, en el negocio intervinieron además, los Ciccone y otros imputados y por eso pidió la indagatoria del vice. Lijo les tomó declaración testimonial a los integrantes de la familia que poseía la calcográfica y Boudou -que desmintió que se hubiera reunido con los Ciccone- pidió la nulidad de esas declaraciones. La Sala I de la Cámara Federal podrá resolver ese pedido de nulidad a partir de hoy.

En la causa se siguen sumando testimonios y pruebas. Hace dos semanas declaró como testigo en el Caso Ciccone Martín Cortés, consultor en comunicación, director y accionista del banco de Formosa, e integrante de varias sociedades. Una de ellas, Solphone, que tenía domicilio en la oficina de The Old Fund, el misterioso fondo conducido por Vandenbroele que se quedó con Ciccone. En la investigación del Caso Ciccone se detectaron llamados a líneas a nombre de la empresa Solphone. Por eso fue citado el empresario.

Cortés, fue subsecretario de Comunicación de la Provincia de Buenos Aires en 2003 y ocupó el lugar de gerente que en 2002 dejó el actual Jefe de Gabinete Jorge Capitanich en la consultora Estrategias de Imagen y Comunicación (EIC). Hombre de contactos, admitió en la Justicia haberle vendido -a través de EIC- estudios de opinión pública sobre “inflación” a The Old Fund la ignota compañía encabezada por Vandenbroele. Los informes los encargó Vandenbroele y los pagó la empresa que se quedó con Ciccone. El costo era de entre 15 y 20 mil dólares y Cortés entregó unos 20 estudios. Cortés admitió que conoció a Vandenbroele cuando este actuó como asesor de Núñez Carmona en el intento del socio de Boudou de comprar Canal 10 de Mar del Plata.

La declaración de Cortés mostró un entramado de gente de negocios entre los que se encuentran Núñez Carmona, Vandenbroele y Reinwick, entre otros. Pero aportó un dato importante a los investigadores: en su declaración se le preguntó a Cortés a qué número llamaba a Núñez Carmona. Y el empresario aportó el número. Ese número, figuraba entre los que estaban en el expediente pero no tenía dueño. Gracias a Cortés se conocieron algunas llamadas más que comprometen al socio de Boudou en el Caso Ciccone. Todas relacionadas con el negocio que desde 2010 se puso en marcha: la compra de la máquina de hacer billetes. (Infobae)

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