03/07 – 09:30 – El juez lo citó a ampliar la indagatoria, tal como había pedido. Pero ahora no le conviene.
Por: Nicolás Pizzi
Tras el sacudón político y judicial que significó el procesamiento de Amado Boudou, el juez federal Ariel Lijo dejó transcurrir los primeros dos días y finalmente ayer a la mañana citó al vicepresidente para que amplíe su indagatoria en el caso Ciccone el viernes a las 10 de la mañana, tal como lo había solicitado el funcionario.
Pero vice no se presentaría, al menos por ahora, en Comodoro Py. Los abogados defensores, Diego Pirota y Eduardo Durañona, ahora le recomendaron esperar. “ El contexto es completamente distinto luego de dictados los procesamientos”, justificó una fuente consultada por Clarín.
Boudou regresó ayer al país luego de su viaje por Cuba y Panamá casi de escondido y sin hacer declaraciones a los periodistas.
Al cierre de esta edición tenía previsto encontrarse con sus abogados para definir los pasos a seguir, aunque la estrategia ya la vienen discutiendo desde la madrugada del sábado (las comunicaciones se hicieron más fluidas cuando llegó a Panamá por los problemas que hay en Cuba).
La defensa sostiene que, desde el punto de vista jurídico, sería “inoportuno” declarar con un procesamiento a cuestas. Si no recibe una orden diferente de la Casa Rosada, hoy mismo los abogados se presentarán en el juzgado para desistir de la ampliación de la indagatoria, al menos por el momento.
Lijo, que no estuvo ajeno a las dudas de la defensa de Boudou, accedió ayer al pedido de ampliación de la indagatoria a través de una brevísima resolución en la que cita el artículo 303 del Código Procesal Penal que establece que “el imputado podrá declarar cuantas veces quiera; siempre que su declaración sea pertinente y no aparezca sólo como un procedimiento dilatorio o perturbador”.
El vice había anticipado el 9 de junio, cuando terminó su indagatoria, que iba a realizar una ampliación con “contenido político”. Luego dejó trascender que podría apuntar a figuras del oficialismo, como el gobernador bonaerense Daniel Scioli o el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Los dardos también alcanzarían al ex presidente Eduardo Duhalde.
Boudou esperó tres semanas. Antes de partir a Cuba, habló con la presidenta Cristina Kirchner y recibió el aval para volver a declarar. El pedido se concretó recién el viernes pasado al mediodía. Esa presentación causó un impacto enorme sobre el juez Lijo, quien decidió apurar los procesamientos sobre seis de los siete imputados. El ex jefe de asesores de Economía y actual director del Banco Mundial Guido Forcieri aún no fue indagado.
Antes que de Boudou vuelva a declarar, los abogados de Boudou quieren apelar el procesamiento. Recién ayer a la mañana se notificaron formalmente del fallo (hay otros abogados que aún no recibieron la cédula), por lo que el plazo vencería el próximo viernes.
“Tenemos 48 para obtener una copia de la resolución y luego tres días hábiles, pero hay un feriado en el medio”, explicó uno de los abogados.
Todos los planteos quedarán en manos de la Sala I de la cámara federal porteña, que no tendrá su integración completa hasta que pierda la selección de fútbol de Sabella. Ocurre que uno de sus integrantes, Jorge Ballestero, viajó a Brasil porque integra el Tribunal de Disciplina de la AFA. “Tiene hotel y entradas gratis, no hay posibilidades que vuelva antes”, respondió una fuente judicial ante una consulta de este diario.
La causa Ciccone está desde el miércoles en esa sala del tribunal de alzada porque Nicolás Ciccone apeló su procesamiento y pidió la nulidad de parte de la causa porque pasó de la condición de testigo a imputado y luego procesado. Esa esa es la más cercana a las estrategias judiciales del Gobierno. (Clarín)
