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Juntos por la paz: un momento especial entre el Papa Francisco y Maradona

Juntos por la paz: un momento especial entre el Papa Francisco y Maradona
02/09 – 10:00 – El Diez se emocionó por su encuentro con el Sumo Pontífice; “Él es el verdadero fuera de serie. Soy un soldado suyo”, dijo Diego; fue la estrella de un partido a beneficio que jugó con colegas famosos.

Por Elisabetta Piqué
Quedará registrado como el día de la conversión de Maradona, o el día de un abrazo inolvidable entre dos grandes: el papa Francisco y el “pibe de oro”, Diego Armando Maradona. Eran las 17.15 en el aula de audiencias Pablo VI. De riguroso traje negro, corbata, arito de diamante, pelo corto, el Diez había esperado más de una hora que el Pontífice saludara, uno por uno, a funcionarios del cuerpo diplomático de los países representados en el Partido Interreligioso por la Paz, a rabinos, imanes musulmanes, sacerdotes, empresarios, familiares y acompañantes. En la espera, a Maradona se lo veía con rostro contrariado. ¿Cómo? Él, el número uno, ¿esperando que otros saludaran, antes que él, a Francisco?

Pero a las 17.15 (hora italiana) cambió todo. Luego de hacer fila, como los demás, el Diez llegó por primera vez ante Jorge Bergoglio. Y, como luego dijo el mismo Maradona a los periodistas, “se juntaron dos potencias” que se fundieron en un abrazo que provocó una ovación en el Aula Pablo VI. “El Papa es más grande que Maradona, él es el verdadero fuera de serie”, contó luego el ex futbolista a los periodistas. “Me había alejado de la Iglesia porque pensaba que no hacía lo suficiente para los necesitados, pero Francisco es distinto. ¿Qué me dijo? Que me estaba esperando”, agregó. Y fue más allá: “El Papa es el mejor, me hizo sentir un argentino bueno y me da mucho placer que un argentino esté haciendo tan bien las cosas en un lugar tan prestigioso como ser papa en el Vaticano. Después de haber tenido muchos papas que miraban la política y no miraban los chicos con hambre, éste a mí me pega en el corazón cuando habla del hambre que hay en el mundo, que es una realidad que no podemos dejar pasar de largo”.

Maradona le regaló al Papa una camiseta de la selección con el número 10 y el nombre Francisco impreso en la espalda, y una dedicatoria: “A Papa Francisco, con todo mi afecto y mucha paz para todo el mundo”. Y reveló que también le dijo cosas tan personales que durante ese abrazo con el hombre vestido de blanco -amante del fútbol, que quiere una Iglesia pobre para los pobres e hincha de San Lorenzo-, se acordó de su madre, doña Tota, y le pidió por ella. “Me comprometí a trabajar por la paz”, también contó Diego. Impaciente, Maradona no se quedó para sacarse la foto de grupo al final de una audiencia bastante “indisciplinada” -como siempre, rompiendo el protocolo, Francisco se acercó a saludar gente y a hablar con los periodistas-. Pero más tarde, en el Partidio Interreligioso por la Paz que jugó en el estadio Olímpico, con la camiseta número diez, volvió a brillar y a ser ovacionado por la multitud al grito de “¡Diego! ¡Diego!”.

Todo comenzó a las cuatro de la tarde en el Aula Pablo VI. Maradona estaba en primera fila, sentado al lado de Javier Zanetti, cuya fundación solidaria, Pupi, junto a Scholas Ocurrentes, la red mundial de educación a través del deporte creada por Francisco, organizó el Partido Interreligioso. Detrás se destacaban varios otros ídolos del fútbol, de diversos credos. El pibe Valderrama con su melena, Muro Icardi (que metió más tarde tres goles) junto a Wanda Nara, Roberto Baggio, Andrea Pirlo, Gianluigi Buffon, Samuel Eto’o, Paolo Maldini y muchos más. Francisco les recordó la importancia de la cultura del encuentro y les agradeció su participación en el Partido por la Paz. Destacó que los fondos que de recaudaban iban a ser para proyectos de solidaridad, pero que el partido era sobre todo para reflexionar sobre los valores de la convivencia pacífica: lealtad, acogida, diálogo y confianza en el otro. “Se trata de valores que existen, mas allá de la raza, la cultura y el credo religioso”, dijo el Papa. “Las religiones están llamadas a ser vínculos de paz, nunca de odio”, les dijo a los futbolistas, a quienes invitó a ser ejemplo para niños y jóvenes ?”dentro y fuera de la cancha”.

“El fútbol es un fenómeno que marca la sociedad, el deporte es juego, fiesta y debe ser valorizado recuperando el sentido de gratuidad”, también señaló. “Discriminar puede ser sinónimo de despreciar y con el partido de hoy [por ayer] le dirán ?no’ a caulquier discriminación”, también dijo, en medio de aplausos.

El Partido por la Paz, el primero de este tipo, se jugó horas más tarde en una noche fría -por la mañana un temporal hizo bajar abruptamente la temperatura-, en la que la sorpresa fue una aparición en las pantallas de Francisco, que volvió a brindar un mensaje de paz y en favor de una cultura del encuentro, pero en español. “Perdón por hablar en español, pero es el idioma de mi corazón. Y hoy quiero hablarles desde el corazón”, dijo, haciendo estallar el Olímpico.

Antes de ingresar a los vestuarios para cambiarse, Maradona volvió a hablar con la prensa sobre su encuentro con Francisco. “Estoy contentísimo de estar con él. Tenemos un gran representante. Nos representa a todos los argentinos”, señaló el Diez. Y añadió: “Es humano, porque uno lo puede tocar, uno lo puede besar, lo puede abrazar. Al otro le tuve que besar el anillo… ¡Y éste me pegó un abrazo!”, recordó el Diez al ingresar en el Olímpico. Maradona también recordó que el Papa lo tendrá en cuenta para un proyecto solidario en África. “«Yo quiero hablar con vos, Diego. Tengo un proyecto para que los chicos de África dejen de sufrir y puedan comer». Eso me dijo el papa”, detalló Maradona. El ex capitán del seleccionado resaltó el recibimiento que tuvo por parte del público romano, una hinchada que no lo trató demasiado bien en su época de jugador: “Jugué siete años acá, aunque jugué para Napoli. Estos antes me silbaban; hoy recuerdan que lo que hacía lo hacía para mi club. Y lo hacía bastante bien”. Tras recordar su paso por el calcio, Diego enfiló hacia los vestuarios, ansioso por ponerse los pantalones cortos y recordar su vida de crack. Allí, en la cancha, se encontró con contemporáneos como Roberto Baggio y José Chamot, entre otros ex jugadores.

Luego de jugar 90 minutos y terminar extenuado, Maradona volvió a enfrentar a los micrófonos de los periodistas. Cansado por el esfuerzo, elogió una vez más a Francisco: “Fue inolvidable. Este Papa es mucho más que Maradona. El mundo lo necesita. Es una persona que está con los pies sobre la tierra, piensa en el hambre de los chicos en África, piensa en las guerras en todas partes del mundo y no le tiene miedo a nada… Al contrario, le pone el pecho, y por eso en mí tiene un soldado, un aliado. Voy a luchar a su lado para que se terminen las guerras en el mundo, absolutamente”, prometió Maradona al pie de la cancha, entrevistado por la TV Pública argentina.

Caída la noche y lo importante no fue el resultado del partido sino el clima de fiesta y ese regreso con gloria de Maradona al Olímpico, allí donde los dos gritos más escuchados fueron el de “¡Francesco! ¡Francesco!” y también el de “¡Diego! ¡Diego!”. (La Nación)

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2 COMENTARIOS

    • que mierda dicen dos potencias que asco me dan maradona negro comunista y pirado que asco da los pereidistas me dan asco lo tienen como un dios gordo feo y drogon siempre quiere dar la nota para que no lo olviden pobre infeliz

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