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Más que a Máximo, el FPV necesita un milagro. Peralta hace su 17 de Octubre y dice que no irá con el Frente

El Gobernador de Santa Cruz Daniel Peralta y Máximo Kirchner el hijo de la Presidenta - Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz
17/10 – 09:45 – La situación política de Santa Cruz no es tan simple como la ven radicales y peronistas. Por muchas razones, las elecciones del 2015 no pueden ser “pensadas” en términos políticos solamente. Se necesita un análisis más profundo y casi sociológico para entender qué pasará con los partidos tradicionales y como articularán sus candidatos. Quien tenga una mirada distinta, errará el enfoque. El que apueste a analizar la realidad centrado no solo en la cuestión cuantitativa, tendrá más oportunidades. La sociedad lo advierte. En obligación del periodismo revelarlo, ante las operaciones, de un lado y otro, para ocultar el tsunami que sobrevendrá el año próximo. (Por: Rubén Lasagno)

Hoy 17 de octubre el Peronismo santacruceño prepara un acto que será encabezado por el presidente del partido, el gobernador Daniel Peralta; sin embargo hay “peronistas” que no estarán allí y son precisamente esta especie de subcultura que Néstor denominó Frente para la Victoria, un ala herida que ha hecho un usufructo intenso de las máximas de Juan Domingo, pero nunca las aplicó en la práctica.

Pero más allá del jolgorio partidario, el cotillón y la farandulización de esta fecha, donde se cuelgan propios y extraños, la lectura política de lo que pasa en Santa Cruz, transcurre por otro lado.

Ni por asomo alguien puede pensar, en este momento, que Máximo puede irrumpir en Santa Cruz bajo el lema de Perón “Esfuerzo y trabajo”; sería como pedirle peras al olmo o creer que porque una gallina puede empollar un huevo de pato, el pato que nace de ese huevo es gallina y la gallina se transforma automáticamente en pata por haberlo empollado.

El miércoles, en declaraciones por Fm News, la titular de Desarrollo Social, Gabriela Peralta, mano derecha de Peralta, dijo sin filtros y sin eufemismos, que si se instala la Ley de Lemas para gobernador en Santa Cruz, Peralta será candidato pero no integrará un sublema con el Frente para la Victoria.

Esto, que pasó inadvertido para la mayoría o que muchos no escucharon, no pasó desapercibido para nosotros. El impacto de las palabras de Gabriela Peralta (homónima del gobernador, pero sin relación de parentesco) tiene un peso propio; simbólico, por estar dichas dos días antes del 17 de octubre, pero efectivo de cara a la supuesta cohesión que logró Cristina con el gobernador, en esta relación que nosotros hemos denominado “simbiótica”, por la necesidad reversible que tienen, tanto uno como otro, de sobrevivir políticamente y unirse ante el espanto para no perecer mordiendo la bronca por separados.

Eduardo Costa, es la sombra política que amenaza al oficialismo en Santa Cruz. El Radical tiene algunas ventajas y algunas desventajas. Entre las ventajas está el beneficio de la duda de que nunca gestionó, la necesidad que tiene la gente de promover un cambio (por más incierto que sea) y la inexistencia de una historia del Radicalismo como administrador de Santa Cruz, más allá de algunos distritos municipales, en los que no se han destacado sobremanera, pero tampoco han estallado por escándalos mayores a los que estamos acostumbrados con el FPV o el PJ.

Como desventajas, Costa posee su propio discurso, lavado, ligth, sin compromiso, formateado, sin definiciones concretas, sustentado en generalidades, en cuestiones que todos sabemos y deseamos, pero carente de un proyecto concreto y palpable; su entorno, altamente cuestionado desde adentro de la UCR y desde afuera, su excesivo personalismo y una necesidad de aliarse con otros, poco conveniente con sectores que ofrecen fuerte rechazo, a lo que se debe sumar una interna partidaria que tiene virtualmente dividido al Radicalismo, el cual, posiblemente, pueda pegarse con cemento rápido para ganar el 2015, el problema es si ese cemento que pegue las partes rotas, aguantará el recalentamiento que impone la marcha de un gobierno, donde comenzarán a profundizarse las diferencias, a aparecer los egos, los intereses cruzados y los protagonismos partidarios, que terminan destruyendo cualquier alianza para ganar y no para gobernar, como sucedió a nivel nacional con la recordada “Alianza” del prometedor De La Rúa. Esto sucede porque no existe ningún “proyecto político” sino un “proyecto electoral”, que es distinto.

Máximo tiene la ventaja de no haber administrado nunca, pero tiene la desventaja de no conocérsele trabajo alguno, ni profesión ni dedicación exclusiva a ninguna actividad lucrativa, profesional y ni siquiera política. El ensalzamiento de su entorno, sobre sus cualidades de gran “analista y conductor”, no basta para convencer al electorado, que le pongan un voto. Todos sabemos en Santa Cruz, que es una mentira como la del INDEC, donde se inflan o desinflan los discursos para adaptarlos a las necesidades de la coyuntura; pero Máximo es un vago y como tal debe enfrentar su falta de historia personal, como la mayor contrariedad para sus aspiraciones.

Alicia es contradictoria. Mientras se le reconoce una gran ejecutividad en el área de salud y todos recuerdan a la provincia con hospitales repletos de servicios y una ministra que a cualquier hora de la madrugada llegaba, ordenaba, retaba y sancionaba a los díscolos, nada de eso podría pasar en el presente. Esa manera de gestionar hoy es inaplicable. Su hermano había matado la sindicalización y rematado la protesta. Hoy la realidad provincial, dista de aquella que conoció en los `90. En cambio, Alicia es electoralmente inviable. Ella lo sabe y el krichnerismo también. Solo la necesidad de sostener el apellido en la marquesina política y no perder todo el poder, para construir de cara al 2019, justifica su insistencia.

Peralta tiene en contra el desgaste propio de la gestión, alguna voltereta en su discurso político entre aquella época donde estaba enfrentado con Cristina y el lapso posterior al Acuerdo de El Calafate, la situación económica de la provincia que sucumbió no solo a la crisis general del país, sino al cierre de la canilla financiera que manipularon desde la Casa Rosada y a la pelea a muerte que mantiene con algunos intendentes K, que lo quieren “fuera del proyecto”. Como ventaja posee la falta de un candidato potable de parte del FPV, desde el 2007 en adelante, la resistencia que le ofreció a los embates de facciones de su propio partido y una proyección política que sigue aliándole apoyos del peronismo ortodoxo o de algunos independientes que no se ven representados por al oposición o el ala populista del oficialismo, que ha dejado de convencer a las bases.

Por eso Peralta ha dicho que su único adversario es Costa. Si uno junta ésta frase con los dichos de la Ministra de Desarrollo Social el miércoles por Fm News, cae en cuenta que el Peronismo de Santa Cruz, no apoya ni coincide con las aspiraciones del gobierno nacional con su proyección hacia la provincia. Por lo tanto, si hay Ley de Lemas y no van unidos, como adelantó Gabriela Peralta, las posibilidades de retener el gobierno por parte del oficialismo, son las mismas que si van con candidato único frente a Costa. El análisis nos lleva a pensar que Peralta bien puede estar “pasando un mensaje” para tener mayor capacidad de negociación de cara a las candidaturas, porque no es lógico pensar que aún con Ley de Lemas, pero particionados (sin que todos junto (FPV/PJ) aporten a una misma urna) tanto el gobernador como la presidenta, piensen que van a ganarle al radicalismo.

Costa y Peralta, hoy por hoy, son los únicos candidatos que afloran con algún tipo de posibilidades ciertas frente al electorado. No hay otros. Toda la pléyade de “pre-candidatos” que andan dando vueltas, entre Intendentes, legisladores o como el caso de Máximo que solo cuenta con su apellido, no pasan de ser buenos intentos, de una fauna con pretensiones más o menos apoyada de un lado u otro, pero sin posibilidades ciertas de aceptación pública. Esto lo saben Costa y Peralta y por esos ambos se miran en un ring donde mano a mano, el Radical le saca algo de ventaja, pero que de aquí al 2015 dependerá de cómo cada uno juegue sus fichas, para volcar la balanza hacia un lado u otro.

El contrapeso de este balance es el kirchnerismo. Pero contrariamente, quien pretende ser banca en las elecciones del año que viene, es punto. Y si el FPV no se preocupa más por construir poder, que por fabricar un candidato sin alma como Máximo, le entregarán la provincia a la UCR.

Seguramente, después de eso, se unirán para combatirlo a Costa en funciones; pero ya será tarde. (Agencia OPI Santa Cruz)

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4 COMENTARIOS

  1. A bueno, fue casualidad entonces la reunion con su “Archi enemigo, del FPV, Diputado de 28 de noviembre, chacho paez. jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

  2. anda opi peralta va con el frente, ja jajaj solo no llega ni a juntar avales,sacaron desde abajo de las piedras gente para llevar al acto, sean serios peralta no es el peronismo y tampoco es el proximo gobernador.

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