11/06 – 09:30 – Se suma a la expansión del déficit en más de $1.400 millones que dispuso en mayo, principalmente para actos de propaganda. Ahora es para afrontar gastos de funcionamiento de la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas del Congreso de la Nación.
Por: Daniel Sticco
Pese a que las finanzas públicas no pasan por un buen momento, con gastos que crecen a un ritmo de más de 45% al año e ingresos que apenas se expanden 32%, aunque sin aportes del Banco Central y la Anses se atenúan a menos de 27%, el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y el ministro de Economía, Axel Kicillof, decidieron elevar el déficit fiscal del año en 756 millones de pesos.
Los datos conocidos a marzo indicaban un desequilibrio real de $71.000 millones, pero con las últimas modificaciones presupuestarias ya superaría los $73.000 millones, pese a que la pauta para todo el año aprobada en pocas horas por el Congreso nacional se limitaba a un rojo final de 49.500 millones de pesos.
La nueva modificación presupuestaria fue publicada en el Boletín Oficial a través de la Decisión Administrativa 293, la cual indica que “es necesario reforzar los créditos vigentes del Honorable Senado de la Nación, actuante en el ámbito del poder legislativo, con el objeto de afrontar gastos de funcionamiento de la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas”, a la cual derivará 450 millones de pesos.
Además, agrega la medida que “a fin de atender los gastos que demandan las actividades desarrolladas por el Círculo de Legisladores de la Nación, se incrementa el presupuesto vigente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, actuante en el ámbito del poder legislativo”, en $300 millones.
Mientras que también los ministros dispusieron “reforzar los créditos vigentes del Ministerio de Educación con el objeto de financiar gastos destinados a obras de infraestructura”, aunque por apenas 6,1 millones de pesos.
Y dado que esas modificaciones presupuestarias no tienen contrapartida en una mejora de los recursos tributarios por sobre lo planificado, semejante incremento del gasto se solventará con “aplicaciones financieras”, que constituyen un mayor desequilibrio final de las finanzas públicas.
En 2014 el resultado final real, esto es sin aportes del Banco Central y Anses fue deficitario en el equivalente a 6% del PBI y ahora, antes de cumplirse la primera mitad del ejercicio se proyecta a casi 9% del PBI. Semejante rojo fiscal se financia con el impuesto inflacionario que deriva la asistencia del Banco Central con emisión monetaria, la colocación de deuda pública y libramientos impagos crecientes a proveedores del Estado. (Infobae)
