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Final abierto en Santa Fe: discuten 160 mil votos

Final abierto en Santa Fe: discuten 160 mil votos
16/06 – 09:20 – Lifschitz aventaja por algo más dos mil votos a Del Sel. Pero faltan computar unos 100 mil sufragios y el PRO y el FPV piden que se revisen otros 60 mil. Mañana comienza el recuento.

Por: Guido Braslavsky
El “triple empate” es el dato político más global que dejaron las elecciones santafesinas del domingo, pero los tres candidatos más votados saben que uno solo se sentará desde el 10 de diciembre en el sillón principal de la Casa Gris. Por eso, después de que el domingo a la noche estallara la polémica por el ajustado resultado del escrutinio provisorio, y que el gobernante Frente Progresista proclamara ganador al socialista Miguel Lifschitz, sus principales rivales, Miguel Del Sel, de PRO, y el peronista Omar Perotti, se dispusieron a pelearla hasta el final y contar “voto a voto” en el recuento definitivo que empieza mañana a las 8 y podría extenderse dos semanas.

La diferencia que le lleva por ahora Lifschitz a Del Sel son escasos 2.128 votos, gotas en un océano de casi 1,9 millón de votos emitidos. Perotti quedó algo más rezagado a poco más de 26 mil votos del socialista. Por más pequeña que sea la diferencia, aquí no hay balotaje y el gobernador santafesino se elige a simple mayoría de sufragios.

El centro de la polémica son 347 mesas/urnas que no fueron computadas, el 4,55% de las casi 7.300 mesas de toda la provincia. Son cerca de 100 mil votos según los cálculos. De las no computadas, 304 quedaron fuera del escrutinio provisorio al ser “desestimados” los telegramas enviados.

El gobernador socialista Antonio Bonfatti defendió la “transparencia” de los comicios y explicó: “Quedan unas 300 mesas sin escrutar porque el Tribunal no pudo cargarlas por incorrecciones o estaban ilegibles o en la confección del telegrama”.

Pero, para el PRO y el Frente Justicialista para la Victoria, estas mesas que representan unos 105 mil votos podrían ser la llave que cambie los resultados. En la conferencia de prensa que dio junto a Del Sel por la mañana, su compañero de fórmula, el radical Jorge Boasso, criticó que el socialismo se hubiese dado como ganador cuando faltan “clarificar más de 150 mil votos”. En su cuenta entraron los 60 mil votos anulados y recurridos. También Perotti dijo que había que verificar esa parte del conteo. “Hay que garantizar las mayores atribuciones para abrir todas las urnas que sean necesarias”, sostuvo Perotti a este diario.

Sin embargo, la secretaria electoral, Claudia Catalin, dijo a Clarín: “Voto anulado, voto muerto”, porque explicó que el voto anulado se da como tal con la aprobación de todas las partes en la mesa. En fuentes judiciales, no obstante, se anticipó que habrá un criterio flexible como pide la oposición.

Muy impactado porque estaba muy confiado en el triunfo, el PRO se dedicó ayer a recopilar “irregularidades” en los 19 departamentos de la provincia. El foco está en las casi 350 urnas no computadas, la mayoría por problemas con los telegramas.

“Vamos a pedirle al Tribunal que sea flexible para abrir toda urna sobre la que haya una duda planteada”, aclaró sin embargo a Clarín Roy López Molina, que fue cabeza de la lista de diputados de PRO. Mauricio Macri, que viajó hasta aquí el domingo esperando festejar el primer gobernador “amarillo” para dar impulso a su carrera presidencial, ordenó a los suyos ir a fondo. En PRO denunciaron mesas en las que se cargaron los datos en forma invertida (se adjudicaron los votos de Del Sel a Lifschitz, y viceversa) o en las que a Del Sel se le computó 0 voto pese a haber obtenido decenas. Anoche el PRO hizo la presentación formal ante la Justicia electoral y reclamó “un escrutinio integral”.

La resolución quedó en manos del Tribunal Electoral, cuyo titular es el presidente de la Corte Suprema de Justicia santafesina, Roberto Falistocco. El magistrado estimó que el escrutinio definitivo, que arranca mañana a las 8, llevará dos semanas -como sucedió en las PASO- y prometió “actuar con la urgencia de la población”.

Los socialistas rechazaron las denuncias y se mostraron confiados. Lifschitz le dijo a Clarín que habían constatado con sus fiscales 300 urnas no computadas, y que le permitirán estirar la diferencia a entre 3.000 y 3.500 votos. Del Sel, según sus cálculos, no podrá descontarla. Cerca de Perotti aseguraron que terminarán peleando a Lifschitz el primer lugar. (Clarín)

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