- Publicidad -

Parlasur: los de izquierda, tampoco le sacan el cuerpo a legalizar el voto al ñoqui

Parlasur, un invento de regímenes políticos corruptos para salvaguardarse de la justicia
05/08 – 13:00 – El día domingo se va a consagrar en el país la oficialización del voto a los ñoqui. Contrariamente a lo que se puede pensar, esta trampa electoral, el Parlasur, prebendaria, inútil y brutal, que convalida la vagancia política, que trastoca los principios éticos de la política y empareja a quienes dicen ser distintos con los que siempre han sido iguales de oportunistas y ventajeros, no tiene color, ni camiseta, ni ideología, ni Partido. Todos lo aceptan, con “diferencias” de matices pero en el fondo, hacen uso de esta herramienta vil y desprovista de utilidad. Los que están, porque arrastran las mañas fundacionales de la política argentina y los que esperan para entrar, porque ven la oportunidad de colgarse un título que los legitime y los ponga en carrera. (Por Rubén Lasagno)

Ya hemos abundado en las calificaciones que nos merece la parodia política que ha inventado el concierto de países bananeros de esta parte del mundo, donde ni siquiera han podido hacer funcionar el Mercosur (Mercado Común) y ahora le imponen un órgano legislativo más inútil aún, casi etéreo, que denominan “Parlasur”, para lo cual, cada país, deberá elegir los “parlamentarios” que cobrarán sueldos, viáticos y drenarán fondos que bien podrían ir a paliar necesidades básicas de estos países endeudados, subdesarrollados y con niveles de pobreza exasperantes, pero, que les permite el lujo, a su clase política, que jueguen a ser diputruchos de un parlamento idealizado, que no tiene funciones, ni legitimidad, ni legisla, ni tiene peso, ni opinión; es decir: no sirve para nada.

Dicho esto y como lo hemos escrito en notas anteriores, uno, como votante, espera ver algunos signos de coherencia en el discurso y elevación ética en personas que pugnan por entrar en lo que se denomina “la nueva política” y también espera respuestas concretas de los Partidos políticos que siempre han tenido que resignar su lugar, a expensas de los grandes dinosaurios nacionales que polarizan las opciones y como si fuera poco, con las PASO, excluyen a quienes no logren sumar más del 1,5% de los votos públicos. Es decir, los que esperamos por un cambio, queremos señales y cuando las señales no llegan o las que se ven, redundan en los mismos vicios que ya conocemos, vemos que en el fondo, el gatopardismo es casi una constante en la política nacional y tendrá que haber un cambio generacional en serio en nuestra clase política, para que se terminen los politiqueros y aparezcan los verdaderos hombres y mujeres de bien que tengan como horizonte el servicio y no la oportunidad.

Ñoquis oficiales

El domingo próximo el electorado argentino y provincial va a convalidar nada más y nada menos que la institucionalización del ñoqui, a quien mucha gente podrá su voto para que ella o él, usufructúen una beca de más de 100 mil pesos de acá al 2020 (en que recién asumirán), prebendas de todo tipo, incluyendo inmunidad parlamentaria, pasajes, viáticos en dólares, viajes, reuniones y happening del mejor nivel, a costa de los fondos públicos que la ciudadanía aporta inexorablemente y sin posibilidad de negarse a oblar.

Vivimos quejándonos de los ñoquis de la Cámara de Diputados, de los Concejos Deliberantes, de las municipalidades, del Consejo Provincial de Educación y así podemos seguir nombrando cada rincón de la administración pública, poblada por gente que aparece en la nómina de pago pero no concurren a trabajar o si concurren, no trabajan o cumplen una actividad política al margen de sus funciones declaradas. Esta queja es blandida una y otra vez por los partidos minoritarios, la oposición y cuanto dirigente político aparece en la vereda de enfrente del oficialismo.

El día 29 de cada mes, está institucionalizado como el día del ñoqui, donde tradicionalmente las familias de origen italiano hacen un homenaje a las pastas. Precisamente a los que no trabajan y aparecen los fines de cada mes a cobrar en la administración pública, se los denomina “ñoquis”, vocablo más ilustrativo y real de lo que antiguamente se denominaba bajo el eufemismo “supernumerario”.

Es decir, el que cobra y no trabaja es un Ñoqui. En el Parlasur, todos cobran y no laburan; ergo: son ñoquis. El domingo vamos a votar en las listas a gente que figura allí para el Parlasur y no tiene actividad real, concreta y palpable, por lo tanto, vamos a votar a ñoquis. Resumiendo: el fin de semana vamos a convalidar con nuestro votos la existencia de personas que simulan que van a trabajar en un organismo inexistente y nosotros le vamos a dar la posibilidad de que cobren sin laburar y saquen chapa de “políticos” sin que sirvan para nada.

La culpa no es de ello, quiero aclarar. Ellos son lo que son, quienes somos responsables de que estén allí, seremos quienes votemos para que existan.

Todos iguales

Las generalizaciones no son buenas, es cierto; se corre el riesgo de cometer injusticias. Pero cuando de política y políticos hablamos, la regla pasa a ser dominante y las excepciones desaparecen.

Cualquier desprevenido de los que no tenemos color ni camiseta y votamos a quien más nos convenza que será (o puede ser) un cambio de este paradigma político, piensa “A esta innoble forma de llegar a la política no se va a subir mi Partido ni mi candidato”, pero es ahí donde uno se da cuenta que el blanco y negro de las ideologías, se confunden con grises, cuando de intereses se trata. Es decir, cuando las papas queman y la fruta prohibida se exhibe como la manzana que tentó a los habitantes del paraíso, se pierden los horizontes, las diferencias se licúan, los intereses se amalgaman y se caen las caretas.

El Parlasur es la fruta prohibida y hasta los más recatados partidos políticos, que han hecho de la pobreza franciscana su carta de presentación, se relamen ante la posibilidad de dar el salto y figurar, aunque sea, en la vidriera vacía de un parlamento trucho, pero generosamente regado de fondos públicos, prebendas y estatus, esto último visto por muchos como la posibilidad de picar el boleto para dar el salto necesario que lo lleve a jugar en primera, desde donde su voz ya no será una mera oposición que grita en soledad, sino, pertenecerá a una elite, que aunque no sirva para nada, obtiene chapa de “legislador”, legitimado por el voto popular, lo que luego se traducirá en la excusa que escucharemos de su boca cada vez que se los cuestione: “A mi me eligió la gente”.

Derecha, centro o izquierda, a todos los une un denominador común: todos quieren estar. Nadie tiene la grandeza de renunciar, porque el argumento es: “si no ocupamos ese espacio alguien lo ocupará” o “si no estamos, le vamos a dejar todo al oficialismo” o “tenemos que estar allí para pelear por lo que creemos se debe cambiar”, etc. Todo verso, excusas, justificaciones, argumentos exculpatorios, porque ningún partido ni candidato, piensa en el renunciamiento. Intentan enjuagar sus culpas, diciendo que no cobrarán las dietas o que renuncian a los fueros, pero el eje del problema, subsiste, porque para muchos, sus intereses van más allá, inclusive, de lo monetario y entonces, no dudan en dejar en el camino lo que en principio, le molesta a la gente, como puede ser el acomodo económico y se encargan de hacer ver lo desprendido que son, pero porque su meta es sencillamente de poder. Pero nada es así, ni como lo quieren hacer ver.

Todo se puede explicar

Una frase anónima dice “Necesitamos con tanta urgencia las explicaciones, que no podemos aceptar que no existan. Por eso, el ser humano tiende a explicar todo, hasta lo más absurdo”.

Recientemente el Frente Popular Nacional, integrado por partidos de izquierda, que sabemos mantienen una concepción político/social diametralmente opuesta al liberalismo, el Peronismo o el kirchnerismo, desde donde han nacido las críticas más gruesas a la corrupción y a la falta de ética de los partidos mayoritarios, ha dicho que presentará sus candidatos para el Parlasur.

El Parlasur, como todo lo que “se debe explicar”, encierra un enorme sentimiento de autoculpa y cuando este sentimiento aflora, es porque hay una arritmia, una disfunción entre el discurso y los hechos. Así lo vemos en la explicación y/o justificación que dieron los integrantes de este frente de izquierda, para justificar su participación en la elección al Parlasur.

Dijo el Frente Popular Nacional: “El ParlaSur ha cumplido una función efectiva en el sostenimiento de las democracias en América Latina y en el campo de los Derechos Humanos. La clave es, pues, la integración de los pueblos y la institución parlamentaria, la cual cumple un rol esencial en el proyecto regional y por eso nuestros legisladores apoyaron la elección por voto directo del mismo” (¿Nadie les dijo que asumirán en el 2020?)

Para completar esta charlatanería política, propensa a explicar lo inexplicable, el frente de izquierda sostuvo: “Como precandidatos a Diputados al Parlasur entendemos que aún no se ha avanzado en determinar la capacidad de legislación y decisión del organismo. El no haber definido esas funciones legislativas expresa la situación de estancamiento e incluso evidencia y el retroceso que se está dando en algunos aspectos del proceso integrador” (¿?), (Bla, bla, bla, bla….)

Definición de “Falacia”: “En lógica, una falacia (del latín fallacia, ‘engaño’) es un argumento que parece válido, pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o ignorancia. En ocasiones, las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas”.

Cuando decimos que en política son todos iguales, no emparejamos ni ensombrecemos el horizonte de los hombres de este país por puro capricho y voluntarismo de ser destructivos, refractarios de las malas ondas, nihilistas, incrédulos o pesimistas empedernidos; es porque en circunstancias como éstas, nadie aflora como distinto, nadie se aparta de la manada, nadie renuncia, nadie se muestra al margen de lo establecido y cuando se les pregunta por qué, caen en el mismo discurso falaz de los que ellos critican y a los que se les oponen ideológicamente.

Santacruceños, el domingo voten ñoquis, que no es 29 pero quedará instituido el 9 de agosto como el día del “Parlañoqui”, una fecha más que hasta, es probable, en un futuro, pueda llegar a ser feriado para homenajear a estos sacrificados y abnegados vecinos que se postulan para cambiar las cosas. (Agencia OPI Santa Cruz)

spot_img

Suscribité al Newsletter

Más Noticias

- Publicidad -spot_img

Más Noticias

20 COMENTARIOS

  1. EXCELENTE NOTA OPI, SIN DESPERDICIO.
    QUE LA LEAN:Osvaldo Pérez, Pedro Muñoz, Mijael Harasic Sandro Levin, Mariana Zuvic,Sara Felmer, Ivana Nazer y el chanta de Mario metaza

    CHANTAS, APROVECHADORES, OPORTUNISTAS, COMO DICE LA NOTA

    GRACIAS OPI

  2. Señores de OPI tal cual la política se transformó en la manera de hacerse de una buena suma de dinero y posición social en poco tiempo .je sí fuera trabajando les llevaría décadas .encima siento que la casta gobernante es una sola y pertenece a la de abogados (pensar que se los llama cuervos vulgarmente.un apelativo muy cierto en estos casos ).Y nosotros la sociedad sólo nos comportamos de manera individualista que pensamos en algún beneficio _dádiva que obtenemos del gobierno .nuestro comportamiento de pertenencia a una sociedad es muy pobre.citando a martín fierro donde dice que sí los hermanos se pelean los devoran los de a fuera pinta tal cual lo que nos pasa.Bue algún día cambiaremos aunque creo que será en más de 200 años

  3. Se puede no precentar candidato a parlamentario sin que se impugnen las boletas de los candidatos. O se puede optar por no precentar parlamentarios

  4. Excelente nota, lamentablemente vivimos en un pais de corderos que nos arrian como ellos quieren me refiero a los gobernantes, en otra sociedad con sangre en las venas ya les habrian cortado el cogote a estos panzones.-

  5. Sr Lasagno, tremenda la mala leche de su nota comenzando por el título. Pretende hacernos creer que todos son iguales, y no, la realidad dice otra cosa. Hace ya un par de años que los parlamentarios de izquierda cobran un mínimo y donan el resto de sus dietas a distintas causas. Harán lo mismo con el parlasur. A nivel local Zuvic y Levin ya se comprometieron a no cobrar ni a usufructuar fueros si resultan electos. Si no fuera por sus antecedentes, diría que Ud le hace el juego al kirchnerismo. Porque si todos son la misma mierda según usted, mejor no nos metamos, no votemos a nadie y que quede todo como está.

    • Mario Eduardo Muro:lamento que lea solo con un ojo. Como ciudadano votante y libre que soy (siempre voté distinto y siempre me equivoqué) creo que aceptar ser parte de esta nueva sofisticación del “ñoquismo” es éticamente reprobable. NO me conmueve que hagan renunciamientos a dietas y fueros (aunque lo de los fueros no se puede hacer unilateralmente, requiere de un mecanismo institucional, por lo tanto es una demagogia más); lo importante sería que renuncien a convalidar esta verdadera gansada que no sirve para nada y ni siquiera es de cumplimiento efectivo, sino hasta el 2020. Piense lo que quiera, lo acepto como crítica, pero se muy bien lo que es renunciar a un beneficio o renunciar a convalidar un acto antidemocrático como éste, sabiendo de antemano que la banca para la cual se proponen NO EXISTE. Una Vergúenza y si… me demuestran que en el fondo, son todos iguales. Si no es así, espero que alguien me lo demuestre y con mucho gusto los voy a felicitar por este medio. Saludos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí