13/11 – 11:40 – El presidente no aludió directamente a las detenciones por narcotráfico de dos familiares, pero dijo que su país sufre “el acoso imperial”; el caso estalla antes de las elecciones.
Por: Daniel Lozano
En Venezuela la realidad no sólo supera a la ficción, también la aplasta. La detención en Haití y el traslado a Nueva York del sobrino de Cilia Flores, la esposa del presidente Nicolás Maduro, y de un hijo de crianza de la pareja presidencial ha provocado un terremoto de proporciones desconocidas en la tierra de los volcanes políticos, cuando faltan tres semanas para las trascendentales elecciones parlamentarias. Y sólo tres días después de que el chavismo prohibiera la emisión de la serie televisiva La reina del sur por sus “antivalores” narcos. Un guiño novelesco digno del propio Arturo Pérez-Reverte.
“Misión cumplida defendiendo la verdad de Venezuela en la ONU”, resumió Nicolás Maduro tras su intervención, ayer, en Ginebra para defender su política de derechos humanos. Ninguna referencia directa al escándalo desatado, pero sí alusiones desde el liderazgo de una revolución que “por dos décadas ha sufrido el acoso imperial de Estados Unidos”.
El “hijo de Chávez” destacó, a través de las redes sociales, que “la Patria seguirá su camino”.
“Ni ataques ni emboscadas imperiales podrán con el pueblo de los libertadores. Tenemos un solo destino, vencer”, agregó. Con todos los oídos puestos sobre sus palabras, el presidente bolivariano se atrevió incluso a criticar a los organismos defensores de derechos humanos.
“Somos un proceso disidente, independiente, rebelde, revolucionario y pedimos respeto ante este Consejo”, se jactó Maduro.
Cilia Flores, que se hace llamar “la primera combatiente revolucionaria”, permaneció siempre junto a su marido. Al terminar el discurso, se negó a contestar a los periodistas, pese a que el escándalo la señala directamente. Durante el tiempo que estuvo al frente de la Asamblea Nacional, fue acusada de dar empleo a más de 40 familiares o amigos, entre ellos uno de los detenidos. El programa que presenta todas las semanas en la televisión estatal se titula Con Cilia en familia.
Según las investigaciones de la web runrun.es, su ahijado, ahora bajo arresto en Nueva York, es directivo de la empresa Transportes Herfra, registrada en Panamá. Otro directivo de esta compañía es Hernes Melquíades Flores, hermano de la primera dama.
En Caracas todos esperan una rea-cción contundente del gobierno de Maduro, aunque varios dirigentes ya han adelantado cuál será el discurso oficial, que apostaría a que se trata de un montaje del “imperio”.
“Ayer se levantó una gran infamia contra la familia de nuestro presidente”, resumió el diputado Earle Herrera. “Es un bodrio ruin y asqueroso”, añadió Mario Silva, quien fuera el periodista favorito de Hugo Chávez.
Muchas dudas y silencio, pese a que el gobierno conocía el resultado de la operación de la DEA desde el miércoles, según medios norteamericanos. Un funcionario de Washington informó a Caracas que se trataba del cumplimiento de la ley en un caso de narcotráfico.
Es la primera vez que alguien del círculo presidencial venezolano se ve inmerso en un escándalo de narcotráfico. Hasta ahora, las investigaciones judiciales en Estados Unidos se centraban en el famoso Cartel de los Soles, conformado por destacados militares de la revolución. A la cabeza, según las investigaciones, se sitúa Diosdado Cabello, líder del ala militar bolivariana, que dio su propia versión evitando las alusiones: “Maduro está siendo atacado por todos lados y lo van a seguir atacando; estamos enfrentando al imperialismo y el imperialismo no tiene escrúpulos de ningún tipo”.
El general Hugo Carvajal, candidato en las próximas elecciones y cercano a Cabello, evitó el año pasado una situación similar, tras ser detenido en Aruba, donde la DEA pretendió extraditarlo a Estados Unidos. La presión del gobierno venezolano contra la isla holandesa posibilitó que fuera devuelto a Caracas y se volviera un “héroe revolucionario”.
“La droga se ha apoderado del país, me preocupa que estos casos lleguen a estas alturas del poder”, destacó Mildred Camero, una de las grandes especialistas sobre tráfico de drogas en Venezuela. “Esta situación es gravísima, está instalada la delincuencia organizada con negocios de droga”, resumió la ex jefa de la Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de Drogas, destituida tras avisar al propio Chávez de las dimensiones que iba cobrando el narcotráfico.
Venezuela reaccionó con estupor ante el nuevo terremoto político, pese a que gran parte de los diarios y las televisiones, bajo control gubernamental, intentaban imponer el silencio y la censura. Tras la deserción de un escolta de Chávez a Estados Unidos y sus declaraciones que lo implicaban, Cabello provocó el enjuiciamiento de tres medios y de 30 de sus directivos. Las redes sociales y los medios digitales volvieron a convertirse en el refugio de todos aquellos que buscaban información.
Por su parte, la oposición exigió una “investigación inmediata” y propuso que una comisión parlamentaria viaje a Estados Unidos para informarse. “Esto hay que hacerlo desde ya, es lo que está pidiendo el pueblo venezolano, que está impactado y justamente alarmado con este caso”, recalcó Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
“Los venezolanos estamos esperando que el gobierno informe sobre lo ocurrido en Haití con dos detenidos con pasaporte diplomático”, dijo el gobernador Henrique Capriles.
“¿Por qué portaban estos pasaportes diplomáticos? ¿En calidad de qué?”, interrogó con fuerza Nora Bracho, candidata a la Asamblea Nacional.
La primera dama, en el ojo del huracán
Los detenidos por la DEA son sobrinos de Cilia Flores
Cilia Flores
Lugar de nacimiento: Tinaquillo, Venezuela
Profesión: abogada
Edad: 62 años
Pareja militante
Flores y Maduro se conocieron cuando militaban por Hugo Chávez en la década del 90; se casaron en 2013, poco después de las elecciones presidenciales. La primera dama venezolana suele acompañar a su esposo en eventos públicos y viajes, y es una de las caras del gobierno
Carrera política
Fue parte del grupo de abogados que trabajaron para liberar a Chávez en 1994. En 2000 fue elegida diputada y en 2006 llegó a ser la primera mujer presidenta de la Asamblea Nacional; también fue procuradora general entre 2012 y 2013, y ahora es otra vez candidata a un circuito del estado de Cojedes para las elecciones legislativas del 6 de diciembre
“Primera combatiente”
Llamada así por el presidente, Flores es reconocida como una de las mujeres más poderosas del chavismo. Durante su paso por la presidencia de la Asamblea Nacional restringió el acceso de los medios y tuvo un trato desequilibrado con el gobierno; también se la acusa de nepotismo (La Nación)
