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Según su ex mujer, Chueco teme por su vida porque “seguramente sabe cosas”

Según su ex mujer, Chueco teme por su vida porque "seguramente sabe cosas"
18/04 – 09:30 – Patricia aceptó hablar de las cartas que le dejó el abogado de Lázaro Báez; continúa la búsqueda

Por: Alan Soria Guadalupe
Por un lado, es un total desconocido. Por el otro, lo conocen tanto que nunca hubieran imaginado que podría haberse fugado del país o quitado la vida. “Él no es así”, dice su familia al recordar las palabras que Jorge Chueco, el abogado de Lázaro Báez desaparecido desde el jueves, dejó en las cartas de despedida en uno de los hoteles donde se hospedó en esta ciudad.

Ayer, LA NACION conversó con Patricia, su ex mujer, quien entre lágrimas no transmitió más que su desconcierto, conjeturas y un pedido. “Seguramente Jorge sabe cosas”, comenzó la conversación con Patricia. Aunque ella afirmó que desconocía por completo cuál era la relación que Chueco tenía con el empresario kirchnerista, el tono de la cartas la hace suponer que estaba siendo perseguido y que por eso se fugó. “Entiendo el miedo de él porque los que están adentro hoy mañana pueden estar afuera. No sé cómo se maneja esta gente”, dijo.

El abogado, nombrado en la declaración del ex “valijero” de Báez Leonardo Fariña ante el juez Sebastián Casanello, debía declarar el miércoles pasado en la justicia federal en la causa por lavado de dinero por la que está detenido el dueño de Austral Construcciones.

“Todos queremos esclarecer lo que está pasando, queremos que aparezca Jorge y que si tiene un problema, si él está amenazado, como pone en sus cartas, le pido que vuelva, porque nosotros lo vamos a ayudar”, reclamó la ex mujer.

Así como la hipótesis del suicidio se desinfló en la investigación, Patricia recordó que en las cartas Chueco escribe que “no sabía si era más duro no ver la cara de sus seis hijos todos los días o quitarse la vida”. En uno de los escritos, el abogado le cuenta a la mujer que había empezado “a tomar pastillas para que se facilite el trámite”. Un día antes de desaparecer, el hombre fue encontrado ebrio, drogado y descompuesto en la pasarela de la catarata Garganta del Diablo.

El contenido de las cartas no trascendió por completo, pues la Justicia las conserva en secreto de sumario. De hecho, Patricia contó que las tuvo en sus manos muy poco tiempo. Según lo que pudo recordar, el tono de los mensajes del desaparecido no era para nada usual en él. “En la despedida hay consternación, una depresión muy grande. Jorge es un tipo que siempre va para adelante, es un tipo muy emprendedor. Esta persona que escribía era una piltrafa, todo lo contrario, era un niño pidiendo que lo cobijen”, describió.

“Yo sólo quiero que me lo traigan con vida, que esté tranquilo acá”, repite una y otra vez la ex mujer, que tras un breve paso por Iguazú -donde radicó una denuncia penal por la desaparición- volvió a Buenos Aires para estar con los tres hijos que tuvieron en común. A pesar de que cabía la posibilidad de que ayer viajara de nuevo a ampliar su declaración ante la policía provincial, aquí sólo quedaron sus tres hijas -de una pareja anterior-, para declarar en su lugar.

Según el relato de Patricia, los hijos se enteraron recién tras la desaparición de la supuesta actividad de su padre. “Jamás nos contó a ni mí ni a sus hijos sus temas laborales. Ni ahora ni nunca, él es muy reservado. Están todos destruidos, ahora tienen miedo. Me preguntan si me voy a enfermar”, sostuvo.

Cambio de carácter

Aunque nunca estuvieron casados y dejaron de estar en pareja hace ocho años, Patricia y Chueco mantenían una buena relación. La ex mujer contó que nunca vivieron juntos y que lo veía casi todos los días a la mañana, cuando el abogado iba a buscar a sus hijos a la casa de ella para llevarlos a la escuela.

Esos breves momentos en los que se veían diariamente cambiaron en las últimas semanas. Patricia notaba anomalías en el carácter y el comportamiento de Chueco. “Los últimos días lo vi muy ojeroso, muy preocupado, con miedo”, relató.

Finalmente, horas después de que la investigación tomara un nuevo rumbo y privilegiara la hipótesis de la fuga hacia otro país, Patricia afirmó que confía en los operativos de búsqueda. “Confío totalmente en la investigación y nunca dejé de hacerlo. Si se alejó, es una decisión de él. Se alejó para protegernos”, concluyó, antes de quebrarse una vez más y recordar que sus hijos no pudieron despedirse del padre.

Sin avances determinantes, la búsqueda del abogado se mantiene con los mismos parámetros que el sábado pasado, cuando se comenzó a creer que todas las pistas que dejó atrás -las cartas, los US$ 43.000 y los 1000 pesos- eran nada más que herramientas para despistar la atención y facilitar un posible escape a Paraguay o Brasil.

A raíz de la nueva línea de investigación que presentó la policía, en las últimas horas las autoridades estrecharon los contactos con dos brigadas dedicadas a la búsqueda en esos países, además de haber intensificado los controles vehiculares en los caminos cercanos a la frontera entre Iguazú y Brasil.

En las rutas, la policía provincial inspecciona los autos y, según constató este cronista, los efectivos entran a los micros de larga distancia y colectivos para reconocer las caras de cada uno de los pasajeros e intentar dar con Chueco. (La Nación)

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