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Tarifas: Cambiemos pagó un costo para limitar una ofensiva opositora

Aranguren: "Creo que Néstor Kirchner pensó en comprar Shell en 2003"
11/08 – 13:30 – Un conjunto de bloques logró reunir quórum para una sesión especial; buscaba interpelar a Aranguren y frenar los aumentos; el oficialismo conjuró la maniobra, pero fue una señal de alerta

Por: Laura Serra
A puro costo político, el oficialismo bloqueó ayer en la Cámara de Diputados la ofensiva de la oposición para interpelar al ministro de Energía, Juan José Aranguren, y aprobar una resolución que diera marcha atrás con las subas en las tarifas del gas, de la electricidad y del agua. No obstante, ante la presión opositora el oficialismo accedió a que el funcionario comparezca ante un plenario de comisiones el martes próximo para justificar las subas tarifarias.

Si bien no prosperó la jugada de máxima que se proponía la oposición, la de ayer fue una señal de alerta máxima para el oficialismo. En efecto, la oposición le enrostró su capacidad de unirse para alcanzar quórum e infligirle un golpe político al Gobierno, si así se lo propone.

Además, la sesión dejó expuesto el sordo malestar interno entre los socios de Cambiemos: un nutrido grupo de diputados, entre ellos su jefe de bloque, Mario Negri (UCR), y Elisa Carrió (Coalición Cívica) son partidarios de que el Gobierno apure una solución política al ya prolongado conflicto por las tarifas, pero el Gobierno y los acólitos del presidente Mauricio Macri confían en un fallo de la Corte Suprema que neutralice los amparos que dejaron sin efecto las alzas tarifarias.

La oposición detectó el vacío político que le dejaba el oficialismo y actuó. Poco antes del mediodía, y con el aporte del diputado Juan Casañas -quien se separó del bloque radical en marzo pasado-, logró que el tablero marcara 129 para iniciar la sesión. Lo logró a duras penas; hubo sugestivas faltas de varios legisladores. “El Gobierno «apretó» a diputados y gobernadores para que no dieran quórum”, susurró un diputado del Frente Renovador. El kirchnerista Guillermo Carmona lo denunció con todas las letras: faltaban diputados de Misiones, Neuquén, Santiago del Estero y Tucumán.

Logrado el quórum, una ovación se desató en las bancas opositoras, mientras el oficialismo apuraba su ingreso en el recinto en su afán de bloquear la ofensiva que se venía. El kirchnerismo y los bloques de izquierda, más duros, pretendían la suspensión, por ley, del tarifazo. En cambio, el Frente Renovador, de Sergio Massa, y las demás vertientes peronistas no kirchneristas no querían ir tan lejos: propusieron una resolución que instara al Gobierno a que diera marcha atrás con las subas y, además, la interpelación de Aranguren.

Flanco débil

Pero la jugada opositora exhibía un flanco débil: ninguna de las iniciativas tenía dictamen de comisión. Ergo, se necesitaban los dos tercios de los presentes en el recinto para aprobarlas, mayoría que la oposición jamás conseguiría con los oficialistas sentados en sus bancas.

Fue entonces cuando se desató una larga y áspera discusión reglamentaria en la que abundaron las chicanas y los reproches cruzados. La oposición buscaba algún atajo interpretativo que le permitiera eludir los dos tercios. El oficialismo, en tanto, quería finiquitar la sesión cuanto antes.

“El reglamento no está para obstruir el funcionamiento de la cámara. ¡Estamos ante una censura insoportable!”, advirtió Graciela Camaño, la voz cantante del Frente Renovador. Después, en otro pasaje del discurso, Camaño embistió duro contra Aranguren. “Pese a semejante tarifazo, aún no se resolvió el problema del transporte y de la distribución del gas, y las empresas advierten razonablemente que no les dan los costos. ¿Hasta dónde los argentinos harán el esfuerzo en materia tarifaria? Esto es lo que queremos preguntarle a Aranguren”, exclamó.

Negri le salió al cruce y confirmó la mayoría de dos tercios para aprobar proyectos sin dictamen. Carrió lo ratificó. “Hay que citar a Aranguren, pero dentro del marco de la ley”, aleccionó.

Fue entonces cuando el vicepresidente del cuerpo y presidente del PJ, el diputado José Luis Gioja, desafió al oficialismo a dar los dos tercios para aprobar la interpelación a Aranguren. “Les pido a mis pares del radicalismo que colaboren para que el ministro venga a «desburrarnos» a los diputados y al país”, sostuvo Gioja.

Pero el oficialismo no accedió. Así las cosas, la votación estaba decidida a favor de Cambiemos, pero a costa de un alto precio político. Negri intentó neutralizarlo. “Vamos a traer al ministro Aranguren a un plenario de comisiones para que responda todo lo que deba responder. Y no será por la fuerza pública, como amenazó un diputado opositor (en alusión a Massa). ¡La fuerza pública está para los que se robaron este país y los que no quieren comparecer ante la Justicia!”, exclamó el diputado radical.

“Es un chupetín de madera”, respondió Massa a la propuesta oficialista.

Los renovadores pretendían la interpelación de Aranguren en el recinto, una medida de implicancias políticas más severas. Pero finalmente accedió y, en una reunión a última hora de la tarde con Emilio Monzó, presidente del cuerpo, y el radical Negri, se acordó que la comparecencia del funcionario será el martes próximo. Será ante cinco comisiones: Defensa del Consumidor, Presupuesto, Energía, Obras Públicas y Asuntos Constitucionales. (La Nación)

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