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El misil norcoreano que sobrevoló Japón reactiva la alarma internacional


– 09:30 – Pyongyang alegó su “derecho a la autodefensa”, mientras que la Casa Blanca dijo tener “todas las opciones sobre la mesa”

“Disparo de misil. Manténganse a cubierto.” Con este mensaje que titiló en las pantallas del celular, millones de japoneses supieron del sobrevuelo del cohete disparado por Corea del Norte, un proyectil que pasó sobre sus cabezas y que ayer recalentó la tensión entre Estados Unidos y el régimen militarista del dictador Kim Jong-un.

“Las acciones amenazantes y desestabilizadoras sólo aumentan el aislamiento del régimen de Corea del Norte en la región y entre todas las naciones del mundo. Todas las opciones están sobre la mesa”, declaró el presidente Donald Trump en un comunicado, un mensaje con resonancias de la advertencia de “fuego y furia” que lanzó durante una reciente escalada de amenazas. La escalada, que parecía contenida, resurgió con toda la fuerza con el misil que surcó los cielos de Japón y que se desarmó en tres partes antes de caer al Pacífico.

“El mundo ha recibido fuerte y claro el último mensaje de Corea del Norte. El régimen mostró su desprecio por sus vecinos, por todos los miembros de las Naciones Unidas y por los estándares mínimos de un comportamiento aceptable a nivel internacional”, agregó Trump en el texto difundido por la Casa Blanca.

Fuentes militares de Estados Unidos confirmaron que el cohete recorrió 2700 kilómetros, como se estimó en un principio, para alcanzar una altitud de 550 kilómetros, antes de hundirse en el mar. Fue disparado hacia el Este, y no en dirección a la isla de Guam, donde se emplaza una importante base militar norteamericana que el mes pasado Corea del Norte había amagado atacar.

Los japoneses recibieron el mensaje de alerta enviado a los celulares por el gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, en el que se instaba a la población a buscar refugio. Más sorprendente todavía fue el texto que leyeron los pasajeros que bajaban, como todos los días, a la estación de metro de Sapporo, en la isla de Hokkaido: “Hay perturbaciones en todas las líneas. Motivo: disparo de misil balístico”.

Trump y Abe mantuvieron una larga conversación de 40 minutos por teléfono para evaluar una respuesta a la provocación norcoreana, tras la cual acordaron aumentar la presión sobre Pyongyang. El premier japonés advirtió apenas supo sobre el misil que su gobierno tomaría “todas las medidas” necesarias para garantizar la seguridad de los ciudadanos de su país.

La prueba, una de las más provocadoras en la historia de Corea del Norte, se produjo en momentos en que tropas de Estados Unidos y Corea del Sur realizan sus ejercicios militares anuales en la península de Corea. Estos ejercicios armados enfurecen al régimen de Kim, que asegura que se trata de una preparación para invadir su territorio.

Explosión

Pyongyang acusó a Estados Unidos de empujar a la península de Corea hacia “un nivel extremo de explosión” y declaró que tiene justificación para responder con dureza a la intimidación de Washington.

“Ahora que Estados Unidos declaró abiertamente su intención hostil hacia la República Popular Democrática de Corea, al hacer agresivos ejercicios militares pese a las repetidas advertencias, mi país tiene todos los argumentos para responder con duras contramedidas como el ejercicio de su derecho a la autodefensa. Y Estados Unidos debería ser totalmente responsable”, señaló Han Tae Song, el embajador norcoreano ante la ONU en Ginebra, donde ayer se desarrollaba, irónicamente, una conferencia internacional de desarme.

El lanzamiento fue repudiado enérgicamente por la Unión Europea (UE), de manera también clara por Rusia, pero de forma mucho más matizada por China, aliado número uno y principal socio comercial de Corea del Norte.

Pekín se opone a la aventura nuclear de su vecino, al que asegura haber instado a bajar las armas. Pero ayer hizo equilibrio denunciando también que Estados Unidos y Corea del Sur “han realizado una y otra vez maniobras militares y han ejercido presión militar” sobre Pyongyang.

El gobierno chino insistió en el diálogo “como única vía de salida” y reiteró la propuesta que realizó meses atrás de una “doble suspensión”, por la que Estados Unidos y Corea del Sur hagan el ofrecimiento de detener sus maniobras a cambio de que Corea del Norte deje de lado sus pruebas balísticas y nucleares.

“China ha hecho esfuerzos sin descanso” en la solución del conflicto, dijo en rueda de prensa Hua Chunying, vocera de la cancillería china, en momentos en que Washington, Seúl y Tokio convocaban a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para evaluar una respuesta colectiva de las potencias.

El Consejo de Seguridad adoptó el 5 de este mes por unanimidad un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte por disparar un misil con capacidad de alcanzar territorio norteamericano. Las penalizaciones económicas tienen como objetivo castigar las exportaciones norcoreanas de carbón, hierro y del sector de la pesca, que lo privarían de unos mil millones de dólares.

En lo que va del año, Pyongyang realizó 22 lanzamientos de misiles, un récord que ya superó la marca de todo 2016. Según los servicios de inteligencia de Corea del Sur, la amenaza se materializa luego con la pesadilla de 20 dispositivos nucleares listos para responder a eventuales ataques. Otros cálculos hablan de 13 a 30 cabezas atómicas listas. Desde 2006 hasta hoy Pyongyang ha efectuado cinco pruebas nucleares. (La Nación)

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