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El caso Maldonado: expectativa judicial por el resultado del peritaje de los celulares de los gendarmes


06:40 Hoy le darán a la fiscal los datos de los mensajes, las imágenes y llamadas de los móviles usados por los efectivos el día del operativo; creen que hay información clave para la investigación

Por: Gabriel Di Nicola
Hoy puede ser un día clave para la investigación por la desaparición de Santiago Maldonado. A las 8, personal de la Policía Federal Argentina (PFA) le entregará a la fiscal del caso, Silvina Ávila, los peritajes hechos sobre los teléfonos celulares secuestrados a los gendarmes que participaron del operativo del 1° de agosto pasado en el predio ocupado por la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia, en la estancia Leleque, en el departamento de Cushamen. Los investigadores del caso admitieron ayer que tienen expectativas en los resultados.

El peritaje que recibirá la fiscal Ávila tendrá el contenido de lo que encontró en los más de 70 teléfonos celulares secuestrados en los allanamientos hechos por la PFA en los escuadrones de Esquel, El Bolsón y en la localidad de José de San Martín.

“Los peritajes se hicieron sobre el contenido de los teléfonos celulares que secuestramos en los tres escuadrones. Es decir, todo lo que puede estar en un dispositivo: mensajes, fotografías, videos y listados de llamadas entrantes y salientes”, sostuvo a LA NACION una calificada fuente con acceso al expediente.

Los peritajes llegaron a esta ciudad ayer y a las 8 de hoy le serán entregados a la representante del Ministerio Público. El caso Maldonado, un tatuador de 28 años, tiene dos causas: una está caratulada como desaparición forzada y otra es el habeas corpus que se inició después de la denuncia de la desaparición.

El expediente caratulado desaparición forzada está delegado en la fiscal Ávila, que tiene la colaboración de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), conducida por Félix Crous.

Ninguna de las varias fuentes consultadas por LA NACION quiso adelantar cuáles fueron los resultados de los peritajes. Sólo explicaron que “hay una novedad” en su contenido. El misterio comenzará a resolverse hoy en la fiscalía federal. Sí informaron que todavía se analiza la geolocalización de cada móvil.

Ayer fue el segundo día de declaraciones testimoniales de gendarmes que participaron del operativo del 1° de agosto pasado. A diferencia de anteayer, no hubo incidentes. No ocurrieron hechos de violencia e intentos de agredir a los testigos, a la fiscal y al juez Guido Otranto como 24 horas antes. Fueron cuatro testimonios, pero ninguno de los integrantes de la fuerza de seguridad sostuvo que observó o supo que un compañero hirió al arrojar una piedra a un “encapuchado”, como había sucedido en la audiencia anterior, sólo declararon que vieron a los manifestantes cruzar el río Chubut.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes con acceso al expediente. Los testigos de ayer fueron los gendarmes Hugo Díaz, Daniel Gómez, Orlando Yucra y Juan Prieto. Las declaraciones testimoniales de uniformados de la Gendarmería Nacional continuarán hasta el lunes próximo, incluido pasado mañana, sábado. “No surgió nada que permita esclarecer la suerte de Maldonado”, dijo el secretario de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas del Ministerio de Seguridad, antes de tomarse un avión hacia Buenos Aires.

El gendarme Gómez fue el único de los cuatro testigos que llegó hasta la vera del río Chubut. Sostuvo que vio a los “encapuchados” del otro lado. Explicó que no observó ni escuchó que algún compañero haya herido a alguno de los manifestantes con una piedra.

La escena de la piedra fue “confesada” por el gendarme Neri Robledo cuando declaró en el sumario interno hecho por la fuerza de seguridad. Además, dos testigos que declararon anteayer ante la fiscal Ávila y el juez Otranto afirmaron que escucharon que un compañero había herido con una piedra a un manifestante. Robledo todavía no fue citado.

Prieto, copiloto de un camión Eurocargo que ingresó en la comunidad mapuche, sostuvo que ingresaron en el predio y dieron unas vueltas, y después detuvieron el vehículo cerca del puesto de vigilancia que tienen los aborígenes, donde había dos mujeres y dos niños.

Un testigo dijo ayer que “como uso y costumbre”, cuando entregan los móviles deben estar limpios, pero ese día recordó que volvió a las 2, dejó la camioneta en el escuadrón y se fue. (La Nación)

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