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Indagarán a Echegaray, a Insfrán y a Brito, tras los dichos de Vandenbroele


10:00 El juez Lijo los citó como sospechosos; fue a partir de la confesión del arrepentido, quien los complicó en la operación

Por: Hernán Cappiello
El ventilador que prendió el arrepentido Alejandro Vandenbroele , acusado de ser el testaferro de Amado Boudou para quedarse con la imprenta Ciccone , tuvo ayer sus primeras consecuencias: la Justicia indagará como sospechosos de maniobras de corrupción al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán ; al banquero Jorge Brito, y al ex jefe de la AFIP Ricardo Echegaray . Todos son hombres poderosos y hasta ahora habían salido indemnes del escándalo Ciccone. Pero ayer, el juez federal Ariel Lijo, con las revelaciones que hizo Vandenbroele, decidió avanzar sobre los empresarios y funcionarios a los que complicó con su confesión. Lijo dispuso que Brito y Echegaray declaren el 27 y 28 de noviembre, respectivamente, y les prohibió la salida del país, mientras que Insfrán fue citado para el 4 de diciembre.

La citación incluye también al banquero Raúl Moneta, declarado inimputable por el delicado estado en el que se encuentra tras un ACV. Sería relevado de esa obligación y sobreseído. Vandenbroele dijo al fiscal Jorge Di Lello que la capitalización de Ciccone estuvo a cargo de Brito y de Moneta. Y que Brito le pagaba una mensualidad y los honorarios de su letrado para que no hablara.

Con los datos de Vandenbroele, Di Lello pidió al juez Lijo que tome alguna medida que le impida seguir obstruyendo la investigación. Lijo nada informó al respecto.

Con respecto a Echegaray, Vandenbroele complicó su situación en la causa. Hasta ahora aparece en el caso Ciccone en dos momentos: primero otorgando un plan de facilidades muy conveniente a la empresa y luego enmendándolo. Echegaray dijo que si los privados especularon con que podían hacer un negocio viéndose favorecidos por un plan de pagos, fue él quien lo frustró. Esa será su defensa ante el juez, dijeron sus allegados.

Insfrán, en tanto, debe declarar porque Vandenbroele contó que lo buscaron para inventar una consultora para justificar el cobro de honorarios por renegociar la deuda pública formoseña (el trabajo nunca se iba a hacer, pero igual se iba a pagar). Se cobraron 7,8 millones de pesos.

Insfrán será indagado como acusado de haberse quedado con parte de la plata, junto a Boudou y a su socio José María Núñez Carmona.

Brito, en tanto, adelantó su jugada: explicará que el propio banco fue el que denunció, mediante un registro de operaciones sospechosas (ROS), los movimientos vinculados a las transferencias para la falsa consultoría de refinanciamiento de la deuda pública formoseña. “Se cursó en el mes de marzo del año 2012 un reporte de operación sospechosa y posteriormente dos complementos, todos relacionados con operaciones del mes de enero de 2012 por pesos 7.800.000”, dijeron allegados al banquero.

Lijo dispuso además las indagatorias de Pablo Jorge Amato y Francisco Seguera y la ampliación de la declaración indagatoria de Ricardo Echegaray y Máximo Lanusse, un ex gerente de Brito que manejaba la imprenta Ciccone luego de que quedó en manos de Vandenbroele.

Los interrogará con respecto a la participación que tuvieron en la maniobra por la cual Boudou, junto a Núñez Carmona, adquirió la empresa quebrada. Vandenbroele quedó al frente.

Además, el juez citó a indagatoria a la ex ministra de Economía de Formosa Inés Lotto de Vecchietti y a Sergio Gustavo Martínez, que figura como socio de Vandenbroele en The Old Fund, la consultora fantasma con la que se simuló el trabajo de asesoría en Formosa. Martínez es un amigo marplatense de Boudou que en el pasado tuvo problemas en Florida, donde pasó parte de su vida.

Su indagatoria es esperada con particular ansiedad, dada la tendencia a “arrepentirse” de los implicados de menor jerarquía en la organización.

Amado Boudou mira este ajetreado trámite judicial desde su celda de la cárcel de Marcos Paz. Ayer fue llevado a Comodoro Py 2002, donde tuvo lugar una nueva audiencia del juicio oral en su contra. Pablo Slominsky, abogado de Guido Forcieri, ex funcionario de Economía, pidió suspender el juicio hasta que se incorporen las confesiones del arrepentido Vandenbroele. Los jueces dijeron que no corresponde por ahora. Boudou además visitó la Cámara Federal, donde tomó la palabra para convencer a los camaristas de que Lijo debe ser apartado de la causa y de que él debe ser excarcelado. Dijo que Lijo debe irse de la causa porque perdió imparcialidad y que ordenó su detención como parte de un show que pretendió “mostrar un trofeo de caza”. (La Nación)

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