- Publicidad -

¡COBARDES HIJOS DE PUTA!


13:30 – (Por Rubén Lasagno) – No hay otra forma de titular, para calificar la vil agresión al periodista Julio Bazán, un hombre mayor, de trayectoria profesional impecable, respetuoso del dolor y solidario en sus actitudes cotidianas, cuando utiliza la pantalla del televisor para reflejar semanalmente la Argentina oculta, marginal, esa gran deuda social que tienen y van dejando los gobiernos, independientemente de quién esté en el poder y por todos los medios tratan siempre de ocultar.

Dueño de un estilo propio, incisivo pero respetuoso, descriptivo y persistente a pesar de los peligros que acechan a un movilero que trabaja cubriendo conflictos sociales, Bazán estuvo ayer entre el cúmulo de violencia que desataron los salvajes inadaptados presentes en estas ocasiones, con el agregado de que esta vez, los cobardes hijos de puta de siempre, lo hicieron blanco de sus criminales acciones y de las cuales trata de recuperarse en un hospital de CABA.

Desteñida mentira la que sustentaban estos salvajes, cuando decían estar allí luchando por el derecho de los mayores y maltrataban, golpeaban, apedreaban y pateaban a un hombre de 70 años con un micrófono en la mano, como única arma en contra de la locura.

Claro, los salvajes pagos le temen mucho más a un micrófono que a una pistola. De última, si es por armas, ellos, patoteros, barras bravas, ex convictos, apretadores a sueldos, pueden sacar una de mayor calibre y matar si es preciso; pero no pueden combatir la palabra, las imágenes, la realidad; por eso un micrófono es un arma letal para su accionar de malnacidos. Eso está fuera de sus posibilidades de control.

El relato que durante 12 años maquilló y edulcoró el robo desenfrenado, la corrupción planificada, la prebenda, los planes sociales, la militancia rentada, los negociados en cada rincón del poder, se cae con la realidad y Julio Bazán estaba relatando esa realidad, la cual transcurría a su alrededor. Los antidemocráticos lo saben y actúan en consecuencia. En nuestra nota anterior lo reflejamos claramente.

Desde que a los periodistas se los escupía en Plaza de Mayo, en las fotos enmarcadas por Hebbe de Bonafini, se los “juzgaba” en tribunales populares truchos y se los condenaba a la hoguera por criticar al gobierno corrupto de los Kirchner, no ha pasado mucho y hoy nos damos cuenta que aquello era solo el inicio de la gran embestida contra la fuerza de la palabra, sin duda, lo que más temen los cultores del crimen organizado, las asociaciones ilícitas, el ocultismo político, la corrupción institucionalizada y la marginalidad del poder.

Las basuras que ayer golpeaban a Bazán, el cobarde, artero y poco hombre que le asestó una patada en la espalda, el criminal que le tiró cenizas calientes en la cara, los que lo lapidaron mientras algunos trataban de protegerlo corriendo hacia el subterráneo, hoy tendrían que estar presos y sin posibilidad de ser excarcelados; pero siempre hay en el camino, un juez como Patricia López Vergara, quien prefiere proteger a los delincuentes, arrojando a los perros a policías desarmados ante la turba criminal, para caretear de “progre”, cuando en realidad es una simple abolicionista de la ley y garantista de la impunidad y el desorden.

Ojalá se haga justicia, al menos por una vez en este bendito país y los salvajes identificados en cientos de videos, sean encerrados sin excusa ni posibilidad de escaparle al castigo que merecen. No podemos pensar un país con tipos como los de ayer, que anden libres por la vida, caminando entre la gente honesta. Alguien debe ponerle límite y esa es la justicia. Si no hay jueces con lo que deben tener bien puestas, hay que echarlos con todas las garantías constitucionales que correspondan y renovar juzgados y Tribunales a lo largo y ancho del país.

Estamos indefensos ante tanta marginalidad política y judicial, ante tanta complicidad descarada y semejante injusticia. Orden, justicia, honestidad y autoridad, valores perdidos por muchos años de inconciencia moral y corrupción estructural de un país que está en manos de pocos y creen que pueden matarnos a muchos, sin ninguna consecuencia. (Agencia OPI Santa Cruz)

spot_img

Suscribité al Newsletter

Más Noticias

- Publicidad -spot_img

Más Noticias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí