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LOCOS POR EL GOLPE

Télam-Mar del Plata-20/01/14-En el hotel de U.T.H.G.R.A. que esta en Rawson y Tucuman se llevo a cavo la reunion entre los sindicalistas de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo.

10:45 (Por Rubén Lasagno) – Primero fue el kirchnerismo en su conjunto quienes al haber perdido el poder se manifestaron en contra de la institucionalidad y la democracia, como nunca lo había hecho en el país un sector político, a pesar del colaboracionismo que las dictaduras han tenido de muchos “referentes” de la política nacional.

Después del duro golpe en las urnas del 2015, cuando el FPV creía poder perpetuarse y vio perder la casa rosada y la calle, salieron los militantes rentados a mostrar el helicóptero, la inefable Hebbe a taladrar la cabeza de los militontos que la vivan, desperdigados en la plaza que ya no pueden llenar y la frase “abajo Macri”, “Macri renunciá” o “Macri te vas a tener que ir”, se constituyó más en una expresión de deseos que una realidad, por cuanto, a pesar de todo, la gente refuerza el apoyo al gobierno nacional, cuando mayor es el ataque recibido de estas huestes de corruptos y vividores, quienes extrañan la década donde el país pasaba por sus manos y las cajas del Estado, también.

Cuando algunos jueces empezaron a investigar al narcotráfico y el lavado de dinero, aparecieron las cajas ocultas del kirchnerismo residual y no tanto y desde intendentes hasta sindicalistas, comenzaron a mostrar la hilacha y los dólares guardados en fajos, estilo José López y Lázaro Báez.

Allí, entonces, se encendió el discurso de la “defensa de los sindicatos, que son amenazados por el neoliberalismo” y rápidamente los gordos se acordaron de los trabajadores, los pusieron de escudo y no faltó el verborrágico Luis Barrionuevo que tras las detenciones de delincuentes comunes como el “pata” Medina, el “Caballo” Suarez, el “saladito” Castillo, el narco-sindicalista Balcedo o al albañil millonario Montero de la UOCRA de Bahía Blanca, solo por poner algunos ejemplos de corrupción K, no tuvo empacho en advertirle a los argentinos que todos los gobiernos que se metieron con los sindicatos, no terminaron su mandato.

Solo por decir eso, en un país serio, este tipo estaría preso; aquí la justicia le hace precio, porque la impunidad con la que cuentan, aún cimienta con buenos márgenes sus desequilibrados discursos, a pesar de ir en contramano del país, sus instituciones y agite el fantasma del golpe sobre un gobierno elegido democráticamente, nos guste Macri o no.

Cuando el gobierno ahonda o aprieta en el cuerpo sindical y toca nervios como el del camionero Hugo Moyano, la respuesta en este sentido, no se hace esperar. Y hoy el jefe del clan, multimillonario y enormemente rico, a pesar de haberse desempeñado todos estos años como dirigente sindical, fue clara y concisa: “Yo creo que a este gobierno le queda poco tiempo”, dijo.

Si lo miramos objetivamente, al gobierno le restan aún 2 años más para terminar su mandato. Es poco o mucho, de acuerdo a la posición que uno tome en el tablero del tiempo. Pero Moyano no se refiere al poco tiempo que le resta para concluir el mandato a Macri, sino se refiere a que este gobierno no va a llegar a concluir los 4 años para los cuales fue elegido, porque se está metiendo con ellos. Grave, muy grave y vemos muy poca reacción popular al respecto y ninguna judicial, a pesar de lo increíble de las palabras, dichas por un líder sindical, quien conduce uno de los mayores gremios del país.

Hoy Moyano y Barrionuevo, se sientan en la mesa con Yasky y Baradel, dos productos K de aquel sindicalismo prebendario que en épocas de Cristina se forraba de plata y preferencias. Moyano, quien fue amigo de Néstor y se abrió de CFK, como Barrionuevo que se cansó de denigrarla y tratarla de chorra, hoy se juntan con el kirchnerismo para formar un frente común, soñando que, tal vez, si se cae Macri, ellos tendrán alguna oportunidad de reestablecer sus ventajas y negocios sucios, hechos, potenciados y sostenidos a la sombra de un poder corrupto y descompuesto hasta los cimientos, como lo fue el kirchnerismo en la década pasada.

Defender la institucionalidad no significa ser “macrista”, es la respuesta soberana de un pueblo sobre quienes pretenden agitar el fantasma del golpe, para ganar en el caos, lo que no pueden ganar en las urnas.

Felizmente nadie les cree ni les da importancia. Cada grito de estos becados K, son más votos para el actual gobierno en el 2019, a pesar de los malos momentos que muchos argentinos estamos pasando.

Cualquier argentino de bien, ve con excesivo optimismo que los ladrones vayan a la cárcel, los que se enriquecieron a costa del pueblo vayan presos y los tahúres sindicales, millonarios tras esquilmar a los laburantes, sean desenmascarados, embargados, expuestos y juzgados como cualquier delincuente común. Eso no excluye a los actuales políticos y sindicalistas, muchos de los cuales se guardan bajo el ala protectora del gobernante de turno.

Los que hasta ayer se rasgaban las vestiduras hablando de las dictaduras y se victimizaban por haber transcurridos aquellos años de plomo, haciendo gremialismo casi en la clandestinidad, hoy alientan el fantasma del “golpe”. ¿Se les puede creer a estos infames o debemos pensar que saltan juntos en rebaño porque les tocaron sus intereses más celosamente guardados?

Ellos, culpables, descubiertos con riquezas injustificables, logradas en la década ganada, quieren bajar a un gobierno democrático y la gente, no solo los ignora, sino, además, reacciona en contra de los que ayer hacían plata de la mano de Néstor y Cristina rememorando la lucha contra las dictaduras y hoy, están locos por el golpe. (Agencia OPI Santa Cruz)

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