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¿SE REUNIERON PARA PEDIRLE EXPLICACIONES?

¿SE REUNIERON PARA PEDIRLE EXPLICACIONES? – Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

12:30 – (Por Rubén Lasagno) – Los que conocemos la realidad de Santa Cruz, podríamos creer que esta foto corresponde a una fecha indeterminada, anterior al 2016. ¿Por qué?, por cuanto si detallamos los nombres de quienes están sentados en esa mesa con Cristina Fernández, el epígrafe posible de la imagen sería: “los integrantes de la intersindical de YCRT y el sector político de la cuenca carbonífera, se reunieron con CFK en busca de una respuesta al problema del yacimiento que permanece improductivo desde hace más de 10 años”. Algo así, implicaría que la imagen se relaciona con la realidad de ese momento, con la crisis de una empresa la cual, a pesar de haber manejado miles de millones de dólares, hace 15 años que no saca carbón ni para alimentar una salamandra. Pero no, la imagen es actual.

YCRT enfrenta una grave situación financiera, fundamentalmente con el achique presupuestario de Nación, que le puso un tope de 2.700 millones de pesos anuales y actualmente el yacimiento insume 4.000 millones; es decir, tiene un déficit de 1.300 millones de pesos a raíz de lo cual el gobierno nacional ha ordenado una reestructuración que implica el achique de la sobredimensionada empresa. Por este motivo, un sector político de la cuenca carbonífera y los representantes gremiales del yacimiento, quienes se encontraban negociando con el Interventor Omar Zeidán en Buenos Aires, se hicieron “una escapadita” para reunirse nada menos que con Cristina Fernández, hoy senadora, la principal responsable, junto a su marido Néstor Kirchner (fallecido), Julio de Vido y Atanasio Pérez Ozuna (solo por nombrar a unos pocos) del mayor latrocinio al Estado, utilizando el yacimiento de Río Turbio y la usina inconclusa de la cuenca, para robar millones de dólares y mantener inactiva a la empresa por más de 10 años.

En todo ese tiempo y aprovechando el dolor por los 14 mineros muertos en el 2004, Néstor Kirchner usó aquella triste y dolorosa tragedia para manejar el gran aparato de negociados y corrupción armado alrededor de los millones en danza disparados desde el entonces gobierno nacional con el argumento de “modernizar, hacer productiva y segura la mina y producir el despegue de Santa Cruz”. Todo fue, en realidad, un drenaje de fondos dilapidados en compras simuladas, sobreprecios, convenios inventados con la UTN, sobrefacturación de servicios y el ingreso masivo de favores políticos y acomodos que llevaron de los 1.700 empleados por YCRT en el 2002 a más de 3.300 cuando CFK dejó el poder en el 2015.

Pero la foto que ilustra esta nota no es de archivo, es reciente. Cualquier desprevenido, entonces, podría pensar “esta gente, fue a recriminarle a la ex presidenta, hoy senadora, el hecho de haber sido culpable de llevar a YCRT a un estado calamitoso como el presente, con las actuales consecuencias donde el gobierno nacional echa mano al achique, a los despidos y a la reducción presupuestaria, basada en una ecuación simple: el yacimiento insume casi 4.000 millones de pesos anuales, tiene 1.500 empleados más de lo necesario (todos ingresados en los últimos 10 años) y hace 15 años no saca carbón ¿Para qué mantenerla activa?”. Lo lógico, entonces, sería que le reclamaran a la ex dama de hierro, por qué los arrastró a estas circunstancias, por qué no hizo nada para levantar la empresa, en vez de hundirla, después de haber ostentado el poder absoluto en el país desde el 2003 al 2015?. Pero no es eso lo que el fueron a manifestarle.

La foto, aunque parezca increíble, es de los dirigentes gremiales y representantes políticos provinciales, muchos de ellos partícipes necesarios de la destrucción de YCRT, como Atanasio Pérez Ozuna, ex Interventor de YCRT, hoy Intendente de Río Turbio, sentado a la derecha de la viuda, quienes sin la mínima dignidad política o vergüenza personal, fueron a sacarse una foto rodeando a la jefa de la banda, que ya sin banda no tiene poder y solo puede prestar el oído para el “yo te escucho” y cacarear desde un rincón del senado donde nadie o muy pocos la tienen en cuenta.

La imagen es patética, no solo por tener en el centro del fotograma a la responsable absoluta de la destrucción del yacimiento, sino por el grado de obsecuencia indebida del cual padecen los que allí se muestran, muchos de ellos perseguidos por la justicia. ¿Qué pueden buscar hoy de la madre del problema, si la gran perdedora del peronismo no tiene ni voz ni voto en el poder nacional y cuando habla, nadie consciente de las cosas que ha hecho, le puede creer una palabra? ¿Cuál es el propósito de sentarse ante quien debiera darles explicaciones, más que consejos?.

Pero allí, en esa foto, no hay mineros, esos tipos esforzados que luchan por sobrevivir en los socavones, por 30 mil pesos; no se ve a ninguno de los 1.300 que menos ganan. Tampoco estuvieron los obligados a dejar el yacimiento por haber sido parte de la vanguardia sindical de De Petri, Baratta y Cia. quienes utilizaron por años el yacimiento como agencia de colocación de empleos.

Esto no es nuevo. En OPI lo venimos diciendo desde el año 2008. El día que el gobierno cambiara y si llegaba una administración pragmática y de corte neoliberal, como lo vemos con Macri hoy, la situación del yacimiento estaba echada: si no produce, se cierra. Es exactamente lo que está ocurriendo desde hace un año atrás. La bajada de línea del gobierno es: ajustar los gastos y hacerla funcionar. Los retiros voluntarios son parte del achique y la pérdida de las prebendas el otro paso a los cuales los sindicatos se resisten. Nadie quiere perder, todos están acostumbrados que si alguien debe perder, debe ser el Estado.

Por eso, desesperados y sin rumbo, previendo que los trabajadores reales, los verdaderos mineros no los van a acompañar por mucho tiempo más en la loca carrera por defender los privilegios de unos pocos, algunos dirigentes que cobran más de 100 y 150 mil pesos, optan por buscarle una salida política y la falta de ideas y estrategias básicas de resolución de crisis, hace que en vez de buscar la solución con quienes hoy tienen el poder, vayan a llorar a la mesa de quien fracasó rotundamente cuando tuvo la oportunidad histórica de hacer de YCRT una empresa floreciente y productiva y no un elefante blanco, inactivo y deficitario como el que dejó el kirchnerismo, con su repentina salida del poder en el 2015.

El planteo más lógico surge a simple vista: si CFK no hizo nada antes ¿Qué puede hacer ahora?; nada, solo usar la causa de los mineros (otra vez y van…) para enarbolar un discurso demagógico y barato, sin apego a la realidad ni a la verdad, pero en contra de Macri; sin embargo, nada constructivo puede hacer quien demolió los cimientos de la esperanza y el futuro del yacimiento que hoy todos descubren que está en peligro. (Agencia OPI Santa Cruz)

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