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Devaluación: a cuatro años de su lanzamiento, el billete de $200 ya vale casi un dólar

Billete de $200 -

Por: Sofía Diamante

Según publica La Nación Un 26 de octubre, pero de 2016, comenzaba a circular un nuevo billete en la Argentina: el de $200, con la imagen de la ballena franca austral. En ese entonces, con un tipo de cambio de $15,21, el papel alcanzaba para comprar US$13,15. Cuatro años después, el billete vale, al tipo de cambio oficial ($78,26), US$2,56, y al blue ($183), US$1,09.

Sucede que desde entonces, se impuso un cepo cambiario y se desdobló el mercado. El tipo de cambio aumentó 413,67% comparándolo con la evolución del oficial y tuvo un alza 1103% en relación con el informal. De esta forma, se necesitaron cada vez más pesos para adquirir los mismos dólares o, dicho de otra manera, los pesos alcanzan cada vez menos para comprar bienes y servicios.

Con el resto de los billetes sucedió lo mismo. El de $500, que vio la luz el 30 de junio de 2016, cuando el tipo de cambio era de $15, valía en su momento US$33,3. Hoy, el mismo papel con la imagen del yaguareté alcanza para comprar US$6,39 en el mercado oficial (sin contar el impuesto PAIS y las retenciones del 35%) y US$2,73 en el blue.

El billete de mayor denominación de la Argentina, por su parte, el de $1000, que fue puesto en circulación el 30 de noviembre de 2017, valía US$57,7; mientras que hoy, la figura del hornero representa US$12,78 si se lo adquiere en el mercado mayorista y US$5,35 en el paralelo.

El resto de los billetes de pesos en el país valen:

  •     El de $20: US$0,26 el oficial y US$0,11 el blue
  •     El de $50: US$0,64 (oficial) y US$0,27 (blue)
  •     El de $100: US$1,23 (oficial) y US$0,55 (blue)

Que cada vez se necesiten más billetes para comprar los mismos bienes genera un incremento en los costos de impresión por parte del Banco Central (se calcula $6 por unidad) y mayores costos logísticos para las empresas, que deben contratar más transporte de caudales para trasladar los mismos o menores ingresos nominales.

Además de tener una alta inflación desde hace más de 10 años, la Argentina tiene también entre un 30% y 40% de su economía en la informalidad, que solo pacta transacciones con dinero físico, lo que genera que la demanda por los billetes se mantenga elevada.

En los últimos meses, a pesar de que la pandemia aceleró la utilización de pagos digitales, a mediados de mes, la cantidad de billetes aumentó 27,2% con relación a la misma fecha del año pasado; es decir que hay más cantidad en circulación, según el relevamiento de LANACION en base a datos del Banco Central.

En mayo pasado, Miguel Pesce, presidente de la entidad monetaria, propuso lanzar en circulación un billete con la denominación de $5000 (US$63 al oficial y US$27,32 al blue), pero el ala política del Gobierno frenó la orden. En julio pasado, el Banco Central tuvo que importar billetes para evitar el desabastecimiento. (La Nación)

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