26/05 – 09:40 – Como no había pasado nunca en los últimos ocho años, Cristina Kirchner asistió ayer al tedeum del 25 de Mayo, en la Catedral porteña. La recibió el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, quien llamó a toda la dirigencia del país a “apostar” al diálogo y la cultura del encuentro.
Por Mariano De Vedia
“O se apuesta al diálogo y se apuesta por la cultura del encuentro, o todos perdemos , todos perdemos. Por aquí va el camino fecundo”, dijo Poli, en una de las tantas citas con que recordó al papa Francisco. En el tedeum se pidió, además, que “la atención a los pobres sea una opción preferencial sin exclusiones ni diferencias”.
La Presidenta, a quien se vio emocionada cuando recitó una oración por la paz, ocupó un sillón preferencial delante de la primera fila de bancos, a metros del jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri. Ambos se saludaron con un apretón de manos al concluir la ceremonia.
El templo estuvo colmado por dirigentes kirchneristas, además de ministros porteños y representantes de Pro. No había ningún representante del resto de la oposición. Apenas se vio al radical Leandro Despouy, titular de la Auditoría General de la Nación. Por el Gobierno estaban el vicepresidente Amado Boudou; el presidente provisional del Senado, Gerardo Zamora; el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y los gobernadores Daniel Scioli y Sergio Urribarri, entre otros.
“Hoy, el papa Francisco lleva al magisterio universal de la Iglesia lo que tantas veces enseñó entre nosotros”, dijo el cardenal primado, al poner quizás en evidencia que cuando su antecesor Jorge Bergoglio encabezaba el tedeum sus mensajes no eran seguidos por las autoridades.
Poli, acompañado por dignatarios de otros cultos, pidió una actitud abierta, disponible y sin prejuicios -que llamó “humildad social”- y dijo que “el arte del diálogo es garantía de una saludable vitalidad para nuestra bendecida democracia”.
Citó otra vez a Francisco para hablar de quienes lo visitan en Roma. “Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo -dice el Santo Padre-, mi respuesta siempre es la misma: diálogo, diálogo, diálogo”, repitió, al traer a la memoria el discurso del Papa a la clase dirigente en su visita a Río de Janeiro.
Destinatarios
El cardenal Poli se cuidó muy bien de no referirse expresamente al Gobierno. Luego de los ecos del último documento del Episcopado sobre la violencia, que se interpretó como un llamado a la administración kirchnerista, y la polémica por el telegrama enviado a Cristina por el Pontífice, la Iglesia quiso evitar que se hablara de destinatarios concretos. En primera fila se ubicaban Macri y dirigentes de Pro y no se hablaba sólo a los funcionarios del gobierno nacional, aclararon fuentes eclesiásticas.
Al insistir en la necesidad de crear condiciones para la amistad social, Poli recordó que “los momentos de desencuentros en el país se han superado con originales y creativos encuentros de diálogo”. Y recurrió al Martín Fierro para afirmar que “la unidad entre hermanos sigue siendo la ley primera”.
Entre las condiciones para el diálogo, Poli llamó a “revisar nuestro lenguaje” y tener claridad de palabras y de ideas. Habló de la mansedumbre y de la “necesidad de dejar de lado el orgullo”, además de promover la confianza y mantener “el interés y la ocupación por los más pobres, los pequeños y más vulnerables”.
Cristina Kirchner siguió con atención el tedeum y las palabras de Poli. Incluso, no pudo evitar emocionarse cuando le acercaron el micrófono para recitar la Oración por la Paz, de San Francisco de Asís, que comienza “Señor, haz de nosotros instrumentos de tu paz”. Su voz pareció quebrarse cuando leyó “dando se recibe, perdonando se es perdonado y muriendo se resucita a la vida eterna”.
El final del tedeum tuvo una nota final a pura música y color cuando la artista Patricia Sosa cantó temas de la Misa c riolla, creada hace 50 años por Ariel Ramírez. Desde su asiento, la Presidenta siguió el ritmo de la música y la letra de las canciones, moviendo sus manos y con su voz.
En el atrio de la Catedral, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, coincidió con la necesidad de avanzar en el diálogo. “Claro que es posible, a pesar de que las tensiones y diferencias de criterio siempre existirán en la Argentina”, señaló. Su par de Defensa, Agustín Rossi, afirmó que “en el país hay distintos ámbitos de diálogo” y dijo que “habrá más comunicación cuando haya más igualdad”. (La Nación)