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Rotundo voto contra Dilma que la acerca a la destitución

Rotundo voto contra Dilma que la acerca a la destitución
18/04 – 10:00 – El proceso pasa ahora al Senado. Si la Cámara alta, que el gobierno no controla, acepta el caso, la presidente sera suspendida y asumirá en su lugar el vice Temer. El juicio puede durar hasta seis meses.

Por: Eleonora Gosman
A medida que ayer avanzaba la votación en la Cámara de Diputados se hizo más visible la derrota de la presidenta Dilma Rousseff, que esperaba cortar allí la posibilidad de su alejamiento. El final fue rotundo: 367 votos por el enjuiciamiento político, 25 más de los necesarios. En contra 137, muy por debajo de los 171 que el oficialismo requería para bloquear el proceso. Hubo siete abstenciones y dos ausencias. Esto no implica la inmediata salida de la gobernante. Aunque con este trasfondo, seguirá al frente del Palacio del Planalto hasta que se expida el Senado que debe votar si admite el proceso. Ese tramite demoraría algunas semanas. Luego, ese cuerpo legislativo es el que debe dar una sentencia definitiva sobre el fondo del asunto.

Es decir, deberá decidir si hubo o no el llamado “delito de responsabilidad”, que se le adjudica a Dilma por presuntas irregularidades fiscales. Lo cierto es que ayer ni siquiera en el bando del impeachment, como se auto denominaron, aludían a algo más específico sobre la acusación que pesa sobre la mandataria. Los discursos, sobre todo los planteados por los prominentes miembros del PMDB (el ex socio del PT en el gobierno), pusieron el eje en “la falta de capacidad para gobernar”, la “pérdida de credibilidad” y las “manifestaciones “ por el “fuera Dilma” en las calles, especialmente, las de San Pablo.

No había, en los mensajes de los parlamentarios pro juicio político, más que una vaga referencia a la corrupción. El otro eje preferido entre los partidarios de ver a Rousseff afuera del gobierno, fue el de la crisis económica “que hundió el país” y provocó “10 millones de desempleados”. Eso fue lo que dijo a esta corresponsal el diputado Alfredo Kaefer, del Partido Social Liberal (PSL), pero que fue en el pasado un conspicuo miembro de la socialdemocracia. Para él, el tema económico es “central” en la explicación del porque sí al impeachment de Dilma. A pesar de compartir el sí al juicio presidencial para el diputado Roberto Freire, jefe del Partido Popular Socialista (ex PC pro soviético), reveló una mirada crítica al titular de la Cámara Baja Eduardo Cunha. Negó que este político, acusado de corrupción por la Corte Suprema, vaya en algún momento a ejercer el cargo de vicepresidente en los hechos, debajo del eventual futuro presidente Michel Temer. “Cunha no podrá ejercer nunca el papel de vice, que eventualmente asuma en lugar de Temer si este se ausenta. Lo prohíbe la Constitución, que establece que nadie acusado por delitos puede llegar a ocupar ni siquiera temporariamente el máximo cargo ejecutivo del país”. En su visión este parlamentario “no tendrá larga vida política”, luego de haber comandado el impeachment de Rousseff. Freire es un antiguo socio de la socialdemocracia, con la cuál ha trabajado desde que el PT asumió el poder junto con una coalición que no integró al PPS.

Distinta fue la postura de legisladores del partido Red Solidaria fundado por Marina Silva. Alessandro Molon devastó el discurso a favor del alejamiento de la jefa de Estado. “Este proceso no puede ser conducido por un parlamentario que es reo de la Justicia, por acusación de corrupción de la Corte Suprema” indicó. Y luego avanzó un paso más al decir que “aquellos que hoy apoyan el impeachment van a vaciar el Lava Jato”, es decir, la investigación judicial que puso al mundo político en el ojo de la tormenta, al revelar que hay un amplio espectro, entre ellos el propio Cunha, involucrado en el cobro de las coimas de Petrobras.

Evaluó, también, que “hay una medida muy grave en una democracia y que es derribar a un electo por el voto popular, apenas por situaciones que no son excepcionales como demanda la Constitución”. Al concluir su voto contrario al juicio sentenció: “Lo que aquí está en juego es defender la democracia. Esta casa (la Cámara) no puede sacar porque sí al presidente. No puede borrar la elección del pueblo brasileño”.

Representantes del Partido de la Mujer Brasileña (PMB) de Minas Gerais Welinton Prado, se expresó en términos parecidos. Dijo que “el gobierno de Dilma está retrocediendo y deshace todas las conquistas sociales del pasado”. Pero admitió también: “La salida para nuestro país no puede ser (Michel) Temer ni Cunha. Son nuevas elecciones presidencias, con una constituyente que las habilite”. Para este parlamentario, Temer tiene el mismo pecado en todo caso que la jefa de Estado: “El también cometió el delito de responsabilidad (por maniobras fiscales), como lo hizo el ex presidente Fernando Henrique Cardoso y también Lula da Silva. Entonces, si hay tarjeta roja para Dilma, también debe haberla para Temer y Cunha”.

Para Antonio Imbassahy, del socialdemócrata PSDB: “Dilma Rousseff quebró el cristal de la confianza. Ya no tiene el respeto de los hombres y mujeres de este país. Por eso hay que dar un basta en esta insensatez. El pueblo se ha manifestado en las calles diciendo que es el que manda. Y para el pueblo, ella debe salir por incapaz” (Clarín)

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