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El kirchnerismo bloqueó en el Consejo de la Magistratura el juicio político al juez Freiler

Un fiscal pidió investigar contrataciones sospechosas en el Consejo de la Magistratura
30/05 – 10:40 – Los consejeros Candis y Godoy votaron en contra de la acusación por su incremento patrimonial; sin los votos necesarios, el oficialismo suspendió el plenario de pasado mañana

Por: Iván Ruiz
El juez federal Eduardo Freiler puede, por ahora, respirar aliviado. El oficialismo perdió ayer en el Consejo de la Magistratura un voto clave para iniciar esta semana el juicio político en su contra. La Comisión de Disciplina y Acusación aprobó por amplia mayoría (siete votos contra dos) el dictamen contra el magistrado por su incremento patrimonial, pero los consejeros kirchneristas Jorge Candis y Ruperto Godoy votaron en contra de la acusación impulsada por el oficialismo.

La negativa expresa de Candis pone en jaque la intención de la Casa Rosada de iniciar pasado mañana el juicio político. Sin su voto, la acusación contra Freiler tiene la puerta cerrada en el plenario del Consejo, el órgano que debe decidir la inmediata suspensión del magistrado. El oficialismo cuenta con ocho votos asegurados, pero le falta uno para llegar a la mayoría especial que requiere este tipo de acusaciones. Desde la Casa Rosada ordenaron suspender la votación hasta que se aseguren el noveno voto.

“El kirchnerismo está encubriendo a un juez sospechado, que no tiene las capacidades mínimas para ser camarista. Le están garantizando impunidad. Es una vergüenza”, dijo a LA NACION Juan Bautista Mahiques, representante del Poder Ejecutivo en el Consejo.

El panorama es incierto, pero en el Gobierno están convencidos de que es una pulseada que, más temprano que tarde, ganarán. “Esto sale o sale. No negociamos con jueces corruptos”, dijo, con enojo, una de las espadas oficialistas en el Consejo.

El oficialismo maneja cuatro escenarios. El menos complejo es convencer a Candis, representante de los académicos, antes de la feria judicial de agosto, ya que -interpretan- su voto negativo en la comisión no fue “contundente”. Una misión más compleja sería persuadir a la jueza Gabriela Vázquez, de buena relación con el oficialismo pero que vota con el kirchnerismo.

El resto de los planes requieren más paciencia. El primero es esperar un fallo de la Cámara Federal que ratifique el fallo del juez Enrique Lavié Pico, que declaró inconstitucional un artículo de una ley que no le permite al kirchnerista Godoy continuar en el organismo por no ser abogado. En su lugar ingresaría el senador Rodolfo Urtubey, que podría facilitar esa mayoría especial que requiere el juicio político contra Freiler, se ilusionan.

La última opción es esperar a diciembre, cuando se renuevan algunos cargos en el Consejo. Se terminan los mandatos de dos consejeros kirchneristas: los senadores Godoy y Virginia García, cuñada de Máximo Kirchner. Sus lugares serán ocupados, en cambio, por dos peronistas más dialoguistas. Está asegurada una plaza para Urtubey como primer reemplazante y la segunda podría ser para el senador Miguel Ángel Pichetto.

El voto de la polémica

Con ocho votos asegurados en el Consejo, el oficialismo montó un operativo para seducir al consejero Candis, un kirchnerista cercano al ex secretario de Justicia Julián Álvarez, que comenzó a apoyar en algunas votaciones al oficialismo.

Mahiques, representante del Gobierno en el organismo, se cargó al hombro la tarea. Lo recibió durante varios meses todas las semanas en su despacho. Después, el oficialismo lo nombró presidente de la Comisión de Reglamento y, por último, habían comenzado el trámite de sus pedidos, más ligados a lo administrativo que a lo político. Candis respondió: levantó la mano para votar varias ternas de jueces en el plenario.

La buena respuesta de Candis convenció a la mesa chica del oficialismo. Fueron a la Casa Rosada y le dijeron al presidente Mauricio Macri que el inicio del juicio político de Freiler estaba sentenciado. Era cuestión de días, lo ilusionaron.

Pero el teléfono de Candis sonó como nunca en la última semana. El miércoles recibió la llamada de Julián Álvarez, según pudo reconstruir LA NACION. El kirchnerista le habría ordenado que bajo ninguna circunstancia podía votar la acusación contra el camarista que favoreció a Cristina Kirchner en reiterados fallos. Hubo rumores de carpetazos, aprietes y todo tipo de presiones. El consejero no atiende las llamadas de este diario desde hace seis días.

Mientras el teléfono de Candis sonaba, los consejeros oficialistas se turnaron para verlo todos los días. Lo acompañaron en sus almuerzos y cenas. Lo llevaron el viernes a ver al ministro de Justicia, Germán Garavano, a su oficina de la ESMA. Cara a cara, le prometió el voto contra Freiler. Pero el sábado cambió de opinión. “No puedo acompañarlos”, escribió vía Telegram.

Cuando tomó ayer la palabra, Candis sostuvo que el dictamen contra el camarista era “prematuro” y que hacía “abuso de las presunciones” sobre su estilo de vida. Ni una palabra sobre el enriquecimiento ilícito del juez, la misma táctica que utilizó el kirchnerismo hasta ahora para defender a Freiler sin hacer referencia a su suntuoso nivel de vida. (La Nación)

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