- Publicidad -

Por las subas de tarifas, la inflación de abril fue de 2,7% y esperan que siga alta este mes


09:30 El gas, el transporte y los combustibles impulsaron el alza; la medición núcleo fue de 2,1%; la suba del dólar, clave para mayo

Por: Francisco Jueguen
Hasta el momento, la inflación de abril -impulsada por los aumentos de tarifas – fue la más elevada del año. Sin embargo, tras la fuerte devaluación del peso en las últimas semanas, nadie se atreve a pensar que ese haya sido el techo para los próximos meses. Incluso, sin haber terminado el primer semestre, ya se abre un debate: la inflación de este año ¿será más baja o más alta que la de 2017?

Los pronósticos de los economistas privados varían. Para algunos, todavía hay esperanzas de que el número acumulado en diciembre esté por debajo del 24,8% del año pasado. Otros ya dan por hecho que el Gobierno no podrá seguir hablando de desinflación. Todos acuerdan en que la meta del 15% para este año ya no es alcanzable.

Para lograr la meta oficial, la inflación promedio mensual de ahora en más no debería ser superior a 0,61%. Para no superar el techo del año pasado, el promedio mensual debe ser como máximo 1,64%. Para los especialistas consultados por LA NACION, la inflación prevista está entre el 22 y el 26,6%. “Este año, con suerte la inflación será de 25%”, aventuró Carlos Melconian el viernes pasado.

Ayer, el Indec publicó que la inflación de abril fue de 2,7%, y en cuatro meses acumula un 9,6%. En los últimos doce meses, la suba de precios fue de 25,5%, según el IPC Nacional. La inflación núcleo -que elimina precios regulados y estacionales- fue de 2,1%, un dato todavía elevado según los expertos privados.

“Estamos convencidos de que la inflación va a bajar en la Argentina”, afirmó ayer en conferencia de prensa el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. “Si uno mira la [inflación] de 2016 y 2017, vemos una tendencia a la baja. Abril tuvo una fuerte suba en los precios regulados, y en mayo no tenemos esas subas, por lo que creo que todo indica que vamos a tener una inflación más baja que en abril. Si el tipo de cambio no hubiera tenido esta volatilidad, habríamos tenido una inflación más baja que en abril”, aclaró el funcionario. “Tenemos buenas chances de que [la inflación] siga el camino descendente y que eso continúe en los meses posteriores, claro que esto depende del contexto. El episodio de los últimos días algún impacto va a tener, pero el camino descendente de la inflación no se detiene”, dijo.

La suba de precios de abril mostró un fuerte impacto de las subas de las tarifas de los servicios públicos, principalmente del gas y el transporte. También impactaron las subas de los combustibles, los medicamentos y la ropa, principalmente por el cambio de temporada. Los precios de los alimentos y las bebidas, en contraste, mostraron una significativa desaceleración con relación a los meses previos.

Pero lo que preocupa a los especialistas es la persistencia de la inflación núcleo por encima de 2%, lo que sumado a la volatilidad del dólar de las últimas semanas se convertiría en un incentivo para el Banco Central (BCRA) para mantener las tasas de interés elevadas.

“La inflación núcleo corrigió la suba registrada en marzo y volvió a los niveles de febrero. Pero desde diciembre promedia una tasa del 2%, equivalente a una tasa anualizada del 26,8%. Y dadas las turbulencias recientes, podría ser piso, dependiendo de cómo sea el impacto en la actividad económica”, afirmó la economista de LCG Melisa Sala.

“Estaba previsto que la inflación tocara un techo en abril y que, aun sin posibilidades de cumplir la meta, en los meses siguientes volviera a encauzarse en un sendero de desaceleración”, explicó Sala, y agregó: “Pero el deslizamiento del tipo de cambio sin duda tendrá algún efecto en los precios en los próximos meses, con un rezago aproximado de dos meses, y la inflación se alejará incluso del tercer techo previsto por el Gobierno: perforar la tasa de inflación con la que cerró 2017”.

“La inflación de mayo es altamente probable que tenga un piso de 3%”, dijo el director del Iaraf, Nadín Argañaraz. “Para el segundo semestre habrá que ir viendo el efecto de la crisis cambiaria y de la suba de la tasa de interés sobre la actividad. La desaceleración que tendría la economía real podría limitar el crecimiento de los precios, que ya es difícil que crezcan menos del 22% en el año”, agregó el técnico cordobés.

“El dato a destacar del IPC es que la inflación núcleo sigue en niveles elevados. En los últimos tres meses, cuando se sintió el impacto de la suba del tipo de cambio de enero y los efectos de segunda ronda de las tarifas, promedió 2,2%. Vale recordar que llegó a 1,3% a fines de año pasado”, señaló Martín Alfie, economista jefe de Radar, y concluyó: “La inflación de mayo seguramente mostrará un nivel elevado por la suba del tipo de cambio”. Gabriel Zelpo, economista jefe de Elipsys, dijo: “Para mayo prevemos un registro cercano a 2%. Se explica por la persistencia de la inflación núcleo y la suba en la tarifa del agua”, adelantó. (La Nación)

spot_img

Suscribité al Newsletter

Más Noticias

- Publicidad -spot_img

Más Noticias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí