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El ataque a Bolsonaro conmociona a Brasil y agita la campaña


09:30 En un ataque que conmocionó a Brasil y agitó una de las campañas electorales más inciertas en el país, el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro , que encabeza las encuestas para los comicios del 7 de octubre próximo, fue acuchillado ayer en un acto en la ciudad de Juiz de Fora, estado de Minas Gerais. El dirigente del Partido Social Liberal (PSL) sufrió heridas de gravedad en los intestinos y una arteria, que le hicieron perder mucha sangre, aunque su estado era estable, informaron anoche los médicos que lo operaron.

La policía informó la detención del agresor, que se filtró entre los simpatizantes del candidato y burló a su equipo de seguridad. Fue identificado como Adelio Bispo de Oliveira, de 40 años, un crítico asiduo de Bolsonaro en las redes sociales con antecedentes policiales por otro incidente en 2013. A última hora de ayer, la policía detuvo a otro hombre, sospechoso de colaborar en el ataque.

Bolsonaro -que elogia abiertamente la dictadura en Brasil y se volvió conocido por su discurso antisistema y de mano dura- era llevado en andas por uno de sus simpatizantes durante el mitin en la localidad de Juiz de Fora, 200 kilómetros al norte de Río de Janeiro, cuando fue apuñalado. El candidato perdió bastante sangre a consecuencia de las heridas sufridas en una arteria, el intestino grueso y el intestino delgado, informó el sanatorio Santa Casa de Misericordia.

Flavio Bolsonaro, hijo del militar retirado de 63 años, había dado la alerta del incidente y señaló en un primer momento, en su cuenta de Twitter, que se trataba de una herida superficial. Pero los médicos constataron luego que la lesión era mucho más profunda de lo sospechado tras la confusa situación que siguió al incidente.

“Perdió mucha sangre, llegó al hospital […] casi muerto. Parece haberse estabilizado ahora. ¡Por favor, oren por él!”, escribió Flavio Bolsonaro sobre el ataque, que fue repudiado por los otros candidatos y por el presidente Michel Temer .

El canal Globo TV mostró imágenes de Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), en medio de la multitud que asistía al acto cuando recibió la puñalada. La imagen se viralizó en las redes sociales y los medios internacionales. Bolsonaro cayó hacia atrás, en brazos de los seguidores que lo rodeaban. A la multitud le tomó unos momentos darse cuenta de lo que había ocurrido.

Bolsonaro contaba con una escolta de por lo menos dos agentes de la policía federal y por un equipo propio de guardaespaldas que integran desde el lanzamiento de su candidatura dos exmiembros de las fuerzas de elite de la policía de Río de Janeiro y del ejército, pese a lo cual Oliveira, un desempleado de Minas Gerais, llegó sin problemas a su objetivo.

El diario Folha de S. Paulo informó que las próximas 48 horas serán muy importantes en la recuperación del paciente. Su médico, en tanto, reveló que el candidato deberá permanecer internado una semana.

Temer calificó el ataque contra el candidato derechista como un hecho “intolerable” para el normal desarrollo de la convivencia democrática. “Es intolerable que en un estado democrático de derecho no haya la posibilidad de una campaña tranquila”, señaló el presidente.

Los candidatos que rivalizan con Bolsonaro en la campaña se solidarizaron tras el ataque. Fernando Haddad, que probablemente será el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) en reemplazo de Luiz Inacio Lula da Silva tras su impugnación, dijo que el ataque era una “vergüenza” y un “horror”.

El rival de izquierda Ciro Gomes, la ecologista Marina Silva y el socialdemócrata Geraldo Alckmin expresaron asimismo su rechazo en una enérgica reacción, que incluyó la defensa de las instituciones democráticas y el llamado a una rápida investigación.

Bolsonaro -que enfrenta un juicio por incitación al odio- encabeza la carrera electoral con el 22% de las intenciones de voto, según una encuesta de Ibope difundida anteanoche, la primera tras la impugnación de Lula. Le siguen Silva y Gomes, ambos con 12%.

El atentado en Minas Gerais se encadenó con una serie de graves incidentes que tiñen de violencia la actual campaña electoral, desde el asesinato a mediados de marzo pasado de la ascendente concejala Marielle Franco, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Franco fue acribillada en el centro de Río de Janeiro cuando estaba dentro de su auto, al regreso de una reunión política.

Días después una caravana de la campaña de Lula fue tiroteada en la localidad de Quedas do Iguaçu, en el estado de Paraná. En la campaña para las elecciones de 2014 también se había estrellado el jet ejecutivo que llevaba a Eduardo Campos, el candidato del Partido Socialista de Brasil (PSB), tercero en las encuestas de los comicios que le dieron el segundo mandato a Dilma Rousseff (PT). (La Nación)

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