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Cruce entre Rusia y EE.UU. por el apoyo militar a Venezuela

Cruce entre Rusia y EE.UU. por el apoyo militar a Venezuela

13:00 Moscú envió dos bombarderos nucleares a Caracas para ejercicios y generó un choque con Washington

Por: Daniel Lozano
Mientras los venezolanos se juegan la vida todos los días, sus políticos y sus militares prefieren simular juegos de guerra. El aterrizaje de dos gigantescos bombarderos rusos Tupolev 160 en el aeropuerto caraqueño de Maiquetía, a la espera de fragatas iraníes, hizo recordar viejas estampas de la Guerra Fría en el Caribe. Cooperación militar para el chavismo, que anunció la llegada de los aviones para realizar ejercicios militares. Violación del espacio aéreo venezolano para el Parlamento, según denunció el diputado Edgar Zambrano, presidente de la Comisión de Defensa.

“Nos estamos preparando para defender Venezuela hasta el último palmo cuando sea necesario. Y eso lo vamos a hacer con nuestros amigos, porque tenemos amigos en el mundo”, clamó el general Vladimir López Padrino, ministro de Defensa, orgulloso de disponer por unas horas de los famosos “cisnes blancos”, capaces de transportar misiles nucleares de corto alcance y veteranos de la guerra de Siria.

El chavismo culmina así una ofensiva diplomática, incluida la exhibición militar, cuando falta menos de un mes para la toma de posesión de Nicolás Maduro, que será desconocida por la mayoría de los países de la región, por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea (UE). El viaje de Maduro a Moscú, el apoyo constante de Cuba, la visita a Caracas del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y los abrazos con autoridades iraníes y norcoreanas conforman las alianzas visibles que apoyarán de forma irrestricta el inicio del segundo mandato presidencial del “hijo de Chávez”.

La “demostración de fuerza”, como la describe el alto mando militar de la revolución, no pasó inadvertida para Estados Unidos. “Rusia envía bombarderos a Venezuela y nosotros un buque hospital”, dijo Robert Manning, vocero del Departamento de Defensa, al recordar las labores humanitarias emprendidas por el buque USNS Comfort en favor de los emigrantes venezolanos.

“Rusos y venezolanos deben ver esto como lo que es: dos gobiernos corruptos despilfarrando fondos públicos y aplastando la libertad mientras sus pueblos sufren”, criticó el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo. Es la tercera vez que ocurre esta especie de vuelo de entrenamiento (2008 y 2013) y todas en medio de tensiones entre Moscú y Washington.

El Kremlin y la revolución rechazaron de inmediato las acusaciones estadounidenses. “Completamente inapropiadas” y “muy poco diplomáticas”, resumió el vocero Dimitri Peskov, quien añadió que “no es apropiado que haga estos comentarios un país que con la mitad de su presupuesto de defensa podría alimentar a toda África”.

El canciller venezolano, Jorge Arreaza, afirmó que Estados Unidos posee al menos 800 bases militares en 70 países.

Más comedida resultó la respuesta del gobierno colombiano, que comparte una frontera de más de 2000 kilómetros y que vive constantes capítulos de tensión entre ambos gobiernos. “Colombia no es un país provocador, ni provoca ni deja que lo provoquen”, sostuvo el ministro de Defensa, Guillermo Botero.

“Estamos ante una puesta en escena que se concreta tras la visita de Maduro a Moscú, una pantomima que hacía mucho tiempo que querían concretar. Finalmente, convencieron a los rusos a algo bastante limitado. Para mí, la gran pregunta es a cambio de qué y me atrevo a suponer que lo que estamos viendo le está costando caro al país, especialmente por el énfasis de Putin en la importancia del intercambio comercial, que naturalmente se ha venido a menos durante los últimos años”, dijo a LA NACION el analista internacional Mariano de Alba.

“El general Padrino hace un alarde de fuerza que no tiene ante un conflicto militar que no quiere, ya que conoce su resultado. Rusia, Turquía y China aprovecharán para ganar terreno geopolítico en la región y saquear al país”, denunció desde Estados Unidos el general Hebert García Plaza, importante mando del ejército bolivariano exiliado tras romper con Maduro. Este exministro sostiene que el presidente trata de imponer en la mesa mediática la defensa de la patria “ante el fracaso de sus planes económicos”.

“Estamos asistiendo a un período de oscurantismo, de profunda decadencia, con un discurso del poder que condena el imperialismo norteamericano, pero permite la injerencia absoluta de China y Rusia”, sentenció Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano para la Defensa y las Fuerzas Armadas. (La Nación)

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