10:00 – El Ministerio de Planificación autorizó pagos por $66 millones
Los coletazos de los cuadernos de las coimas continúan a pesar de la feria judicial. La Justicia investiga ahora, en un expediente paralelo, las millonarias contrataciones que recibió la remisería del chofer Oscar Centeno por parte del Ministerio de Planificación Federal, que en ese momento conducía Julio De Vido.
La causa quedó a cargo del juez federal Marcelo Martínez De Giorgi, luego de que el fiscal Eduardo Taiano impulsara la investigación.
El fiscal, además, solicitó medidas de prueba relacionadas con la actividad de Transcom Service SACI, una agencia de remises que se dedicaba exclusivamente a proveer de viajes a distintas dependencias del Poder Ejecutivo.
El fiscal Taiano requirió recabar datos para determinar si hubo delito con el pago, entre 2008 y 2015, de $66 millones a la agencia de remises con sede en la localidad de San Fernando.
Los choferes de Transcom le facturaban a la empresa, que, a su vez, le cobraba al Estado nacional por el servicio. En esa remisería tocó la puerta Oscar Centeno para pedir trabajo. El chofer debió poner su auto al servicio del Estado. Como ocurrió con otros de sus colegas, a Centeno se le asignó un secretario de Estado, Roberto Baratta , y allí quedó afectado de forma permanente. Sabía de memoria los gustos, los movimientos y las costumbres de su jefe. Y los registró en los cuadernos que abrieron una investigación inédita sobre los circuitos de sobornos en el kirchnerismo.
Centeno, uno de los procesados junto a la expresidenta Cristina Kirchner y al detenido exministro De Vido, era el encargado de los traslados del exsecretario Roberto Baratta.
Centeno anotó en los cuadernos que reveló LA NACION los cientos de entregas de dinero de empresarios a funcionarios, las supuestas coimas por la concesión de contratos con el Estado, en particular sobre obras públicas. Luego, el chofer, ya como imputado colaborador, brindó datos sobre el pago de las coimas a funcionarios.
“Empezó como chofer y después comenzó a comprar autos, no sé cómo hizo”, dijo Hilda Horovitz, exmujer de Centeno, sobre el incremento patrimonial del arrepentido.
Durante el período en el que trabajó habría adquirido más de ocho autos. Algunos, incluso, fueron registrados a nombre de otras personas. En su declaración ante Bonadio , Centeno dijo que instruyó a Horovitz para que, mediante préstamos, ella comprara cuatro autos que él puso a trabajar en el Ministerio de Planificación.
El contrato con Transcom Service se renovó varias veces durante el gobierno kirchnerista hasta que, en la última etapa, la Casa Rosada decidió emplear directamente a los choferes sin intermediación de la remisería, según pudo reconstruir LA NACION.
Más pruebas
Por esos dichos, Taiano incluyó entre sus medidas de prueba la copia de la declaración testimonial de Horovitz (exmujer de Centeno), obtener la facturación oficial y balances de la remisería, si el personal que trabajaba para la misma estaba registrado y documentación sobre la contratación de la empresa por parte del Estado.
El fiscal también pidió a la AFIP que informe “todas las declaraciones juradas presentadas por Transcom Service SA desde 2003 hasta la fecha” y a los Registros Nacionales de la Propiedad Automotor sobre los rodados a nombre de Centeno o la agencia.
Taiano pidió, además, que se requiera al Banco Central que envíe una circular a todas las entidades financieras bajo su control, para que informen a Martínez De Giorgi si existen cuentas de cualquier tipo a nombre de la Transcom Service SA y sus integrantes.
El fiscal preguntó quiénes eran los autorizados a operar con esas cuentas, en pesos o en moneda extranjera, y si se efectuaron giros al exterior y por qué importes.
Por último, Taiano requirió que la Unidad de Información Financiera (UIF) informe si la remisería tuvo reportes de operaciones sospechosas y le pidió a la Anses un detalle de la nómina de empleados y de los aportes previsionales. (La Nación)
