11:00 – La ex presidenta de Chile Michelle Bachelet, hoy Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, presentó ayer el informe oral sobre Venezuela y expresó su preocupación por el impacto de la crisis en los derechos humanos y la “reducción del espacio democrático” ante la “criminalización” de las protestas y la disidencia.
Durante el cuadragésimo periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet habló sobre la visita de dos semanas de una misión técnica de la organización y confirmó que el alcance y la gravedad de las crisis en los alimentos, la atención a la salud y los servicios básicos “no han sido plenamente reconocidos por las autoridades”, por lo que las medidas que han adoptado han sido “insuficientes”.
Asimismo, indicó que su oficina documentó violaciones a los derechos humanos tales como uso excesivo de la fuerza, homicidios, detenciones arbitrarias, malos tratos bajo custodia, torturas e intimidaciones cometidos por las fuerzas de seguridad y grupos armados progubernamentales. Su afirmación es una prueba más de la forma en que el chavismo hace uso de su fuerza para callar a una oposición que hace ya meses reclama en las calles un cambio de gobierno para salir de la crisis.
Las violaciones a los derechos humanos
Uso excesivo de la fuerza: durante las protestas callejeras que tienen lugar desde principios de año varios ciudadanos denunciaron la represión que sufrieron por parte de los colectivos chavistas, fuerzas paramilitares vestidas de civil que atacan a los manifestantes. En enero, según la oposición, al menos 20 personas fallecieron como consecuencia de disparos con armas de fuego por parte de miembros de las fuerzas de seguridad y de grupos armados pro-gubernamentales durante las protestas. Bachelet en su informe dijo: “Seguimos investigando informes de posibles ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas de seguridad. En 2018 se informó que las FAES (fuerzas especiales de la policía) mataron al menos a 205 personas”.
Homicidios: tener cifras exactas sobre lo que ocurre en Venezuela es complicado. Sin embargo, el caso de Óscar Pérez fue conocido por el mundo entero. El hombre, un oficial de 36 años que se rebeló contra el chavismo y a mitad de 2017 robó un helicóptero para atacar dos sedes gubernamentales, fue asesinado en enero de 2018 un operativo de los militares de Maduro, que tras su muerte advirtió que el grupo “terrorista” que liderada había sido desmantelado.
Detenciones arbitrarias: esta madrugada, por ejemplo, el líder de la oposición Juan Guaidó denunció que se jefe de despacho fue secuestrado por miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), que se presentaron en el lugar en diez vehículos y con armas largas. No se sabe nada sobre su paradero actual.
Malos tratos bajo custodia y torturas: ayer, al tiempo que Bachelet presentaba el documento, el teniente desertor Ronald Dugarte mostró videos en los que se ve al detenido capitán Juan Carlos Caguaripano negándose a desayunar porque orinaba sangre y ningún médico acudía a verlo. Otro coronel aparece de rodillas en la celda, con las manos atadas a la espalda y con los ojos vendados. (La Nación)
