Se reunieron durante dos horas y, según relataron, dialogaron amigablemente, pese a las tensiones de la campaña; el gobernador electo pidió retrotraer la suba de la luz dispuesta por la provincia
Por: Hernán Cappiello
Compartiendo mates con pasta frola, la gobernadora María Eugenia Vidal y el gobernador electo Axel Kicillof se reunieron para dar inicio al traspaso del mando en la provincia de Buenos Aires, en un encuentro que ambos calificaron de “cordial”, donde planificaron empezar la tarea técnica el lunes próximo, seguir tomando medidas para asegurar un diciembre tranquilo y que el próximo presupuesto será presentado luego del 10 de diciembre.
Hubo calidez, pero también sobrevolaron algunos cruces políticos, aunque de baja intensidad comparados con el tono altisonante de la campaña. Duró casi dos horas y lo prolongado del encuentro habla de los buenos términos en que se desarrolló; las dos partes mostraron buena sintonía.
Kicillof llegó puntual, a las 10.30, a la Casa de Gobierno de la provincia en un Ford gris. Iba en el asiento de atrás. Algunos de los integrantes de su equipo de coordinadores, integrado por Carlos Bianco, Federico Thea, Agustina Vila y Augusto Costa, llegaron por su lado. También Teresa García y Carlos “Cuto” Moreno. Pero no pudieron participar del encuentro, que fue a solas, con los dos gobernadores, entrante y saliente, en el despacho de Vidal en el primer piso de la Casa de Gobierno provincial.
La reunión comenzó a las 10.45, en el despacho de la gobernadora, ubicado en el primer piso. Las fotos que distribuyó el equipo de Vidal los muestra sonrientes, algo fríos, parados junto a unos estantes de vidrio con objetos decorativos y la Virgen de Luján. Las imágenes que repartió la gente de Kicillof, más cálidas, los retratan sentados uno junto al otro en un sofá de tres cuerpos, tapizado con flores. Kicillof lleva un cuaderno en la mano del que no se desprendió. La reunión fue mano a mano, pero el equipo del gobernador entrante se quedó en el Salón de Acuerdos.
El encuentro con Vidal fue el comienzo de la transición. Kicillof planteó la necesidad de tener un diagnóstico detallado, área por área, de la situación de cada uno de los ministerios. Conversaron sobre la situación en general de la provincia de Buenos Aires en economía, salud, desarrollo social y seguridad, entre otros, y definieron que el lunes empezarán a reunirse los equipos técnicos de la transición y estarán a disposición todos los ministros de cada una de las áreas de gobierno para acompañar a los funcionarios entrantes.
El punto más ríspido fue el pedido de Kicillof de retrotraer el aumento de 25% que Vidal autorizó en las tarifas de electricidad de las empresas prestadoras que operan en la provincia. La suba regirá a partir del 1º de enero. “La gobernadora dijo que el aumento estaba previsto y que estaba pendiente desde agosto. Le dije con los precios, las prepagas, como está la gente y lo que ganaron las empresas, no me parecía”, remarcó.
Puertas adentro, la respuesta de Vidal, según dijeron sus colaboradores, fue que el gobierno de Cambiemos debería haber aumentado la luz y no lo hizo. Vidal le dijo que debían haberlo hecho por un contrato que dejó Daniel Scioli cuando era gobernador. Sostuvieron que no aumentaron las tarifas en el año, pero que ahora debían hacerlo.
Más tarde, el subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales de la provincia de Buenos Aires, Alex Campbell, le respondió por Twitter: “Los aumentos de las tarifas de luz en la provincia de Buenos Aires están ordenados por un contrato firmado por el gobierno en 1997”.
Otro de los temas salientes que tocaron en el encuentro fue la deuda de la provincia y la situación del Banco Provincia. Kicillof en su campaña habla de que la gestión de Vidal aumentó la deuda de la provincia de 9000 a 12.000 millones de dólares. Pero en la reunión lo que se mantuvo es el compromiso de que a partir del lunes van a estar todos los números disponibles, área por área. Con respecto a la deuda, parten de una diferencia, porque Vidal cuando asumió dijo que la deuda registrada que dejó Scioli era de 9000 millones de dólares, pero la real era de 11.000 millones.
Por lo que la respuesta de Cambiemos ante las críticas es que hubo un incremento de la deuda pública provincial y actualmente es de 12.000 millones de dólares. La diferencia es que la deuda anterior era para gastos corrientes y esta es para el sostenimiento de obras públicas que se pueden ver en todos los municipios, contestan en la Casa de Gobierno bonaerense.
Se conversó del Bapro, y Vidal defendió la gestión y la utilización pública del banco provincial y su solvencia. Insistió Vidal en que va a poner a disposición los números de cada área y presentar un “balance de gestión” con listados de bienes, por ejemplo, cosa que no ocurrió cuando Scioli dejó el poder.
Las cuatro áreas principales por las que comenzará la discusión entre los equipos desde el lunes son lo económico, el tema infraestructura, los temas sociales y el tema de seguridad. Federico Salvai coordinará el equipo de Vidal.
Y un apartado especial en la conversación fue el mes de diciembre, siempre tan conflictivo en temas sociales. Se acordó que el Operativo Sol se pondrá en marcha para garantizar la seguridad en la costa atlántica durante las vacaciones de verano y se garantizará que la ayuda social seguirá fluyendo hasta el traspaso de mando para evitar situaciones conflictivas. El compromiso de Vidal fue acompañar la transición para que sea ordenada. Ya no imperó puertas adentro el mismo tono que en la campaña.
Tras el encuentro, Vidal acompañó a Kicillof y saludó a su equipo. En la puerta de la Casa de Gobierno, detrás de la reja, lo esperaban sindicalistas de los centros de cómputos bonaerenses que reclaman una bonificación y un flaco solitario, con bandera gigante de la Uocra color celeste que, aferrado al portón de la Casa de Gobierno le gritaba: “¡Kicillof, liberá al Pata Medina”. (La Nación)
