En el Gobierno insisten que cancelarán el protocolo que avaló el secretario de Salud Adolfo Rubinstein. Las presiones internas para que Macri revea su postura. El tema será tratado este jueves en Gabinete.
En el Gobierno aseguran que, pese a que no salió publicado en el Boletín Oficial, no hay una marcha atrás en la decisión que este miércoles había tomado el Presidente de revocar el protocolo nacional para el aborto no punible, dispuesto por el secretario de Salud, el radical Adolfo Rubinstein. La aclaración viene a cuenta de versiones periodísticas que en las primeras horas de esta jornada afirmaban que Mauricio Macri había decidido ceder ante la presión de la Unión Cívica Radical. “No hay una contramarcha. Nunca dijimos que iba a salir hoy (por el jueves). El protocolo no va a quedar así”, aseguraron cerca de la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, la jefa de Rubinstein en el organigrama.
Desde Jefatura de Gabinete, funcionarios de extrema confianza de Marcos Peña reforzaron el concepto: sostienen que el jefe de Estado no cambió de planes tras darle la orden a Stanley de revocarlo.
La resolución generó polémica porque reconoce la autonomía de las adolescentes para decidir la interrupción de embarazos que pusieran en peligro sus vidas o sean producto de una violación, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. Para sectores antiabortistas, Rubinstein intentó modificar el Código Penal mediante una resolución, mientras que quienes impulsan la legalización del aborto sólo buscó cumplir con el Código Penal y el fallo F.A.L. de la Corte Suprema.
Más: desde ambos lados sospechan que las versiones periodísticas estuvieron alimentadas por pesos pesado del radicalismo y sectores “verdes” que impulsan la despenalización del aborto.
Con todo, el tema será tratado en la reunión de Gabinete que este jueves encabezará Macri. “Después podría haber algún anuncio”, especulaba un importante funcionario con despacho en Casa Rosada.
La mención toma otra relevancia si se tiene en cuenta que, salvo legisladores “celestes”, la máxima autoridad que salió a anticipar que la resolución iba a ser derogada fue el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, férreo opositor a la despenalización del aborto.
No está previsto que Macri ó Peña salgan a hablar del tema, pero una posibilidad es que se le encargue el tema a Stanley. Si la ministra, que estalló de bronca con Rubinstein porque -según sostienen en su entorno- “se cortó solo” y no le avisó de la resolución que iba a emitir, se resiste a hablar; los ministros que oficien de voceros serán los encargados de transmitir la postura de Macri, más allá de la consideración personal que tengan sobre la despenalización del aborto. “Es un tema muy delicado en el que no podemos ir y venir. Ya fue suficiente con lo que pasó”, razonó un ministro de los más encumbrados del Gabinete.
Pese a que sus pares no dudan del argumento que dan cerca de Stanley, cuando dicen no fue avisada por Rubinstein ; sí desconfían de que no haya sido avisado Peña. Y repasan dos hechos: que el martes Rubinstein pasó por Casa Rosada y que el Boletín Oficial es controlado por el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, un hombre que hizo gala del cuidado de las firmas de Macri y Peña.
¿Por qué, entonces, no salió la resolución que revoca el protocolo en el Boletín Oficial de este jueves? En el Gobierno argumentan que se debe estrictamente a una cuestión operativa. Plantean que quieren “evaluar bien la letra chica”.
La posibilidad más concreta que se evalúa por estas horas tiene que ver con una resolución que anule la de Rubinstein bajo el argumento de que “se omitió” consultar a todas las partes involucradas (Organismos de Niñez) con el objetivo de postergar hacia adelante una definición, más allá de que se trata de una decisión que obedece estrictamente a cuestiones políticas. “En 20 días asume Alberto Fernández, que ya se mostró a favor de la ILE, es un tema que debe resolver él”, planteó otra voz de peso del Gabinete.
La resolución de Rubinstein no llegó en el mejor momento para Macri, justo cuando redobla esfuerzos por contener a su propia tropa, le abrió un foco de conflicto con sus dirigentes “celestes” y con el radicalismo. En ese sentido, el tuit de apoyo al secretario que emitió desde el ostracismo el socio fundador de Cambiemos Ernesto Sanz sacudió a la Rosada: “Mi solidaridad, apoyo y afecto a @RubinsteinOk, un funcionario ejemplar, un lujo de la salud pública. Como tantos radicales a lo largo y ancho del país, nos sentimos orgullosos de su gestión”, fue el mensaje del ex senador. “Abrió una crisis innecesaria con el radicalismo”, lamentó un colaborador de peso del Presidente. Por el momento, sin embargo, no hay cambio de planes. (Clarín)
