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Se dilatan las negociaciones entre el Gobierno y los bonistas

En una señal a los bonistas, Martín Guzmán dijo que recién en 2023 habrá superávit

Por: Francisco Jueguen

Con la intención de despejar el default del horizonte, oxigenar el clima que envuelve a la economía, y luego de que las negociaciones no encontraran aún caminos que hicieran converger los objetivos de todas las partes en un acuerdo común, los acreedores con bonos argentinos bajo legislación extranjera tendrán -si no hay cambios de último momento- su oferta definitiva a finales de esta semana.

Pese a que dos fuentes del oficialismo contaron a LA NACION el viernes que la enmienda a la oferta presentada el 20 de abril -y cuya negociación fue prorrogada por tercera vez hasta el viernes- se haría a entre hoy por la noche y el miércoles, las posiciones entre el Gobierno y algunos de los fondos de inversión más duros parecen todavía no haber logrado un descongelamiento que acercara a las partes hacia un acuerdo definitivo.

En ese sentido, en el Ministerio de Economía confirmaron que la presentación de la enmienda a la oferta -una mejora formal de la propuesta- se hará “a finales de esta semana”. La decisión se tomó luego de una reunión el fin de semana en la Quinta de Olivos entre el presidente Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán en la que se terminaron de repasar los números definitivos.

Una vez realizada ante la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), se abrirá un proceso de 10 días para definir la adhesión formal. La primera oferta tuvo una aceptación el 8 de mayo cercana al 13%, según datos del mercado. Sin embargo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, descartó ese número ayer en una entrevista con Perfil dijo que la oferta nunca se cerró y que continúa abierta. No obstante, no reveló el porcentaje de aceptación una vez finalizado el deadline oficial.

La decisión oficial de enmendar la propuesta oficial ante la SEC generará localmente una publicación en el Boletín Oficial. Ambas iniciativas se harán casi en simultáneo.

En Economía contaron ayer que es probable que vuelvan a firmarse acuerdos de confidencialidad o non-disclosure agreement (NDA, según las siglas en inglés) con los comités de acreedores en estos días con el objetivo de afinar la nueva oferta que hará el Ejecutivo. En ese período, los fondos de inversión no puede negociar en el mercado.

“Se supone que en ese lapso, siempre dentro del mínimo posible, se intentará llegar al acuerdo de partes. Las negociaciones continúan”, dijeron en Economía. Cerca de Guzmán no quisieron dar precisiones sobre cuál es cuantitativamente la diferencia.

Sin embargo, se prevé que el valor presente neto (VPN) a una tasa de descuento del 10% será menor a los 50 centavos por dólar, que prácticamente “no habrá quita de capital” y que, luego de que en el último retoque se hayan aceptado cambios en el período de gracia (de tres a dos años), no haya nuevas modificaciones al respecto. Los cambios podrían aparecer fundamentalmente en los pagos que vengan luego de 2024.

Tales indicios fueron adelantados por el principal aliado del Gobierno de Alberto Fernández en la negociación. Tras una charla en los últimos días entre la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el Presidente, el Fondo reafirmó que el país tiene un “margen limitado” para mejorar su propuesta a los acreedores privados. Vale recordar que la Argentina es el principal deudor del FMI en el mundo en el marco de los programas Stand-By (SBA). Esto significa que Georgieva y los bonistas privados pelean por quedarse con la mínima capacidad de pago de deuda que tendrá el país en el futuro.

“Es difícil ver cómo una reestructuración con una recuperación en VPN de la deuda por encima de 50 centavos por dólar (asumiendo una tasa de descuento del 10%) puede ser consistente con restaurar la sostenibilidad de la deuda”, definieron fuentes técnicas del Fondo la semana pasada. Pero además el mismo FMI destacó en su comunicado público dónde existe ese “margen limitado” para mejorar la oferta argentina.

“El servicio de la deuda a los acreedores privados en 2020-24 sería lo suficientemente bajo como para mitigar los riesgos de refinanciamiento a corto plazo”, escribió el FMI sobre los supuestos macro y de sustentabiliad de la deuda para el país.

“Si en esos años se aumentan un poco los pagos eso el servicio de deuda se volvería ‘insuficientemente’ bajo”, releyó un hombre vinculado a la negociación y que forma parte del Gobierno. El técnico agregó: “Se está diciendo dónde no hay lugar (ente 2020 y 2024) para mejorar la oferta y dónde sí existiría el margen”.

La semana pasada en el Gobierno se quejaban de la “intransigencia” de los fondos. El más duro, describían, era Ashmore, firma vinculada a los mercados emergentes decidida a marcar una posición clara, explicaron, en el país. Luego aparecía Blackrock, la empresa de gestión de activos más importante del mundo. El tercero en la lista oficial era Fidelity. Sin embargo, varios de estos fondos ya habían bajado sus expectativas en una propuesta conjunta de dos comités realizada quince días atrás. Para los fondos se trataba de una propuesta sustentable, pero para el Gobierno el acercamiento era insuficiente.

La negociación se reabrirá esta semana con la consigna del Gobierno de lograr una acuerdo positivo, para evitar así un default total de su deuda, no dejar lugar al retorno de los fondos buitre y comenzar a planificar una agenda económica de la pospandemia. (La Nación)

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