El BCRA arrancó agosto vendiendo US$114 millones por rueda

Banco Central - Foto: Marcos Brindicci

Por: Javier Blanco

El esfuerzo por manejar a su criterio el ritmo de actualización del dólar obligó al Banco Central (BCRA) a sacrificar US$344 millones de sus reservas netas en la plaza cambiaria local en las tres primeras ruedas de agosto, a un ritmo promedio de US$114,6 millones por jornada.

El volumen operado en el mercado oficial en esas tres jornadas sumó US$676 millones,lo que implica que algo más de la mitad de los dólares negociados salieron de las reservas del BCRA.

El monto de la intervención oficial en la plaza en el arranque del mes resultó 52% superior al verificado en las tres primeras ruedas de julio, mes en el que había vendido US$226 millones en igual lapso.

Los analistas explican que la mayor presión que sufren las reservas deriva del recalentamiento que muestra la demanda minorista de divisas, que más que se duplicó de mayo en adelante y habría llevado a casi 4 millones de personas a usar su cupo mensual de US$200 en julio.

A esto se agrega el impacto que tienen las flexibilizaciones que el BCRA aplicó a la circular “A” 7030, con la que, a fin de mayo, había bloqueado el acceso al mercado a gran parte de las empresas.

Tras sucesivas revisiones, por los reclamos de distintos sectores productivos y cámaras empresarias, el BCRA aplicó una serie de adaptaciones a la normativa que ayudaron a recomponer la demanda de divisas que se aplican al pago de deuda en el exterior o de importaciones.

“El bloqueo casi total de entonces dejó a varias industrias sin insumos, en un momento en que estaban reiniciando la actividad. Esas compras son las que están haciendo crecer la demanda, en un contexto en el que la oferta del vendedor más activo, que es el campo, empieza lentamente a menguar. Y todo deriva en una renovada presión sobre las reservas”, explicó un avezado operador.

Las reservas netas del BCRA habían sufrido un fuerte golpe entre abril y mayo, cuando enfrentó egresos por unos US$1600 millones por intervenciones sobre el mercado (US$1200 millones) y el pago de intereses de la deuda contraída con el FMI. Esa salida, en un momento de emisión monetaria casi descontrolada, renovó temores y despertó la demanda minorista de dólares, que había estado adormecida en los primeros meses de la administración Fernández.

La respuesta oficial, en medio de la pulseada con lo bonistas privados, fueron mayores restricciones a la demanda, que recayeron sobre las empresas. Con esa herramienta, el BCRA recompró para sus reservas US$672 millones en junio, a la vez que se favoreció por la carrera alcista mundial del oro, que se mantuvo también durante julio.

“La suba del oro le generó una mejora por revalorización de US$400 millones en su tenencia neta, que la devolvió a la zona de los US$10.000 millones, a la vez que le permitió mantener estable su tenencia de reservas brutas, aun cuando en julio vendió US$578 millones en el mercado”, recordó el consultor financiero Federico Cohen, para quien “es insólito que siga perdiendo este nivel de reservas en este contexto”.

“Lentamente va camino a una disyuntiva: o deja deslizar con mayor fuerza el tipo de cambio oficial o termina por restringir coercitivamente un poco más la demanda privada de divisas, aunque con enorme consecuencias sobre el sector real”, acotó.

“El BCRA pareciera ajustar el tipo de cambio, más que por un ‘crawling peg’, por un ‘crumbling peg'”, ironizó el economista Diego Falcone, en alusión a que el peso mantiene una marcada presión a desvalorizarse algo más, pese al soporte que le intenta dar la entidad monetaria.

Los operadores coinciden en señalar que a las ventas ya verificadas que realizó entre el lunes y el miércoles pasados hay que agregar los saldos negativos por sus intervenciones -aunque por montos bastante inferiores- que habría tenido el resto de la semana y ayer mismo. De ser así, la racha vendedora del BCRA se extendió por 8 ruedas (se había cortado hoy) y resultó fuertemente deficitaria en 16 de las últimas 19 jornadas.

Lo que inquieta es que la demanda corporativa aparentemente repuntó, acompañando una leve recomposición de la actividad económica en momentos en que la demanda privada minorista ensaya nuevos récords. Y que esto sucede cuando la oferta del sector agrícola, la más estable, tradicionalmente comienza a decrecer, lo que indicaría que las reservas netas del BCRA -las que cuentan en definitiva- seguirán bajo estrés.

El Gobierno sabe que para aspirar a una recuperación de la economía debe asegurar una mayor afluencia de dólares al mercado cambiario oficial. Con ese objetivo, realizó hoy la primera reunión de trabajo del gabinete de comercio exterior, convocado para diseñar políticas que permitan “aumentar las exportaciones” en el nuevo escenario pospandemia para que el país “no repita el problema en la balanza de pagos”, señaló el canciller Felipe Solá, al dar cuenta de la reunión que estuvo encabezada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y de la que participaron los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, además del presidente del Banco Central, Miguel Pesce; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, y el subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales de la Secretaría de Asuntos Estratégicos, Christian Asinelli. (La Nación)

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