(Por: Giuliano Ventura para OPI Chubut) – 17 de agosto, fecha patria sin demasiada presencia en la comunidad por estar suprimidos los actos conmemorativos a razón de la cuarentena. Sin embargo, la fecha será recordada como el “17 A”, día en que la ciudadanía se movilizó para protestar por la continuidad de la cuarentena, y medidas que provocan el hartazgo de la ciudadanía.
Con varias consignas
Es la tercera vez -desde que entró en vigencia la cuarentena- que una movilización convoca a los ciudadanos a salir a las calles contralas medidas impuestas por la pandemia. En las 2 convocatorias anteriores, la participación fue mayoritaria en otras ciudades aunque en esta ocasión, Chubut tuvo fuerte presencia en sus calles con caravanas en las principales localidades.
El reclamo tuvo varias denominaciones, la #17A fue convocada principalmente a través de las redes sociales bajo los hashtags #17ASalimosTodos y #17ABanderazoporlaLibertad. Si bien no fue propuesta de ningún partido de la oposición, si fue oportunidad para que algunos de ellos se sumaran al reclamo en pedido de seguir flexibilizando medidas que permitan recuperar la actividad económica.
En Puerto Madryn, Trelew, Comodoro Rivadavia, y otras ciudades de Chubut, también se sintió la protesta a través de movilizaciones en vehículos embanderados con consignas en contra del gobierno nacional, en contra de la extensión de la cuarentena. Pero hubo tambien reproches contra de la reforma judicial, la política económica, el repudio contra la corrupción y el reclamo de mayor seguridad, y allí pudo leerse : “Queremos un congreso sin delincuentes”, “Estamos hartos de esta dictadura”, “Necesitamos un San Martín”, “Basta de corrupción”, “La Corte Suprema debe salvar la República”, “No hay futuro”, “SI a la libertad de expresión, NO al relato populista”, “Google tenía razón”, “Cuando la Patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla.
En Chubut, la crisis económica formó parte esencial del reclamo que tiene por rehenes a más de 190 mil trabajadores, de los cuales 118 mil se desempeñan en el sector privado, 57 mil son empleados públicos y otros 15 mil trabajan en casas de familia. No todos son trabajadores registrados, según revelan los datos que corresponderían al mes de febrero de 2020, antes de declararse el aislamiento obligatorio.
“Yo no marcho”
Las redes sociales, así como fueron instrumento principal de la convocatoria a la marcha, fueron también medio destacado para repudiar esa invitación. “Yo no marcho yo apoyo a mi presidente. Quedémonos en casa”, fueron algunas de las principales expresiones de quienes –siendo oficialistas o no- no adhirieron a la propuesta. Entre ellos, el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, quien a través de su cuenta de Twitter cuestionó la marcha realizada este lunes. “Hoy más que nunca, les pido a los comodorenses que permanezcamos unidos para seguir cuidando a nuestra gente” señaló. Luque mostró su preocupación ante “los mensajes de violencia de muchas personas que están participando en las marchas, que sin dudas no representan el espíritu del pueblo argentino”.
En las últimas semanas, Comodoro Rivadavia vio peligrar su status sanitario ante el registro diarios de casos que no permiten bajar la estadística de contagios. Ante ello, el jefe comunal sintetizó , “hoy más que nunca, y más allá de aquellos que por sus propios intereses nos quieren separar, les pido a los comodorenses que permanezcamos unidos para seguir cuidando a nuestra gente y luchando juntos contra las desigualdades sociales que esta pandemia está generando en el mundo”, concluyó.
No a la reforma
Como señaláramos anteriormente, en carteles (pancartas) hubo varios reclamos, uno de ellos fue el rechazo a la reforma judicial impulsada por el gobierno nacional.
Uno de los que se manifestó en contra fue el diputado nacional Gustavo Menna, quien planteó reparos ante la iniciativa de la Casa Rosada. En una entrevista en medio grafico chubutense, el representante en la Cámara Baja del Congreso de la Nación manifestó que “lo que uno aprecia leyendo los dos proyectos, que uno es el proyecto de ley en sí y el otro es la comisión que se creó para analizar temas de la Corte”. “Yo me niego a llamarla Reforma Judicial. En realidad, es una ley que crea casi 300 cargos de juzgados, tribunales, fiscalías y demás. Es una enorme generación de vacantes, que va a tener un costo de unos 5.000 millones de pesos por año. Además, es para cubrir esas vacantes con subrogantes, porque cubrir un cargo de juez, por el proceso del Consejo de la Magistratura, puede tardar tres o cuatro años”, consideró.
Una reforma con malos antecedentes
La propuesta de reforma judicial, nuevamente pone en evidencia falencias y “necesidades” políticas más que instrumentales para el desarrollo correcto y funcionamiento del poder en cuestión.
Según el diputado Menna, la propuesta del gobierno “redita a algo que ya pasó en el país. Uno puede coincidir con que la Justicia Federal no funciona bien, sobre todo en el fuero penal y especialmente el de Comodoro Py. Ahora, eso nació en 1990 y 1992, en el gobierno de Carlos Menem, cuando muchos de los que hoy son funcionarios de este gobierno y eran funcionarios en aquel … se aumentó la Corte de cinco a nueve miembros y se hizo la Reforma Judicial que creó también muchísimos cargos de juzgados, tribunales orales y cámaras de casación. Ahí se creó Comodoro Py, porque fue tanta la cantidad de creación de cargos que no dieron abasto los edificios existentes”. “Fueron los jueces de la servilleta, la mayoría automática de la Corte que convalidó barbaridades de aquel Gobierno, como la privatización de Aerolíneas. Un juez de primera instancia había suspendido el proceso por lo escandaloso que era ese pliego y la corte lo que hizo fue sacarle la causa al juez, salteándose todas las instancias, que fue lo que se llamó ‘per saltum’ por pedido del entonces ministro de Obras Públicas”, concluyó Menna. (Agencia OPI Chubut)
