(Por Mario Barrientos para OPI TdF) – El pasado domingo 4 de octubre, tal como se esperaba Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego, se dirigió a la ciudadanía. En su discurso de poco más de 2 minutos, Melella pareció estar convencido que la situación en la provincia es la mejor. Particularmente, indicó que “seguimos viviendo y transitando esta pandemia que nos tocó a nosotros, como a todos en el mundo, pero como decimos siempre tenemos que transitarla de la mejor manera posible”.
La situación del coronavirus en Tierra del Fuego parece no mejorar como dicen, sin embargo, el gobernador de la provincia parece estar siendo testigo de un discurso -por demás- optimista diagramado por los propios, preso de un discurso diagramado por funcionarios y allegados devenidos en eternos aplaudidores, Melella sigue generando un discurso bastante diverso a la realidad de los fueguinos.
Pareciera que las circunstancias que giran en torno a la pandemia en la Isla fueran aquellas que se encontraban con anterioridad al 15 de julio, fecha en que comenzó el rebrote en Río Grande -donde habían tan solo 12 casos y todos recuperados-.
No es un dato menor ni casualidad que la Secretaria de Acceso a la Salud de la Nación haya venido a supervisar la situación en la provincia y que, el mismo día, el gobierno haya decidido tomar la colaboración ofrecida hasta el hartazgo por parte de Municipio de Ushuaia.
En cuanto a la situación epidemiológica, Río Grande cuenta con 74 fallecidos y 1151 casos activos, en tanto que en Ushuaia registra un deceso y 621 casos activos de COVID-19 a menos de un mes de producido el rebrote. (Agencia OPI Tierra del Fuego)