(Por Rubén Lasagno) – No es ideológico el rechazo, es fáctico. El 3 de noviembre hicimos una de las primeras notas sobre la vacuna rusa Sputnik V y desde el título resumíamos que el interés del gobierno por esta vacuna oscura, sin pruebas, sin documentación que la respalde, sin aprobación de la FDA, del organismo europeo de homologación y en opinión de muchos científicos y médicos, era inviable e implicaba utilizar a los argentinos como “cobayos” para probar la eficacia de dicha vacuna que en realidad se ceñía a un negocio descomunal del gobierno argentino con el gobierno ruso y en ese sentido nos exponían a todos nosotros a jugar a la “ruleta rusa” con tres balas, usando una metáfora acorde de cómo nos arriesgarían a poner el cuerpo para experimentar un medicamento con mala prensa.
Lo que dijimos entonces, que además de la prensa mundial lo avalan las propias palabras del presidente Putín quien dijo que no se colocará la vacuna, dado que “no es recomendable” para mayores de 60 años, es que no es seegura. Precisamente uno de los principales nichos de vulnerables al Covid-19 que el gobierno argentino pretende tener como blanco de su aplicación, es la población de riesgo de más de 60 años.
¿Cuántos argentinos y santacruceños en particular van a vacunarse cuando llegue la Sputnik V?. Si uno habla con la gente o realiza una encuesta, el 80% dice que no lo hará. Hoy, a la vista de las pruebas concretas de que el propio presidente ruso rehúye a la vacuna y se dice que tiene efectos nocivos ante determinadas alergias, enfermedades crónicas y no son seguras para mayores de 60 años, la resistencia a colocársela, es cada vez mayor.
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El gobierno nacional, intentó “poner en discusión” otras vacunas como la Pfizer y luego salió Ginés González García a decir que pedían “condiciones incumplibles”, pero no aclaró qué condiciones. Todo un bleff para hacerle creer a la gente que había otras vacunas considerándose como posibles, pero en realidad siempre estuvo en la decisión final la SputniK V. Mientras tanto Chile, acá nomas, ya hizo la compra de las vacunas Pfizer, tiene previsto recibirlas entre el 22 y 23 y vacunar gratis. ¿Para Chile las condiciones no habrán sido incumplibles, o será que para el kirchnerismo prevalecía un cosa sobre todas las demás: el negocio?.
Sin duda se trata de un gran negociado del gobierno K con el corrupto de Putín y a partir de ese hecho, los Fernández no aceptan otra realidad que les haga cambiar el norte de ese negociado. La vacuna rusa se va a comprar si o si y se va a aplicar. Y no tengo dudas de que si hay resistencia de la sociedad, el propio gobierno la haga obligatoria. Un llamativo título de un diario local hace unos días, parecía sacado de “El templo del Pueblo”: “Gallegos feliz, el aguinaldo y la llegada de la vacuna que tranquiliza, pero no será la solución”. Suena al diario de las “buenas noticias” donde llaman a vacunarse, aunque no les aseguran si el final será tan feliz como la noticia que dan sin la mínima responsabilidad y respondiendo a la billetera oficial.
Solo esperamos que si eso ocurre y desgraciadamente la población sufre las consecuencias de la corrupción estatal, los presidentes, gobernadores e intendentes que estén amañado a estos negocios o los convaliden como cómplices, paguen las consecuencias como corresponde, con la cárcel (algo difícil en Argentina) con el desprecio popular, con la quita del voto en cualquier lista que aparezcan y con el escarnio público que los expongan como lo que son: inútiles, corruptos e insensibles. Se han transformado en los cultores de la frase de El Padrino antes de dispararle a otro en la cabeza “No es nada personal, son solo negocios”. (Agencia OPI Santa Cruz)