Por: Gustavo Ybarra
Según publica La Nación El proyecto de legalización del aborto enfrentará hoy su primera prueba de fuego en el Senado. El sector que impulsa su sanción buscará firmar dictamen en las tres comisiones y dejar así a la iniciativa en condiciones de ser discutida en el recinto de la Cámara alta el próximo 29 del corriente.
Si bien el debate divide de manera transversal a todos los partidos políticos, serán los “verdes” del oficialismo quienes tendrán la mayor carga de responsabilidad en la consecución del objetivo.
Es que sin la rúbrica del radical catamarqueño Oscar Castillo, que luego de votar en favor de la legalización en 2018 ahora se especula podría abstenerse, el apoyo a la legalización del aborto no tendría asegurada la mayoría de nueve firmas que se requieren en la Comisión de Justicia, que preside el hiperkirchnerista Oscar Parrilli (Neuquén), para emitir despacho.
En las otras dos comisiones que intervienen en el debate, Banca de la Mujer y Salud, los legisladores que respaldan el proyecto tienen la mayoría garantizada.
Aun cuando el oficialista Edgardo Kueider (Entre Ríos), que todavía no hizo pública su postura, apoye la legalización, como aseguran algunos de sus compañeros de bloque, el dictamen necesitará de la firma “testimonial” de algún peronista “celeste”.
En este escenario todas las miradas apuntarán a la conducta que adopten la presidenta provisional, Claudia Ledesma (Santiago del Estero), Guillermo Snopek (Jujuy) y Antonio Rodas (Chaco), todos declarados en contra del aborto.
“Será interesante ver cómo actúan”, dijo a este diario una senadora kirchnerista, militante a favor del aborto y partidaria de la necesidad de “apretar políticamente” a sus compañeros de bancada que se oponen al proyecto para que el Gobierno pueda llevarse el logro de la legalización del aborto.
De todas maneras, siempre existe la posibilidad de que, a último momento, algunos de los oficialistas “celestes” sea reemplazado, renuncia mediante, en la comisión de Justicia, y su lugar lo ocupe un “verde” para así facilitar el trámite.
A diferencia de 2018, en esta oportunidad en el Senado no existe acuerdo político para que el proyecto sea tratado con o sin dictamen en el recinto.
Por lo tanto, los senadores que rechazan el aborto podrían apostar por el bloqueo del tratamiento del proyecto, ya sea retaceando la firma del dictamen o restando quorum cuando se discuta en el recinto, si es que ninguna de las dos posturas alcanza los 37 votos afirmativos que les asegure imponer su criterio.
La firma del despacho está prevista para la tarde, hoy por la mañana, a partir de las 9.30, se realizará la última ronda de exposiciones en el plenario de comisiones.
En la tercera jornada, celebrada este miércoles, participaron 24 invitados que, en partes iguales, hablaron a favor y en contra del proyecto aprobado por la Cámara de Diputados en la madrugada del viernes de la semana pasada.
Uno de los expositores destacados que apoyaron la legalización del aborto fue el exministro de Salud Adolfo Rubinstein, quien aseguró que “el aborto ilegal sigue estando en la agenda social de nuestro país como una cuenta pendiente que debe ser resuelta”.
El exfuncionario se preocupó por replicar a los expositores antiaborto que acusan al proyecto de promover la muerte. “En casi todos los países desarrollados el aborto es legal y no creo que nadie diga que esos países promueven el homicidio o violan los derechos humanos”, afirmó.
Por su parte, la jurista María Angélica Gelli insistió con la postura de que “la vida comienza con la concepción”, razón por la cual afirmó que “la ley (por el proyecto) soslaya varios preceptos convencionales”, en referencia a la Convención de los Derechos del Niño.
En ese sentido, Gelli cuestionó la denominación de interrupción legal del embarazo que lleva el proyecto. “Lo que se interrumpe puede continuar. Acá se trata de una supresión del embarazo. Tenemos que tener el coraje de llamar a las cosas por su nombre”, dijo. (La Nación)
