¡CARADURA E IMPUNE!

(Por: Rubén Lasagno) – Victoria Donda, sin duda es el paradigma de la caradurez, la impunidad y la falta de dignidad de un gobierno signado por la corrupción, al chabacanería, la mala praxis, la inutilidad, la improvisación, el relato, la falta de un plan, de un programa y hasta de un norte político loable; solo saben que deben retener el poder a cómo dé lugar en los próximos 3 años, en los cuales el único propósito es demoler las causas penales contra la jefa de la banda y asegurar ese mismo poder después del 2023, para lo cual tratan de armar a otro paradigma, en este caso del vago de la política nacional: el hijo de la viuda.

Sin rubor en la cara, con estómago fuerte para deglutir sus propias palabras, sin la mínima dignidad que decía tener cuando era oposición de los K, antes de ser incondicional de Cristina y con la absoluta impunidad que le brinda una justicia laxa, cómplice y el gobierno atroz de los Fernández, sin duda hoy el peor gobierno del cual se tenga memoria en nuestro país, Victoria Donda salió públicamente a “explicar” por qué negreó durante 10 años a una empleada doméstica, por qué le pagaba miseria, nunca le aumentó, no le hacía aportes y para “compensarla” le ofreció un Plan Social y como mejor recurso pretendió nombrarla a esa mujer y su hermana en el INADI, organismo que preside, como forma de pagar con los dineros públicos de todos los argentinos, una deuda personal de mala empleadora y corrupta funcionaria de la actual administración.

En nuestra nota anterior yo hacía una comparación entre lo ocurrido con Jorge Triacca, Ministro de Trabajo durante el macrismo, caso que en 2018 develó y publicó en exclusiva OPI Santa Cruz y lo que sucede con Victoria Donda. En ambos casos hay un hilo conductor: inicialmente desmentida increíble de cada uno de los responsables, luego un reconocimiento ligth, después explicaciones increíbles y en todo momento la protección política del gobierno de turno. 

En el caso del macrismo, lo pudieron sostener algunos meses, pero luego Triacca cayó de su pedestal y entró en el olvido. En el caso de Donda, seguramente el kirchnerismo no la va a sacar del puesto, porque no le importa la inmoralidad ni la indignidad de sus funcionarios, pero sin duda gran parte de la población le hará pagar a Donda, el pecado de soberbia e impunidad con la que explica lo obvio.

Caradura y algo más

Entre las “explicaciones” que ha dado Victoria Donda en las últimas horas/días están las siguientes:

Donda dijo que no le aumentaba a la mujer que trabajaba en su casa, porque trabajaba cada vez menos.

Donda le explicó a Infobae, por qué durante casi cinco años le pagó $ 5.000,00 fijos a su empleada y dijo: El servicio de casas particulares se paga por hora, lo que aumenta son las horas. Entonces le fui aumentando, obviamente, en función de las horas trabajadas. Lo que gana es en función de las horas que trabaja. Y hubo meses que ganó más, porque trabajó más. Y luego quedó en 5.000 pesos mensuales.

Donda dijo que “presentó la renuncia al presidente, pero que Fernández no se la aceptó”.

Donda está imputada en la justicia Federal por el delito de malversación de caudales públicos y administración fraudulenta y al respecto dijo que “todo se trata de una operación política diseñada por un abogado vinculado al PRO y al Opus Dei” (¿?).

Donda explicó el cómo y el por qué de su decisión de poner a su mucama en el INADI: “Es cierto que le propuse a Arminda que entrara en el Inadi y lo volvería a hacer. Pero mi intención fue ayudar y no pagar desde el Estado lo que me corresponde a mí como empleadora”.

Como vemos, todo tiene explicación; no hay nada que desde el kirchnerismo no se pueda fundamentar, aún cuando desde hace un año la culpa de todo es de Macri o de la Pandemia. En el caso de Donda no encontramos nada original; culpó al sector de Macri por la denuncia, pero se olvida que esa imputación de delito no hubiera existido, si ella no hubiera cometido el delito contra la empleada doméstica.

Obviamente no esperamos que el gobierno nacional tenga la mínima racionalidad como para apartarla del INADI, organismo que tiene por objeto “elaborar políticas nacionales para combatir toda forma de discriminación, xenofobia y racismo, impulsando y llevando a cabo políticas públicas federales y transversales articuladas con la sociedad civil, y orientadas a lograr una sociedad diversa e igualitaria”. Demás está decir lo indigna que es Dondapara ocupar este puesto.

Digamos que si el gobierno tuviera también un poco de dignidad y Donda un poco de vergüenza, debería renunciar de manera irrevocable o el presidente echarla del cargo de manera inmediata. Pero nada de eso sucede ni sucederá. Tal para cual y los renunciamientos por corrupción no son aceptables en el gobierno K, donde la vicepresidente, su hijo, colaboradores, asesores, funcionarios y ex funcionarios, tienen prontuarios en vez de antecedentes laborales y/o profesionales y en algunos casos, como “el heredero”, ni siquiera estudios ni antecedentes laborales.

Victoria Donda no desentona, es parte indivisible del modelo K y no se le puede pedir más. (Agencia OPI Santa Cruz)