Ayer, publicamos una nota donde resaltábamos que un conjunto de militantes del FPV, se alineaban con el Dr Marcelo Blanco, Director del Hospital zonal de Río Turbio, “José Alberto Sánchez” ofreciéndole apoyo ante la andanada de críticas que recayeron sobre el funcionario de la salud, debido a problemas estructurales del nosocomio, pasando por la desatención del problema de los enfermeros y médicos que trabajan allí y completándose con el escándalo del vacunatorio VIP.
Luego de nuestro informe, apareció una nota que hizo pública el Dr Diego Molina, Jefe de la UTI del hospital de la cuenca, junto con el acompañamiento de tres médicos más, enviada al propio Director Dr Blanco y con copia al intendente de Río Turbio, Darío Menna y los concejales de la ciudad.
Allí, el Dr Molina poner en carne viva lo que ayer deslizamos en nuestro informe, con el valor agregado que lo dice con firma estampada al pie, nada menos que un jefe de la Unidad de Terapia Intensiva, quien vive de cerca los problemas internos del hospital Sánchez que dirige Blanco.
El Jefe médico le elevó nota para reiterarle pedidos anteriores reclamándole la habilitación de habitaciones sin las condiciones para la calidad de atención que requieren los pacientes de Covid.
“Sabiendo lo ante expuesto – le expresa el jefe médico – queda notificado de las graves consecuencias que esto puede traer, por la falta de calidad de atención que sufrirán los pacientes en esa área”.
Y prosigue “También recalcar que no disponemos de recurso humano ni tecnológico suficiente como para tratar a más de 7 pacientes graves de los cuales ya están en su máximo uso. Falta de médicos capacitados para el abordaje de dichos pacientes, falta de enfermeros para su atención, maestranza para acondicionar y desinfectar los ambientes”.
Prosiguiendo con la enumeración de carencias, que previamente fueron puestos en conocimiento del Dr Blanco en reiteradas ocasiones, Molina señala “No contamos con múltiples insumos como bombas de infusión continua, tubuladuras de respiradores, vías centrales 3 lúmenes, las habitaciones no tienen pie de suero, inmobiliario mínimo como camas obsoletas sin barandas, panel de toma corrientes, cámaras para monitoreo, colchones antiescaras, monitores multipara métricos, saturometros, flumiter y manómetros para los paneles de oxigeno, ropa de cama, cestos de basura, múltiples faltantes más”, indica la nota, ampliando y confirmando todos y cada uno de los puntos que ayer un enfermero de ese hospital le aseguró a OPI, eran falencias sustanciales las cuales denunciaba.
Ahora podemos darle un marco mayor a la nota militante que ayer publicamos. Sin duda las fuentes de OPI estaban en lo cierto. Esa nota venía a prevenir el escándalo mayor que era, no solo el vacunatorio VIP, sino la queja formal de uno de los médicos con más peso dentro del hospital de Río Turbio José Alberto Sánchez. (Agencia OPI Santa Cruz)
