Pacto con Irán: Zannini dijo que los familiares de las víctimas de la AMIA “le temen a la verdad”

Carlos Zannini junto a Cristina Kirchner - Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

Según publica La Nación El Procurador del Tesoro señaló que es temerario su intento para apartar a los jueces a cargo del juicio contra Cristina Kirchner y el Procurador del Tesoro.

Por: Hernán Cappiello

El procurador del Tesoro, Carlos Zannini, fue a fondo en su intento de que se declare nula la causa del Memorandum con Irán. Se presentó ante los jueces que lo juzgan pidiendo que se mantenga la integración del tribunal y descargó furiosas críticas sobre la DAIA y los familiares de víctimas de la AMIA, que habían pedido recusar a los magistrados en la causa en la que está acusado junto a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Para decidir si se va a declarar nulo o no el caso, los jueces María Gabriela López Iñiguez, Daniel Obligado y Juan Michilini decidieron convocar a una audiencia pública previa al juicio. Eso motivó que el abogado Tomás Farini Duggan, en representación de Luis Czyzewski y Mario Averbuch, familiares de víctimas del ataque terrorista contra el edificio de la AMIA, pidiera el apartamiento de los jueces y del fiscal Marcelo Colombo, que consintió ese trámite.

Zannini entendió que no hay razones para apartar a los jueces y fue duro con el planteo de los querellantes. Dijo que la audiencia pública convocada “aterra a las acusaciones privadas, que son completamente conscientes de que esta causa nunca debió existir y que ello puede ser percibido por cualquier persona”.

“El hecho de que salga a la luz significaría revelar la arbitraria, enceguecida e incalificable persecución de un sector ideológicamente contaminado de la jurisdicción [de los jueces de Comodoro Py] y de las querellas a personas totalmente inocentes que, hace mucho tiempo, están sometidas a un injusto proceso”, dijo en representación de Zannini, en un escrito, su abogado Mariano Fragueiro.

Pero los querellantes también se presentaron en la causa para ir contra el tribunal. Dijeron que los jueces dispusieron una “audiencia inventada” para tratar la nulidad cuando en realidad debieron haber llamado a juicio oral. Y señaló Farini Duggan que los acusados debieron en todo caso recusar a los jueces que nos les dieron garantías de imparcialidad y no invocar una nulidad. “Se creó un debate oral previo que no existe, se crea esa audiencia oral previa al juicio oral, para tratar una nulidad inviable desde todo punto de vista: porque es evidente que no existen nulidades “por temor de parcialidad”; para ese caso, existen recusaciones”, dijo el abogado de los familiares de víctimas del ataque.

El renovado cuestionamiento que Cristina Kirchner y Zannini hicieron a la causa se produjo por las visitas de los jueces de la Casación Mariano Borinsky y Gustavo Hornos a Mauricio Macri cuando era presidente. Coligen que en esos encuentros se habló de este caso, y eso es suficiente como para albergar temor de parcialidad en esos jueces y por eso pidieron la nulidad de lo actuado por ellos. No es poco lo que hicieron los camaristas, porque con su firma y la de su colega la jueza Ana María Figueroa reabrierorn la causa por el Pacto con Irán, luego de que el juez Daniel Rafecas había desestimado la denuncia que había realizado el fiscal Alberto Nisman por inexistencia de delito.

Nisman había dicho que el pacto con Irán pretendía que cayeran los pedidos de captura de Interpol contra los acusados del ataque terrorista y acusó a Cristina Kirchner de encubrimiento.

Zannini dijo en su escrito que los planteos de la querella son temerarios y que su temor “no es a la parcialidad, como trasunta en sus planteos, sino a que se convalide la verdad”. Sostuvo que esta causa, que mantuvo preso a Zannini cuatro meses, “se encuentra destinada al fracaso judicial” y los querellantes se dilate en el tiempo.

El debate además gira en torno a la declaración del exjefe de Interpol Ronald Noble. El exfuncionario internacional dijo en la prensa que nunca estuvieron en riesgo los pedidos de captura. Los querellantes dijeron que hay que indagarlo como partícipe de la maniobra que denunció Nisman, y Zannini quiere que declare como testigo, para argumentar que no hay motivos sobre el juicio.

“Todo parece indicar que los querellantes albergan la ilusión de que por arte de magia nuevamente los cuestionados magistrados de la Sala IV de la Casación Federal [Borinsky y Hornos] intervengan en sus subalternos designios, circunstancia que desde ya adelantamos, no sucederá”, dijo.

“La temeridad de los planteos revela las pretensiones dilatorias de los querellantes”, escribió el abogado, que dijo que los querellantes culpan a los demás de lo que ellos mismo provocan. ”Uno esperaría que la débil construcción penal encausada en este vergonzoso proceso se cayese al primer soplo. La triste realidad es que hace más de seis años que esta causa se sostiene sobre los inventos más disparatados y peores maniobras ilegales. No contentos con elaborar interpretaciones inverosímiles del derecho, los acusadores privados se refieren a hechos inexistentes y lo peor es que, hasta al momento, pareciera que obtienen resultados”.

“Lo cierto es que, si queremos recuperar algo de la mancillada imagen de nuestra justicia, se le debe poner un freno a este accionar subalterno y despiadado, que lesiona profundamente los cimientos de la República”, señala Zannini. (La Nación)

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