Alberto Fernández declinó una invitación de Manzur para ir a las ruinas de Quilmes, en medio de incidentes

Incidentes en Tucumán este 9 de Julio

Según publica La Nación El gobernador había previsto una visita a ese lugar histórico; allí hubo disturbios cuando un grupo de comunidades indígenas se acercó al lugar; la Casa Rosada dice que nunca estuvo en agenda.

Por: Fabián López

El presidente Alberto Fernández cerró una tensa y fugaz visita a la capital tucumana, donde este mediodía encabezó el acto central por el Día de la Independencia en la Casa Histórica, en medio de incidentes entre la Policía y manifestantes que protestaban contra el gobierno nacional.

Al final de la visita el Presidente declinó una invitación del gobernador local, Juan Manzur, para ir a la Ciudad Sagrada de Quilmes, en los Valles Calchaquíes. Era parte de la planificación de la gobernación local, aunque en la Casa Rosada aclararon que nunca tuvieron previsto ir a Quilmes.

La idea de Manzur era mantener un encuentro con el Consejo de Ancianos de esa comunidad. Pero integrantes de las comunidades originarias de Amaicha del Valle, de Colalao del Valle y de Quilmes querían llegar hasta el lugar que estaba por visitar el presidente, con la intención de dialogar y presentarse como sus anfitriones. En ese momento, la policía les impidió el paso, lo que provocó un clima de tensión. Fernández y el resto de la comitiva se trasladarron directamente de regreso a la Capital Federal.

El jefe de Estado había arribado al aeropuerto tucumano cerca de las 11.30 y desde allí se trasladó directamente al solar donde rindió homenaje a los congresales de 1816 y envió para todo el país un menaje cargado de fuerte contenido político, con una encendida defensa al plan de vacunación y críticas a su antecesor, Mauricio Macri.

Minutos antes del arribo de Fernández a Tucumán se registraron violentos incidentes entre la Policía y un grupo de manifestantes que intentaba llegar a la plaza Independencia, principal paseo público de la capital tucumana, ubicada a 200 metros de la Casa Histórica. Toda la zona donde transcurrieron los actos oficiales estuvo blindada desde las primeras horas de este 9 de julio, con vallados policiales para evitar el paso de los ciudadanos.

Tal como estaba anunciado, referentes de entidades rurales, comerciantes y ciudadanos autoconvocados se congregaron a las 10 en la Plaza Urquiza de la capital tucumana e iniciaron una marcha por las calles céntricas con la intención de trasladarse a la plaza Independencia para continuar con la protesta, que transcurría pacíficamente antes del cruce con la Policía.

Con la ayuda de un tractor y algunos vehículos, los manifestantes lograron sortear dos vallados policiales ubicados en la calle 25 de Mayo, pero al llegar a la esquina de esa arteria con San Juan, a tres cuadras de la plaza Independencia, efectivos de Infantería y el Grupo Cero les impidieron el paso y se produjeron incidentes. Hubo intercambios de golpes de puño y patadas, y la policía realizó disparos con balas de goma para tratar de dispersar a los manifestantes, que respondieron arrojando piedras contra los policías.

De la protesta participan personas de todas las edades, con banderas celestes y blancas y pancartas en las que expresan su descontento con la visita presidencial. “Señor presidente, usted no me representa”, “Basta de impunidad”, “Ladrones de vacunas”, “Salvemos a la Patria” y “Libertad para trabajar”, son algunas de las consignas que los manifestantes escribieron en sus carteles.

Gestos políticos

En la Casa Histórica, Fernández estuvo acompañado por la primera dama, Fabiola Yañez; el gobernador provincial, Juan Manzur, y por su esposa, Sandra Mattar Sabio. También estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; los ministros del Interior, Eduardo de Pedro, y Cultura, Tristán Bauer; y el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello. Si bien participó de los actos, se lo vio distante al vicegobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, quien mantiene un fuerte enfrentamiento con Manzur en la pelea por la sucesión, que tendrá lugar en 2023. Se especulaba con un gesto de unidad entre ambos con Fernández como mediador, pero predominó el clima de tensión política que viene proyectando la interna peronista local.

En su discurso para todo el país desde el tercer patio de la Casa Histórica, en tono de campaña, Fernández afirmó que “los argentinos vamos a estar inmunizados antes del próximo 9 de Julio”.

El presidente trazó un paralelismo entre las dificultades que sortearon entonces figuras como José de San Martín, Manuel Belgrano y Martín Miguel de Güemes y los problemas que enfrenta el país en la actualidad, entre los que destacó a la pandemia de coronavirus.

“Tenía la ilusión de que la economía estuviera funcionando mucho mejor de lo que está funcionando, pero no estamos peor que al comienzo (de la pandemia), porque el año pasado nos saludamos por pantallas y hoy estamos acá”, expresó el mandatario, y vaticinó: “El año que viene millones de argentinos van a estar en las calles de sus pueblos celebrando el 9 de Julio porque vamos a estar inmunizados. Y vamos a hacer eso antes que el 9 de Julio que el año que viene”.

En la misma tónica comparativa, Fernández sostuvo que, en la actualidad, tal como sucedía en los tiempos de los mencionados próceres, “hay muchos que no quieren que seamos libres, soberanos y tengamos independencia”. En ese tramo de su discurso, volvió a disculparse con Bolivia “porque un gobierno argentino haya mandado armamento para parar la protesta de un pueblo que se levantaba contra un golpe militar”, en referencia a la denuncia planteada por la administración de Luis Arce contra el expresidente Mauricio Macri.

El jefe de Estado también aprovechó la oportunidad para hablar sobre la prórroga del decreto que acota a 600 el número de personas que pueden ingresar por día a la Argentina. Al respecto, sostuvo: “Algunos se enojan cuando uno cuida el ingreso de los compatriotas que viajan al exterior a la Argentina. Pero en verdad lo que cuidamos es que el virus que muta no ingrese y nos complique otra vez la situación cuando estamos avanzando rápidamente en el proceso de vacunación. ¿Alguien piensa seriamente que yo puedo estar feliz con tantas limitaciones? Nadie puede estarlo”.

Antes que Fernández hablara para todo el país, Manzur brindó un mensaje en el que también apuntó sus dardos contra el gobierno del expresidente Mauricio Macri. “Fue una tragedia”, recalcó. Y ponderó el plan de vacunación que lleva adelante el Gobierno nacional. (La Nación)

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